Tras aterrizar en Nairobi el pasado lunes por la noche, los reyes de Países Bajos comenzaron a la mañana siguiente su visita de Estado a Kenia. En el país africano, la reina Máxima nos está demostrando que ella una de las royals que mejor sabe cambiar de imagen a través de looks muy diferentes entre sí, pues nada tiene que ver el vestido con capa y plumas que llevó en su acto de bienvenida, con el su diseño de gala que acompañó de una tiara histórica horas después. Una versatilidad que queda patente a través de sus tres últimos estilismos, en los que accesorios y joyas tienen también un lugar privilegiado.
Un vestido de Valentino inspirado en África
Comencemos analizando el look que lució ayer miércoles, 19 de marzo, por la noche. En una cena de agradecimiento por parte de los neerlandeses al presidente de Kenia, William Ruto, y la primera dama, Rachel Ruth, en el JW Marriott Hotel, Máxima de Países Bajos optó por estrenar un elegante vestido negro tipo túnica, muy amplio y con escote en V que se adornaba con un collar dorado del que prendía un colgante con forma de máscara tribal de madera. Este diseño de largo hasta los pies pertenece a Valentino y, en concreto, a la colección de Primavera/Verano 2016 que se inspiraba en África y en la que también se encontraban cuentas de estilo Masai.
Para realzar su nuevo vestido negro de gala, la reina Máxima se decantó por un rico contraste, pues optó por accesorios de color dorado. Por un lado, llevó en sus manos el modelo Baby Riviera de Marina Raphael, que estrenó primero su hija mayor, la princesa Amalia, el 18 de abril de 2024 durante la visita de los reyes de España a Países Bajos y que ya le había tomado prestado en otras ocasiones. Por otro lado, recuperó sus sandalias con plataforma Poppy 100 de Gianvito Rossi, que tiene desde 2021. También reciclaba sus grandes pendientes dorados con forma geométrica de Monies, que le vimos por primera vez el 29 de noviembre de 2023 en París.
Un conjunto estampado con pendientes artesanales
Horas antes de su cena este miércoles, Máxima nos mostró una imagen muy diferente a través de un vibrante conjunto de estética retro. En concreto, recuperó de su armario una blusa de estampado de paisley que se coordina con una falda larga, combinación de Etro que estrenó el 28 de julio de 2024 en los Juegos Olímpicos de París.
Con gran potencia visual, este conjunto lo complementó de forma muy acertada con accesorios de carácter artesanal como su cinturón de rafia con hebilla simulando una flor desflecada, de Oscar de la Renta, o sus nuevos pendientes La La Hoop en ratán confeccionado a mano, de Rebecca de Ravenel (140,95 euros).
Otra joya de estreno era su ancho anillo de estética vintage con figuras de elefante, de Cartier. Esta pieza se coordina a la perfección con su brazalete de 2019 con 11 paquidermos de la misma firma y que también lució en esta ocasión. Por último, culminó su estilismo con sus gafas de sol de Tom Ford, alpargatas y un nuevo sombrero tipo Fedora de 360Five.
Su vestido más primaveral y con tocado
El último look que nos ha mostrado Máxima en Kenia lo hemos podido ver durante sus primeros actos en este jueves 20 de marzo, que concluirá con una recepción a la comunidad neerlandesa en el país. Para la ocasión, la Reina ha recuperado un vestido celeste con largo midi y mangas transparentes, de Natan, que lució por primera vez en Nueva York en junio de 2024.
Para realzar este vestido muy primaveral, siempre confía en acompañarlo con un tocado. En esta ocasión, luce un modelo tipo casquete en color verde que diseñó Jolanda ten Brinke, su asistente personal, quien se apasionó por la sombrerería tras cursar estudios con la sombrerera Berry Rutjes Jr.