Es muy bonito trabajar con actores que están empezando. Tienen unas ganas y una energía que te contagian", nos dice Mario Casas. Y no se trata de que él haya perdido la ilusión de los inicios, no se vayan a creer, porque eso no ha ocurrido, solo que ahora lo vive de otra manera. Más consciente, más maduro y más contento desde el lugar en el que está hoy.
El actor estrena, el 28 de febrero, su nueva película, El secreto del orfebre, una historia muy especial, escrita y dirigida por Olga Osorio, basada en la novela de Elia Barceló. Es su regreso al género romántico después de una década y lo hace acompañado por Michelle Jenner, en un esperado reencuentro de la pareja que revolucionó Los hombres de Paco. Junto a ellos, Zoe Bonafonte, una de las grandes revelaciones de este año, y la nominada más joven (El 47) de la reciente edición de los Goya, a quien pronto veremos también en la serie Manual para señoritas.
—Mario, estrenas El secreto del orfebre y hacía muchísimo que no te veíamos en una historia de amor, desde Palmeras en la Nieve.
—El guion me llegó hace unos años y al final, por fechas, no se pudo hacer y la hemos rodado tiempo después. Me enamoré de la historia y del personaje, me parecía una película muy bonita y un tipo de cine, además, romántico con un corte clásico.
—Es una película muy especial con una historia diferente.
—Sí, yo creo que tiene una sensibilidad arrolladora; también el personaje, este orfebre, que es un tipo misterioso que está anclado en el pasado. Y tal vez es bonito ver a este tipo sensible, roto por dentro, hay algo dulce en él, y a mí esto es lo que también me parecía interesante.
"Recuerdo, cuando aún no se había estrenado El 47, hacer la prueba con ella y verlo clarísimo. Tiene algo muy especial y lo ha demostrado", dice el actor de su compañera en El secreto del orfebre
—Tienes como compañera de reparto a Zoe Bonafonte que, con solo 21 años, está despuntando con fuerza.
—Recuerdo, cuando aún no se había estrenado El 47, hacer la prueba con ella y verlo clarísimo. Tiene algo muy especial, de revelación en todos los sentidos. Y lo ha demostrado, ha estado nominada al Goya, es una actriz con un potencial enorme y va a dar mucho de qué hablar, y lo demuestra también en El secreto del orfebre, hay aplomo, hay peso y, de alguna manera, una madurez muy interesante y una belleza también muy especial. Además, es trabajadora y muy sensata, creo que le va a ir muy bien.
—¿Y tú sigues manteniendo la ilusión y la pasión que tenías al principio?
—Sí, me considero bastante pasional en la vida y en el trabajo. Si yo quiero interpretar un personaje y sumergirme en una historia, es porque me encanta, y si lo hago, voy con todo. Así que sí, claro que sigo manteniendo la misma ilusión de la primera vez, aunque es distinta porque estás en otro lugar, en otro momento. Pero sigue estando, y los nervios también.
—Y aunque enlazas un proyecto tras otro, ¿te ha surgido ese temor que suele atenazar a los actores de "a ver si no voy a volver a trabajar"?
—Eso es una constante, haces una película y a lo mejor pasa un mes, dos o cinco y no llega ningún guion y ya estás pensado: "No van a volver a llamarme". Es uno de los motivos por los que empecé a escribir e intentar sacar proyectos adelante. Junto a mis hermanos, estamos comenzando con una productora de cine propia.
—Menudo reto te has puesto también como empresario…
—Mi meta ahora mismo es, ojalá este año, rodar mi segunda película y escribir los personajes que a mí me apetecen. Creo que esos miedos e inseguridades hacen que abras otras puertas, por si no te vuelven a llamar o porque pueden pasar millones de cosas, y no quedarte completamente sin nada.
—Y has decidido meterte a productor.
—Así suena… es un proceso largo, está muy al comienzo, es difícil, pero sí, estoy dando los primeros pasos para crear una productora. Es cierto que llevo en la profesión muchos años y mis hermanos también, pero sumergirte en algo así es nuevo y hay que aprender desde cero. Ojalá dentro de unos años estemos produciendo una primera película, una serie o un corto. Todavía no estamos ahí, pero lo estamos intentando, es una de nuestras futuras metas.
—Hablamos de miedos e inseguridades. ¿Has sentido alguna vez el síndrome del impostor?
—Sí, va de la mano con el "no van a volver a llamarme". Al final, es el mismo camino. Sientes que se ha acabado, que has hecho tu última serie o película porque crees que no te lo mereces, o que se van a dar cuenta de que no vales para estar ahí y que otros lo merecen más que tú. Y digamos que, para mí, el remedio para sobrellevar ese síndrome del impostor, esa inseguridad o ese miedo, es trabajar, esforzarte y dar todo lo que puedas.
—En lo personal, ¿qué te hace feliz?
—La felicidad para mí es estar tranquilo, estar en paz, disfrutar de cosas pequeñas, estar con la familia, pasear por el campo con mis perras, hacer deporte, tener una charla con un colega. Para mí la vida tiene cada vez más sentido en esos lugares. Es realmente como te dicen cuando eres niño: en las cosas pequeñas están las cosas más grandes y más bonitas.
—¿Cuáles son tus grandes amores, ahora mismo?
—Mis padres, mis hermanos y algún colega; son los que siempre están ahí, los que van a las buenas y a las malas, te apoyan y también te dicen lo bueno y lo malo. También mis perras son mis grandes amores.
—Con la familia, sueles viajar siempre que puedes… Hace poco estuvisteis en República Dominicana.
—Sí, siempre intentamos pasar el máximo tiempo posible juntos. Poder coincidir es muy importante y necesario para mí y para todos los hermanos, pasar tiempo juntos con los papis.
Habla Zoe
—Zoe, estás viviendo un gran momento, eres la cara del año…
—Este año está yendo todo muy bien, ojalá que siga así, no me puedo quejar de nada.
—Viéndote en El 47 y en El secreto del orfebre, te diré que no pareces la misma persona, cuesta reconocerte.
—Es estupendo justo por eso, cambio de registro completamente; pasamos de un drama crudo con un personaje pesado y más hacia adentro, a ver un personaje luminoso en un romance. Está muy bien como actriz que, de golpe, se puedan ver esos dos registros.
—¿Cómo has vivido tu nominación al Goya?
—Con mucha ilusión. Tenía ganas de vivir la ceremonia con mi equipo, con la gente que he ido conociendo en este proceso y con mis compañeras de nominación, que son todas increíbles.
—Y además, estrenas dentro de poco una serie.
—Manual para señoritas es como un caramelito, una comedia, pero estéticamente parece que estés en Alicia en el país de las Maravillas. Apuesto mucho por esta serie, es muy diferente y creo que puede funcionar muy bien.
—¿Cómo ha sido rodar con Mario?
—Mario es un compañero excepcional y te contagia ese amor que tiene por el oficio. Hay algo de querer hacerlo todo muy bien y prepararse todo mucho. Y yo, que entro con muchas ganas en la profesión, pues también tengo esa pasión de querer hacerlo todo muy bien. Se lo curra mucho y eso también inspira a un intérprete que acaba de empezar.
—¿Cómo empezó todo Zoe, tienes antecedentes artísticos en la familia?
—Mi madre es muy artista, aunque nunca se ha dedicado a ello. De pequeña, me ponía música de todo tipo, muchas películas, me llevaba a exposiciones, a museos… Y en ese sentido he amado el arte desde niña, pero no hay nadie que se dedique a las artes escénicas. Me dio por ahí. Yo era y sigo siendo muy vergonzosa, y ha sido un proceso enfrentarme a todo lo que supone un set de rodaje y un escenario, pero el teatro y la interpretación me han ayudado a evolucionar como persona y salir de mi zona de confort.
—¿Quién es tu referente en la profesión?
—Meryl Streep, lo que responde todo el mundo, pero ¿cómo no tenerla de referente, cuando es una mujer que ha peleado tanto por trabajar y se supera en cada papel? La miro con admiración porque no tiene techo, siempre se supera y ojalá pueda aprender a componer personajes como ella lo hace.
—¿Cuáles son tus gustos, tus aficiones y lo que te mueve el corazón?
—Dedico gran parte de mi tiempo a la interpretación, me encanta la composición de personajes y eso requiere mucha formación. Y además de eso, me gustan mucho los animales, tengo dos gatos y siempre que puedo voy a Barcelona a visitar a mi madre, mis hermanos y mi padrastro. Soy una persona muy familiar. La moda también me gusta mucho, siempre con mi sello personal, intento buscar formas creativas de mezclar la ropa que tengo. Y me encanta jugar con lo masculino y femenino. Soy muy fan de los chalecos, las corbatas, las faldas y me gusta combinarlo todo.
—¿Dónde te ves en un futuro a medio plazo?
—Las historias reales me encantan y he tenido el privilegio de hacer El 47. Me encantaría hacer una película biográfica de alguna figura femenina poderosa de la historia. Y en el lado opuesto, me llaman la atención esas series apocalípticas en las que se plantea un mundo diferente al nuestro, así que participar en una me encantaría.