Con tan solo 6 años, empezó a trabajar como modelo junto a su hermana, Clara Mas, y poco a poco, lo que empezó como diversión acabó por convertirse en el trabajo de Elisabeth Mas. Con menos de 18 años, era una reconocida modelo a nivel nacional e internacional. Se trasladó a París y de ahí a Nueva York, donde además de desfilar para los mejores diseñadores, estudió Diseño de Moda y creó, en 2013, la marca Bless the Mess.
En 2003, se mudó a Estambul por amor. Mientras, conquistó las pasarelas de París, Milán, Nueva York, Madrid… Ahora, ha regresado a Barcelona, la ciudad que la vio nacer y crecer, con un prometedor proyecto de comida saludable. Con ella hablamos de su nueva vida en la Ciudad Condal, de moda y de sus nuevos planes de futuro.
—En este reportaje, en el que posas con moda para esta primavera-verano, nos demuestras que sigues siendo toda una modelo. ¿En qué momento te encuentras ahora mismo, dentro del mundo de la moda?
—La parte de moda la comparto en mis redes sociales, donde experimento con mis looks diarios. Pero, en la actualidad, estoy cambiando por completo el rumbo de mi carrera, estoy volcada en un proyecto de restauración.
—¿Cómo fueron tus comienzos? ¿Echas de menos esos años en los que ibas de pasarela en pasarela?
—Mi hermana Clara y yo empezamos juntas, cuando yo tenía 6 años; todo empezó como un juego, hacíamos algunos anuncios o fotos y, de allí, fui escalando. Siempre he compaginado mi carrera de modelo con estudios o trabajo. Eso era divertido en ese momento de mi vida, pero en mi situación familiar actual me sería muy complicado. Cada cosa pasó a su debido tiempo, hay que disfrutar todas las etapas.
—¿Qué recuerdos tienes de esa época?
—Eran tiempos de locura, de muchos viajes. Cuando eres joven, la estabilidad no está en tus prioridades y todo era una gran aventura.
—Ahora, tras 15 años fuera de España (5 años en Nueva York y 10 en Turquía), has vuelto a Barcelona, la ciudad que te vio nacer y crecer. ¿Cómo ha sido ese regreso?
—La vuelta ha sido suave y progresiva; al tener una hija de 8 años, la he prolongado a lo largo de un año. Me siento un poco turista en mi propia ciudad. Lo bueno es que tengo un núcleo familiar muy fuerte y un buen grupo de amistades, que han hecho que mi llegada sea mucho más dulce y fácil.
—Además, con una hija, te será todo mucho más fácil en Barcelona que en Turquía…
—Mi personalidad se adapta muy rápido a todos los entornos, pero hay que reconocer que a nivel lingüístico y cultural era muy duro vivir en Turquía. Me integré muy bien a nivel de trabajo; justo cuando me mudé a vivir a Estambul, empezaba con una línea de ropa, Bless The Mess, y fue fantástico poder producir allí a precios muy competitivos.
—¿Cómo es tu día a día?
—Hasta hace un año, viajaba continuamente. Ahora, con tantos cambios, estoy más asentada y tranquila. Me levanto pronto y llevo a mi hija al colegio, hago deporte y luego vuelvo a casa a teletrabajar. Después salgo a fotografiar looks para redes sociales y me gusta escaparme los fines de semana, a la casa de campo de mi madre o a esquiar.
—¿Cómo definirías tu estilo a la hora de vestir? ¿Eres de las que les gusta seguir las tendencias?
—No tengo un estilo definido, lo que más me marca es mi estado de ánimo. Soy cero de tendencias; desde muy pequeña, siempre me he vestido extravagante, no tengo miedo a mezclar.
—¿Cómo crees que ha evolucionado el mundo de la moda, desde tus comienzos hasta ahora?
—Desafortunadamente, vivimos en una sociedad en la que todo va muy rápido, consumimos todo a grandes velocidades y también moda. Antes había menos colecciones, las modelos mantenían carreras más largas, los diseñadores tenían que crear menos productos y la demanda tenía otro ritmo.
—Elisabeth, tienes un cuerpo espectacular. ¿Qué haces para mantenerte en forma?
—Toda mi familia es muy deportista, lo hemos vivido desde muy pequeñas, así que llevar un estilo de vida activo forma parte de mi rutina.
—Y en cuanto a alimentación, ¿sigues alguna dieta?
—No sigo ninguna dieta en particular, pero desde hace casi dos años he cambiado un montón mi forma de comer. Antes era vegetariana y ahora he vuelto a la proteína animal. La calidad de los ingredientes es la clave.
—Profesionalmente, ¿estás con algún proyecto entre manos?
—Con este nuevo concepto de cadenas de comida saludable asequible, que estoy creando junto a mi socio. Volvemos a los orígenes, donde lo simple es mejor, ingredientes básicos de calidad, que uno sepa lo que está comiendo y que lo haga a conciencia a un precio razonable.
—Y, por último, ¿cómo te ves dentro de 20 años?
—Me veo viviendo tranquila a las afueras de Barcelona, expandiendo este concepto por otros países, disfrutando de mi familia. ¡Y con salud!