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La noche de los Premios Oscar 2025 supuso el emocionante debut de Elle Fanning sobre la alfombra roja de los galardones más importantes del cine, así que la actriz, invitada por su participación en la película A Complete Unknown, tenía la difícil tarea de elegir un look que pudiera hacerse un hueco en los libros de historia de la moda. Con la ayuda de su estilista, Samantha McMillen, no cabe duda de que lo ha conseguido, puesto que la gargantilla que cuelga de su cuello podría ser, en realidad, una tiara de la excéntrica Wallis Simpson.
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Elle Fanning brilla en su debut en los Oscar con dos guiños a la realeza británica
En su primera alfombra roja de los Oscar, - porque sí, jamás había acudido en sus casi dos décadas de carrera- Elle Fanning tuvo el honor de ser la primera mujer en llevar un vestido de Alta Costura de Sarah Burton para Givenchy. Este diseño de encaje blanco con escote corazón, una sobrefalda posterior a modo de cola y un cinturón de lazo en terciopelo negro se inspiró en un look de la primera colección de Hubert de Givenchy, fundador de la icónica casa de modas francesa, desvelada en 1952. Son muchas las primeras veces que recoge este estilismo, además de un par de conexiones (que no es poco) con la realeza británica.
Sarah Burton dejó su puesto directivo en Alexander McQueen a finales de 2023, después de casi 30 años trabajando en la marca londinense, pero su trabajo allí es recordado principalmente por sus aportes a la moda nupcial, siendo el vestido de novia de Kate Middleton su creación más replicada hasta la fecha. Quien fuese duquesa de Cambridge se convirtió en una de sus clientas más fieles, especialmente por los impecables conjuntos de sastrería que encarnan el ADN de la firma. Este mes de marzo de 2024, debutará con su primera colección para Givenchy.
Un look de Alta Costura estilo años 50
Aun así, la anécdota más llamativa no está en el vestido, sino en el collar que adorna su escote. Es una creación de Cartier y presenta un diseño festoneado, ceñido al cuello, que se asemeja a los estilos popularizados en la década de los 50, por lo que el conjunto entero evoca a divas del cine clásico tan elegantes como Audrey Hepburn o Grace Kelly. Algunas teorías, sin embargo, aseguran que la dueña original de este choker es nada menos que Wallis Simpson, la socialité estadounidense por la que el rey Eduardo VIII abandonó su vida en Buckingham.
El collar podría ser una tiara de Wallis Simpson
En 1949, los duques de Windsor, Eduardo VIII de Reino Unido y Wallis Simpson, encargaron a Cartier una tiara de esmeraldas y diamantes que estaba diseñada como una hilera de arcos y, como es el caso de muchas joyas de aquella época, se podía convertir en un collar. En la imagen posterior, de 1950, la Duquesa acude con ella puesta, y de la mano de su marido, a una gala en París.
Simpson solo fue fotografiada con esta pieza sobre su cabeza en un puñado de ocasiones antes de que desapareciera para no ver la luz nunca más. Al menos, eso es lo que se especula, ya que pudo haberse roto y se separaron sus piedras para crear otras alhajas. A los historiadores y biógrafos les llamó la atención, por ejemplo, que no se incluyera en la subasta de joyas que se hizo después de la muerte de la aristócrata en 1986. ¿Podría ser la gargantilla que rescató Elle Fanning en los Oscar?
Esto dicen los expertos
Aquella pieza de joyería fue fabricada por Cartier a finales de los años 40 a partir de otras colecciones antiguas de la marca, así que seguramente existan unas cuantas alhajas de diseño similar a la tiara de Wallis Simpson y, por supuesto, similares al collar que llevó Elle Fanning en los 97º Premios Oscar.
Otro argumento que apunta a que no se trata de la misma pieza es que, seguramente, de ser así, Cartier se hubiese hecho eco de este dato curioso. En su lugar, se limitó a confirmar que el collar que luce la actriz de A Complete Unknown data de 1958, y no de la década de los 40, como la tiara transformable de la duquesa de Windsor.
Una posibilidad imposible de ignorar, no obstante, es que Simpson entregase la tiara a Cartier para que se hiciera una nueva joya, dando como resultado este collar, aunque eso no explicaría por qué su paradero era desconocido hasta hace apenas unos días. Sea cual sea la verdad que esconde, ya solo su misticismo nos hace soñar.