Del 17 al 20 de marzo de 2025, Máxima de Países Bajos estuvo en Kenia junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro, con motivo de una visita de Estado que originalmente estaba prevista para el pasado verano, pero que tuvo que posponerse por tensiones internas en el país africano. Fueron muchos los actos en los que participó el matrimonio a lo largo de estas tres jornadas, desde su visita a un santuario de animales hasta un espectacular banquete de gala. Como acostumbra, la reina de los neerlandeses nos dejó impresionantes looks para el recuerdo, así que, a continuación, repasamos uno a uno.

El look de Máxima en su despedida
El jueves por la mañana, llegó el último compromiso en su agenda de viaje. La pareja recibió, en la residencia del embajador, a los neerlandeses que viven y trabajan en Kenia. Para la ocasión, Máxima recuperó un vestido floral azul cielo con detalles en verde, cuello con solapas, mangas abullonadas y una sobrefalda del mismo tul estampado, de Natan, que lució por primera vez en Nueva York en junio de 2024.

Romántico vestido de flores con casquete verde
En cuanto a los complementos, volvió a decantarse por unos salones en el mismo tono boscoso, de Gianvito Rossi, así como por el bolso de mano efecto 'coco', de la firma argentina Sanesteban. El casquete verde que remató su estilismo es obra de Jolanda, una de las asistentas de Máxima. Hace años, esta tomó un curso de confección de sombreros con la sombrerera experta Berry Rutjes, encargada de muchos de los tocados de la realeza europea.

Pendientes de esmeraldas
Contrario a lo que pudiéramos pensar, estos pendientes tan llamativos no pertenecen al joyero histórico de la Familia Real de Países Bajos, sino que forman parte de la colección personal de Máxima desde hace aproximadamente 20 años. Están compuestos por una pera de esmeralda rodeada de diamantes, dos diamantes redondos y un colgante de esmeralda rodeado de diamantes.

Una túnica de inspiración africana
El miércoles, por la noche, se llevó a cabo una cena de agradecimiento por parte de los neerlandeses al presidente de Kenia y la primera dama en el JW Marriott Hotel. Máxima optó por estrenar en este encuentro un elegante vestido negro tipo túnica, muy amplio y con escote en V, que se adornaba con un collar dorado del que prendía un colgante con forma de máscara tribal de madera. Pertenece a la colección Primavera/Verano 2016 de Valentino, la cual se inspiraba en África.

Accesorios dorados para contrastar
En cuanto a los accesorios, optó por accesorios de color dorado: el bolsito Baby Riviera de Marina Raphael, que estrenó primero la princesa Amalia el 18 de abril de 2024, durante la visita de los reyes de España a Países Bajos; sus sandalias con plataforma Poppy 100, de Gianvito Rossi, que tiene desde 2021, y sus grandes pendientes dorados con forma geométrica, de Monies, que le vimos por primera vez el 29 de noviembre de 2023, en París.

Una imagen bohemia
Horas antes, visitaron un santuario de animales, ubicado en el lago Naivasha, y la Reina recuperó de su armario una blusa de estampado de paisley que se coordina con una falda larga, combinación de la firma italiana Etro que estrenó el 28 de julio de 2024, con motivo de los Juegos Olímpicos de París. En línea con esta estética bohemia de safari, llevó un ancho anillo de estética vintage con figuras de elefante, de Cartier, y su brazalete con 11 paquidermos de la misma firma.

Artesanía en rafia
Conjuntó el tándem con accesorios de carácter artesanal, sumamente acertados para la ocasión, como su cinturón de rafia con hebilla desflecada, de Oscar de la Renta, o sus nuevos pendientes La La Hoop en ratán confeccionado a mano, de Rebecca de Ravenel (140,95 euros). Asimismo, eligió unas alpargatas de esparto como calzado y, para protegerse del sol, un nuevo sombrero de rafia tipo fedora, de 360Five.

Su estilismo de gala
La noche del martes estuvo marcada por el banquete ofrecido en su honor por el presidente William Ruto y la primera dama Rachel Ruto en la Casa de Estado. Allí, la reina de Países Bajos acertó con un top de cuello redondo y mangas largas en seda azul y una falda larga en satén de seda dorado, del danés Claes Iversen, que se adorna con encaje de guipur azul medianoche y pequeñas lentejuelas. Había estrenado esta combinación en la apertura del Parlamento de 2016.

El broche histórico que lleva a su manera
Máxima se ha decantado por las joyas de diamantes y zafiros de los Orange; entre ellas, el broche de lazo con un gran zafiro rectangular de Ceilán en su centro, rodeado de diamantes. Es una pieza fabricada alrededor de 1900 para la reina Guillermina, quien la llevaba siempre sobre el escote, mientras que la actual reina de Países Bajos adora prenderla a sus vestidos a la altura del abdomen.

Tiara de zafiros
La tiara elegida fue realizada con gemas que proceden de dos antiguas joyas de los Orange, principalmente del collar de zafiros de la reina Emma que diseñó Mellerio en 1880, por encargo de su marido, el rey Guillermo. La tiara cuenta con una base de 11 zafiros en gradación de tamaño, que también puede ser usada como collar, y está rematada por cinco zafiros ribeteados de brillantes del aderezo que la reina Guillermina recibió de su país como regalo de bodas. Tanto los pendientes de ocho como el brazalete que pertenecen al mismo ajuar decimonónico de zafiros y diamantes.

Vestido con capa y plumas
El 18 de marzo, a primera hora, Guillermo Alejandro y Máxima de Países Bajos, junto con el presidente keniano William Ruto, participaron en una ceremonia de colocación de coronas de flores en los jardines Uhuru de Nairobi. Un despliegue para el que Máxima estrenó un vestido midi en crepe de seda rojo, de Natan Couture, con pliegue en el escote, efecto capa, falda evasé y ramos de plumas en degradado bordados a la parte delantera.

Todo al rojo
La reina neerlandesa acompañó este vestido, que inicialmente había comprado para estrenarlo el Día del Rey en 2023, con una pamela ladeada de ala ancha a tono, de Fabienne Delevigne; los salones Plexi, de Gianvito Rossi, realizados en ante rojo cereza y PVC; pendientes con forma de flor, de la madrileña Luz Camino, y unos guantes cortos de piel.

Del stiletto a las bailarinas planas
Para su posterior encuentro, en el bosque de Thogoto, donde el matrimonio real incluso plantó un árbol, Máxima mantuvo el mismo look, a excepción de los zapatos. Claro está que con esos tacones de aguja no iba a poder caminar sobre la tierra y el césped, de ahí que los cambiara por unas bailarinas planas de terciopelo rojo con diseño de punta redonda, cuya procedencia aún se desconoce.

Abrigo keniano, un emotivo homenaje
Para su llegada a Nairobi, el lunes por la noche, Máxima quiso hacer un tierno guiño al país anfitrión, recuperando un abrigo oscuro tipo cárdigan que presenta bordados de cuentas multicolores y plumas, el cual le habíamos visto por última vez el 5 de septiembre de 2007, ¡hace casi dos décadas! Es un diseño de Anna Trzebinski, que se inspira en la artesanía y las tradiciones de las tribus Maasai y Samburu de Kenia.

Una simbólica combinación
Máxima se esforzó también por utilizar los colores de la bandera keniana (rojo, blanco, negro y verde) para tener un gesto adicional con sus anfitriones. Aun así, una gama cromática tuvo especial protagonismo por encima del resto, ya que se decantó por unos pendientes de cristales rojos con forma de borla, de Miccy, y un maquillaje sencillo con labios rojos.