Alex Rivière ha sido la anfitriona de una de las cenas más exclusivas de la temporada. Este febrero, la empresaria ha debutado en la pasarela Mercedes Benz Fashion Week de Madrid con su firma de prêt-a-porter, Alex Rivière Studio, con una colección compuesta por prendas atemporales que forman el armario cápsula deseado por las mujeres más sofisticadas y elegantes. Sin duda, un sueño hecho realidad que ha decidido celebrar este éxito rodeada de sus amigos y seres queridos en una fiesta muy especial que ha contado con 60 invitados expertos en moda y estilo.
Entre los nombres que han brindado por esta nuevo logro profesional de Alex cabe destacar a Mar Creus, madre de la empresaria; su socia Bea Villarroya; Eugenia Osborne junto a su pareja Miguel Barreiro, Isabelle Junot, marquesa de Cubas; la diseñadora Vicky Martín Berrocal; Edgar Osorio fundador y director creativo de Aquazzura y su marido, el publicista Ricardo de Almeida; el modelo Beltrán Lozano; la influencer Paula Nata; la actriz Cleo Zu Oerringer-Spielberg; la modelo Heloise Agostinelli y su madre, Mathilde Favier, relaciones públicas de Dior; la periodista Sofía Paramio; el artista Robert Rabensteiner; la chef mexicana Karla Cova Villanova; la modelo Angie Landaburu; la consultora Filipa de Abreu; y la también diseñadora Francesa Ruffini.
El escenario elegido para esta cena a la luz de las velas ha sido el exclusivo hotel Rosewood Villa Magna, ubicado en el Paseo de la Castellana. Un refugio de ensueño en el corazón de Madrid que ofrece un servicio de excelencia a sus clientes porque está acostumbrado a recibir a los más ilustres huéspedes desde Elle McPherson a Taylor Swift. A pesar de haber sido reformado por completo recientemente, aún mantiene el legado del Palacio de Anglad sobre el que está levantado con sus jardines, una rica y vanguardista colección de arte, un diseño excepcional y una experiencia gastronómica única: el menú de la cena, sin ir más lejos, fue crema de tupinambo y trufa, lubina con alcachofas salteadas y lemon pie.
Para esta velada tan especial, Alex ha apostado por un favorecedor vestido negro con una pronunciada abertura lateral que le aporta un sutil toque sensual. Un diseño atemporal con una chispa de modernidad que refleja a la perfección el pulido estilo de la emprendedora. Lo ha complementado con accesorios discretos como unos pendientes de brillantes y esmeraldas en forma de flor y un reloj de pulsera dorado. En clave beauty, se ha decantado por una piel y labios jugosos, pero naturales, y ha dado todo el protagonismo a su mirada que ha resaltado con máscara de pestañas. En lo referido al pelo, ha optado por llevar su melena morena suelta y lisa con raya al medio.
En su discurso, Alex Rivière, ha agradecido a su socia Bea Villaroya, por ser su pilar indispensable en su etapa empresarial y a todos sus grandes amigos que la habían apoyado en su carrera profesional como Edgardo Osorio, diseñador de Aquazzura, Heloise Agostinelli, la diseñadora Francesca Ruffin, su madre, Mer Creus, y el resto de rostros conocidos que no quisieron perderse la velada. En la decoración ha primado el blanco y el negro con el toque rojo de las las rosas que recorrian las mesas imperiales que han protagonizado esta cena. Elegante y minimalista, como la propia Alex Rivière.
Así es Alex Rivière
La moda ha sido la pasión de Alex desde que tan solo era una niña. Con constancia y esfuerzo ha logrado crear una comunidad virtual de más de un millón de personas siendo un icono de estilo y referente de lujo y grandes marcas. Directora creativa, diseñadora, modelo… no hay reto que se le resista. Eso sí, "la niña de sus ojos" es su firma, la cual creó en pleno confinamiento y que le está dando grandes alegrías. “Es un sueño hecho realidad, he trabajado mucho para llegar hasta donde me encuentro hoy y estoy convencida de que esto es solo el inicio”, ha expresado en una reciente entrevista con la revista ¡HOLA!
La vida también le sonríe en lo personal. En 2022, Alex pasó por el altar con Christian Sieber, de origen austriaco y CEO de una firma de inversión líder que asesora y crea empresas a la vanguardia de la tecnología. El telón de fondo de esta boda de cuento de hadas fue Venecia, concretamente el palazzo Papadopoli del siglo XVI, actualmente sede del hotel Aman. 150 personas, muchas de ellas pertenecientes a la aristocracia y alta sociedad centroeuropea y catalana, fueron testigos de este ‘sí, quiero’ que combinaba ingredientes de lo mejor de la dolce vita y la era dorada del antiguo Hollywood.