Para interpretar a Bob Dylan en A Complete Unknown, Timothée Chalamet tuvo que aprender a tocar la guitarra y la harmónica, asistir a clases de canto y, aunque te cueste creerlo, hacer una limpieza de armario. Sí, es cierto que las películas tienen equipos de vestuario y nada de ello tiene que ver con la vida personal de un actor, pero el neoyorquino vio aquí una oportunidad clara para reinventarse. Si en el proceso consigue ganar su primer Oscar, mejor que mejor.
La radical transformación de Timothée Chalamet en su camino al Oscar
En 2019, aun sin estilista, Timothée Chalamet fue nombrado uno de los ‘hombres más influyentes en el mundo de la moda’. Entre tantos esmóquines clásicos sobre la alfombra roja, su preferencia por los diseñadores de vanguardia, la sastrería técnica y la alta joyería era un soplo de aire fresco, pero las tendencias se aceleran estrepitosamente y lo que era novedoso y transgresor hace cinco años, ya no lo es.
El despegue casi simultáneo de Jacob Elordi, Paul Mescal y Pedro Pascal forzó el nacimiento inevitable de un colectivo de actores guapos que escapan (a medias) de la norma y coquetean con la moda femenina, desplazando del podio (donde se alzaba solo) al protagonista de A Complete Unknown.
¿Quién es su nueva estilista?
A punto de cumplir los 30, el neoyorquino está dando un giro radical a su imagen. Para ello, ha contado con la estilista Taylor McNeill, encargada de los looks de Kendrick Lamar, que fusionan la moda de lujo (sin rechazo a la feminidad) con elementos de streetwear. Lo desglosamos en datos: su presentación en la Super Bowl 2025 provocó un aumento de 3.600% en las búsquedas en Google sobre la marca Celine, además de generar alrededor de 2 millones de euros en valor de impacto mediático. Todo por un par de vaqueros acampanados.
Timothée tiene una sólida relación con Chanel, aunque la casa todavía tiene pendiente (tal vez nunca lo hará) sacar una línea de moda masculina: es embajador de la fragancia BLEU DE CHANEL, para la que grabó una publicidad bajo la batuta de su querido Scorsese. Hasta la fecha, no obstante, el actor tenía pendiente incorporar las prendas femeninas de esta firma, sinónimo de sofisticación parisina, a su vestidor. La fórmula que aplicó McNeill consiste en combinarlas con piezas deportivas o más casuales que generasen un contraste interesante y representativo de una nueva masculinidad.
Más prendas femeninas y 'streetwear'
En este caso, se utilizó una chaqueta de cuero con botones metálicos, de la colección Primavera/Verano 2025 de Chanel, sobre un look básico masculino (camiseta blanca, vaqueros anchos y botas de combate) de la firma Isabel Marant, pero Chalamet ha sido visto por las calles de Nueva York cargando distintos bolsitos de Chanel, los cuales resaltan por su diseño delicado en contraposición con los estilismos deportivos que lleva en su día a día, influenciados principalmente por el hip-hop.
En la misma línea, McNeill consiguió convencer a Chemena Kamali para recrear esta chaqueta de ante azul que vistió el cantante de décadas atrás, de la que solo se conservan fotografías. Fue el primer encargo de moda masculina llevado a cabo por la diseñadora desde que esta asumió el cargo de directora creativa de Chloé, a principios de 2024.
Guiños a la cultura estadounidense
A solo días de celebrarse los Oscar, una edición en la que está nominado (y podría arrebatarle la estatuilla a Adrien Brody), Chalamet se dejó ver con otro look a medida, pero esta vez de Gap. Diseñado por el modisto Zac Posen, actual director creativo de la marca de retail norteamericana, lo que a primera vista nos parece un conjunto vaquero con acabado satinado esconde un significado mucho más profundo que entrelaza la vida de Bob Dylan con la historia de Estados Unidos y una idiosincrasia que perdura a día de hoy.
“Timothée es un producto de la historia, de lo que vino antes y de lo que está sucediendo ahora. En 1965, Bob Dylan lanzó Like a Rolling Stone, una canción que reconfiguraba el aire. En 1969, Gap vendía jeans y discos, y le decía a una generación cómo vestirse y cómo escuchar. El patrón familiar: los estilos cambian, la cultura retrocede y aquí estamos de nuevo”, escribió Posen acerca de este look que concibió para el protagonista de la película.
No cabe duda de que la estética Americana que ha sido tendencia esta temporada Otoño/Invierno forma parte del universo que ha creado McNeill para construir la nueva imagen de Timothée Chalamet, no porque el actor de origen francés se sienta identificado con todo aquello, o porque le fascinen especialmente las chaquetas de ante o los pantalones vaqueros, sino por lo que ha representado Dylan para la expansión de este estilo en la cultura popular.
Tal es el caso que Levi's ha decidido lanzar una colección cápsula imitando los vaqueros ligeramente acampanados que solía llevar el artista. A principios de los 60, la entonces novia del compositor, Suze Rotolo, alteraba sus tejanos añadiendo un trozo de tela al bajo para que los pudiera llevar con sus botas.
¿Chalamet o Dylan?
A esto debemos sumarle -imposible no mencionarlo- el exagerado idilio de Bob Dylan con las bufandas o fulares. Un accesorio que ha caído en desuso por parte de los hombres, pero que Chalamet ha sabido incorporar en prácticamente todos los looks de esta gira de medios con trajes de ante o de cuero, para conseguir atuendos al más puro estilo de los años 70. Eso sí, Timmy siempre encontrará lugar para sus diamantes; sean de Cartier, firma para la que es embajador, o mediante gafas de sol adornadas, como estas de Prada que estrenó en Roma.
Un actor de método
La ciudad natal de Timothée también fue sede de uno de los multitudinarios estrenos de la película, quizá el más especial de todos a causa de un cambio radical de look por parte del actor, que generó tanta confusión como memes en las redes sociales. Él se escondía detrás de una peluca rubia con flequillo, que se asomaba, a su vez, debajo de un gorrito de punto turquesa.
Si no le encuentras explicación es porque este look no tenía que transportarnos a los 60, sino a 2003, cuando un excéntrico Bob Dylan hizo su aparición en el Festival de Cine de Sundance para promocionar Masked and Anonymous. Esta técnica, bautizada como method dressing, se inspira en el método Stanislavski, que invita a los actores a adentrarse en la psicología de sus personajes al punto de alcanzar tensión física para experimentarlos de manera auténtica.
Referencias más allá de la moda: una campaña de marketing perfecta
Siguiendo la estela de Zendaya, Margot Robbie, Ariana Grande y otras actrices que se han transformado en sus personajes fuera de la pantalla, Timothée pretende difuminar la línea que separa ficción de realidad. De referencias tan explícitas, que hasta los menos entendidos en cuestiones del rock podemos pillar, pasamos a otras que requieren un poco más de investigación a cualquiera que no sea seguidor acérrimo de Bob Dylan.
La película está basada en el libro Dylan Goes Electric!, de Elijah Wald, que cuenta los hechos previos al Newport Folk Festival de 1965, donde el cantante causó gran revuelo al presentarse con instrumentos eléctricos, habiendo hecho toda una carrera en acústico. Es por ello que, para nosotros, lo importante de esta imagen, en la que se ve a Chalamet llegando a la premier londinense montado sobre una bicicleta Lime, no es el look, sino la bicicleta Lime.
Más roquero que nunca, pero rapero de corazón
Los Ángeles desbloqueó otra inesperada cara del actor: el Timothée roquero. Pisó la alfombra roja con un traje de cuero, de Prada, que se adornaba con distintos pines (un accesorio que en el siglo XX fue tan revolucionario para el rock como para el desarrollo de la cultura juvenil) sobre la americana: fotos de Bob Dylan y referencias a canciones como Lay Lady Lay o Subterranean Homesick Blues. No faltaron las legendarias gafas de sol Ray-Ban colgando del bolsillo, y con el nombre del ganador del Nobel escrito sobre los cristales.
Llegado el 14 de febrero a Berlín, Timothée se enfundó en un conjunto de chándal rosa pastel, de la firma Chrome Hearts, que poco tenía que ver con San Valentín, y mucho menos con la vida y obra del intérprete de Knockin' on heaven's door. No estaba exento de guiño, sin embargo, para sus verdaderos fans porque aludía a uno de los vídeos más virales del actor.
Así es el nuevo Timothée Chalamet
Corría el año 2012 cuando encarnó a su alter ego rapero, Lil' Timmy Tim, para presentarse en un concurso de talentos de La Guardia High School vestido de pies a cabeza en un chándal del mismo color. Más de una década ha pasado desde entonces, pero la huella digital es eterna, y vídeos que datan hasta de 2008 son evidencia de que esta faceta del nominado al Oscar siempre ha existido. El calzado de su look tampoco es casual, puesto que las Timberland -el primer zapato de montaña 100% impermeable- son un símbolo de Nueva York gracias, precisamente, a la cultura del rap de los 90.
En preparación para su próxima película, Marty Supreme, ha tenido que dejarse el bigote por exigencias del guion, y progresivamente veremos cómo abandona esa estética Americana de Bob Dylan para sacar a relucir su verdadero Yo. Aunque algo sí hemos podido ver durante la promoción de A Complete Unknown: este amante del streetwear, la joyería y las combinaciones atípicas se ha cansado de los protocolarios trajes, por innovadores que fuesen sus cortes. ¿Te ha gustado su cambio?