Los reyes de Dinamarca afrontaron con ilusión su más reciente visita oficial a Finlandia. Aunque estaba programada para comenzar el martes 4 de marzo, decidieron adelantar su llegada para hacer esquí en Laponia, así que hubo tiempo para el trabajo y también para el ocio en este viaje que culminó este miércoles por la tarde. A pesar de que podríamos decir que fue exprés, Mary nos deleitó con varios looks de lo más elegantes, entre los que fichamos un abrigo que pertenece a su hija, la princesa Isabella, y una joya que no veía la luz desde el siglo XIX.
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Entre todas las posibilidades, el color blanco parece alzarse como un favorito de la realeza más allá de las nupcias, puesto que es símbolo de transparencia, solemnidad, pureza y confianza, todos valores que Mary de Dinamarca busca transmitir a su pueblo. En el último compromiso de su visita de Estado a Finlandia, el miércoles 5 de marzo, la reina de los daneses optó por un traje impoluto que seguramente fascinaría tanto a doña Letizia como a la princesa Leonor.
Los reyes de Dinamarca acogieron el miércoles por la tarde un evento de clausura en la Sala Finlandia de Helsinki, donde fueron testigos de un precioso concierto de coristas daneses y finlandeses y disfrutaron de un espectáculo de luces que imitaba las auroras boreales. Para la ocasión, Mary decidió estrenar un traje de tres piezas, de Andiata Traci.
El nuevo conjunto de sastrería de Mary se compone de una blazer cruzada con bolsillos con solapa y pespuntes en el escote (465 euros), un chaleco con cierre de botones (220 euros) y un pantalón de traje ancho y fluido con pinzas (270 euros). Lo complementó con sus pendientes de aro en forma de gota, de Dulong Fine Jewelry, realizados en oro, y una pulsera de la misma firma.
Una de las prioridades que unen a ambos países es la sostenibilidad, así que en su agenda estuvo la asistencia a un seminario sobre "financiación verde" en la sede de Fiskars Group (Espoo, Finlandia). Siguiendo esta línea, Mary se decantó por un look de prendas de máxima calidad y repetidas, empezando por su abrigo de lana italiana color morado con doble botonadura, de Dolce & Gabbana.
Es una prenda calentita de abrigo que puede avivar cualquier estilismo con su potente tonalidad, de ahí que encaje en los looks de Mary, pues ella aplica con frecuencia esta técnica. No obstante, realmente pertenece a su hija, la princesa Isabella. Ella lo estrenó en la premier de El Cascanueces, el 30 de noviembre de 2024 en Tívoli, un evento al que acudió toda la familia, incluida la reina Margarita.
Debajo, aunque apenas se aprecian, llevó su jersey de cuello alto gris con detalles de pedrería bordados, de Prada, y un pantalón de pinzas en lana gris jaspeado, de Joseph. Ambas piezas las compró en 2022 y han figurado en al menos seis de sus looks de trabajo desde entonces. Para protegerse del frío que debía estar haciendo en la fábrica, añadió al conjunto un fular de lana gris.
El presidente Alexander Stubb y su mujer, Suzanne Innes-Stubb, ofrecieron una cena en honor a Federico y Mary de Dinamarca en el Palacio Presidencial de Helsinki. La danesa deslumbró con un impresionante vestido brocado de flores con escote en 'V', mangas transparentes y una voluminosa falda trapecio, del diseñador Jesper Høvring (colección de Otoño/Invierno 2018-2019). Sin embargo, no es la primera vez que se lo pone porque fue el mismo look que eligió la fiesta de Fin de Año de 2019.
Las joyas fueron el punto más llamativo del estilismo. Mary lució una diadema de oro creada alrededor de 1820 que perteneció a la reina Carolina Amalia, esposa de Christian VIII. Está compuesta por 11 gemas engastadas, que fueron recolectadas durante el viaje de la pareja a Italia entre 1819 y 1821, un recorrido en el que visitaron Roma y las antiguas excavaciones de lugares como Pompeya. Para complementar esta alhaja, rescató el brazalete de la Princesa Vilhelmine Marie, realizado en oro y decorado con piedras semipreciosas provenientes de la zona del Vesubio.
El primer día de compromisos tras su llegada a Helsinki comenzó con una ceremonia de bienvenida, en la que Mary vistió un abrigo largo de lana azul marino, de Max Mara, muy femenino, con silueta en forma de 'A'. Como zapatos, calzó unas botas altas en ante gris elefante de tacón fino, de Gianvito Rossi, y sobre su cabeza, llevó un tocado tipo skull cap color granate, de Jane Taylor.
Esta vez, llamó la atención su inesperado look de belleza, marcado por unas pestañas postizas que la reina danesa no suele llevar. Apostó por el diseño foxy eyes que, a diferencia de las extensiones tradicionales que cubren toda la línea de pestañas, consiste en colocarlas solo en la parte exterior del ojo, logrando un efecto más rasgado y una mirada efecto lifting.
La reina danesa acudió después a una visita a un hospital de la capital junto a la primera dama finlandesa, donde pudimos ver el resto de prendas que formaban parte de su primer look del viaje: una blusa color ciruela con cuello cisne y botones perlados, de Prada, y una falda midi de lana gris acampanada.