La Reina siempre se ha encargado de dar voz a desafíos y causas sociales tan importantes como la salud mental, la lucha contra el cáncer o el consumo de moda sostenible. En la jornada de hoy, ha viajado hasta Oviedo, su tierra natal, para reafirmar esa faceta filantrópica en el acto con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que este año se ha celebrado en el Auditorio-Palacio de Congresos Príncipe Felipe de la ciudad asturiana.
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La habíamos visto por última vez en un acto oficial el pasado jueves 27 de febrero, cuando el rey Felipe VI fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá. En la ceremonia, ella lució un vestido largo de invitada color rojo cereza con falda asimétrica de tiro bajo que pertenece a la colección Otoño/Invierno 2024-2025 de firma española The 2nd Skin Co. Asimismo, lo acompañó con los pendientes largos de rubíes que le regaló su suegra, la reina doña Sofía, por su compromiso con don Felipe, en 2003. Un estilismo de lo más elegante, acorde con la ocasión, que no iba a repetirse este martes, puesto que el dress code en Oviedo no exige vestir de largo ni acompañar el look con complementos tan llamativos.
La reina Letizia, rompedora en Oviedo con un traje de raya diplomática
Cada año, la Reina preside el acto con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, puesto que considera que es necesario poner el foco en la importancia del diagnóstico precoz a las dolencias de los afectados hasta lograr poner un nombre a lo que les ocurre. Habitualmente, se decanta en este evento anual por vestidos midi que son tan cómodos como sofisticados: el diseño de punto estampado de flores que recicló en 2024 o el camisero fucsia de estilo años 50 que llevó en 2023 podrían servir de ejemplo. Este 4 de marzo, doña Letizia ha sustituido estas preferencias por un registro radicalmente opuesto, sorprendiendo a la prensa con su rompedora elección de vestuario, que contrastaba con cualquier predicción de los expertos.
No solo ha evitado las faldas, sino que ha seleccionado un conjunto que recuerda a las siluetas tradicionales de la sastrería masculina. Sabemos que la mujer de Felipe VI adora vestir de traje, aunque es poco frecuente que veamos en su armario formatos tan anchos, con chaquetas de hombreras imponentes. De hecho, tiene un tándem de raya diplomática azul marino, de Inés Martín Alcalde, que diferenciamos de este nuevo modelo por su americana ceñida con una lazada a la cintura.
Una 'falsa corbata'
Este martes, ha optado por un traje estructurado de raya diplomática, de la firma francesa Sandro, compuesto por una blazer de doble botonadura con bolsillos de solapa en la parte frontal (395 euros) y un pantalón de pinzas ancho (245 euros). Debajo, ha llevado con una camisa blanca, rematada al cuello con un pañuelo que se anuda como fuese una corbata, dando un giro moderno a este estilismo clásico de sastrería.
En lugar de calzar unos zapatos de salón con tacón fino, esos que tanto le gustan, ha decidido repetir sus mocasines negros de tacón de bloque, de Massimo Dutti. Los vimos recientemente el pasado 20 de febrero, cuando los combinó con un traje ajustado de color gris, de Mango, pero el idilio no es nuevo: los ha llevado ya en ocho oportunidades desde su estreno, el 6 de febrero de 2024.
Un look de estas características, tan sobrio e inspirado en la sastrería masculina, no requiere de muchos accesorios porque encuentra su sentido en la sencillez. Como pendientes, ha escogido el modelo Luzia, de Gold & Roses, que está elaborado en oro rosa de 18 quilates con diamantes y representa las constelaciones de estrellas, aunque también pueden parecer flores a simple vista. Fue el noveno par que adquirió de este sello madrileño, en el verano de 2023.