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Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA

Hablamos con Guiomar Alfaro, modelo de 55 años imagen de Madrid Fashion Week: 'La moda me ha salvado la vida'

Es profesora de la Escuela Oficial de Idiomas, hace más de dos años decidió retomar la carrera de modelo que aparcó en su juventud y ahora arrasa dentro y fuera de nuestras fronteras


18 de febrero de 2025 - 19:19 CET

Le gusta la palabra reto y no hay nada que la frene. Guiomar Alfaro es un ejemplo de pasión, superación, determinación y ganas y tiene una energía contagiosa. Escucharla hablar, no solo de moda, sino de sus estudios, de la vida y de las ganas de alcanzar sus sueños es motivador.

Su nombre empezó a ocupar titulares hace más de dos años cuando subió a las pasarelas pasados los 50 años. Estábamos acostumbrados a ver siempre en los desfiles mujeres jóvenes, pero cada vez hay más representación de todas las edades porque la moda no entiende de edad y hay hueco para todos. Y un ejemplo claro de ello es que ha sido la elegida para ser la imagen de la edición de Madrid Fashion Week que arranca ahora y su rostro inunda desde hace días las calles de Madrid.

Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA
Sobre estas líneas, la modelo con bañador de Victoria Cimadilla, falda de Hortensia Maeso, bolso de Magrit y pulsera de Sahati

Nacida en Navarra, su actitud y personalidad han hecho que su rostro traspase fronteras, acaba de llegar de trabajar en China y ahora, a sus 55 años, se está abriendo camino con paso firme en París... y esto tan solo es el principio de su regreso a la moda porque para ella este no es un mundo nuevo. Ya trabajó en la industria desde que era adolescente de la mano de su hermana gemela, pero aparcó la profesión a los 28 años para dedicarse por completo a su trabajo en la Escuela Oficial de idiomas, donde entró en 1991, y volcarse en el cuidado y la educación de sus dos hijos, Alexandra y Ben. Pero decidió regresar y como hemos dicho al principio, nada puede frenarla.  

Motivada por su hijo, quien además de ser abogado es modelo, volvió a pisar con fuerza las pasarelas y han llegado a desfilar juntos. Esta vuelta ha sido su mejor medicina y ahora disfruta de casa segundo de esta nueva oportunidad como modelo que le ha dado la vida, un trabajo que sigue compaginando con su faceta de profesora. Con ella hemos podido hablar antes de que comience Madrid Fashion Week y nos ha contado todos los proyectos que tiene por delante y cómo ha llegado hasta aquí. ¿El secreto de su éxito? Simplemente ser ella. 

Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA
Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA
Vestido rojo de Rubén Hernández, collar de Marina García y tacones de Christian Louboutin

-Eres imagen del cartel de esta edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, ¿qué significa para ti ser el rostro de un evento tan importante?

-La historia es muy bonita. Recibí la noticia estando en clase, en la Escuela Oficial de Idiomas. De repente veo que me llama Concha Díaz de Villegas, salí para coger la llamada y me propuso ser la imagen de la próxima campaña de la Semana de la Moda en Madrid. Me mandó el cartelón, que en principio iba a ser en la Plaza de la Villa y luego fue en la Puerta de Alcalá y me quedé alucinada. Me dijo: “Te queremos a ti. Tu imagen va a empapelar Madrid”. Le gusté mucho en el desfile inaugural de Madrid Es Moda y pensaba que yo era la más indicada. Le dije que hablábamos luego y fui a decírselo a mi pareja y a mis hijos… ¡Me parecía demasiado! Era un honor, un privilegio.  

-Tuvo un gran revuelo mediático cuando desfilaste con tu hijo, ¿cómo lo viviste?

-Fue hace dos o tres ediciones cuando estuvimos juntos en la pasarela por primera vez y desde entonces, hemos repetido varias veces. Mi hijo, Rubén Serrano –al que llama “Ben”-, fue quien me impulsó a volver a las pasarelas y yo estaré eternamente agradecida porque es lo mejor que he podido hacer. Me ha dado la vida. Es muy bonito saber que las mujeres de 50 años, cuando encontramos una pasión, nos da la vida. Recuerdo que estando con la ginecóloga, le decía que tenía muchas ganas de llorar y le preguntaba: ¿qué me pasa? Y ella me decía que siguiera con mis pasiones que eso me quitaría las ganas de llorar. Ahora hablo con periodistas, me entrevistan, voy a hacer un desfile, un “shooting” y se me olvida todo. Estoy hablando contigo y soy feliz. Creo que lo que hizo mi hijo de impulsarme ha sido una revolución, sobre todo el año pasado que he desfilado con Ben tanto para Pablo Erroz, como para Acromatyx, que hemos hecho muchas cositas de “Like Mother, Like Son”, y eso de desfilar con mi hijo es que me encanta. Además, somos dos personas con dos vidas muy diferentes, pero al mismo tiempo, similares, porque los dos tenemos dos vidas. Él no es solo modelo, él es abogado de Deloitte. Terminó su carrera y su máster con notazas y luego lo ves por ahí desfilando, super enrollado, super inquieto intelectualmente y vestido muy de moda. A mí me gusta que tenga esa personalidad, porque al final creo que es la misma que la mía, que pasamos de todo, no tenemos miedo a nada y nos lanzamos.

-La menopausia es aún un tema tabú para muchas mujeres y tú has hablado siempre de ello con total naturalidad, ¿crees que se debería normalizar?

-Yo empecé a decir la verdad sobre mi menopausia precisamente hace un año, que me dio uno de estos sofocos, que iba muy abrigada con un abrigo de lentejuelas de Acromatyx y Ben estaba por ahí y le digo: “¡Guau! Me está dando un súper sofocón”. Y entonces, me vio una chica de Telemadrid, monísima, Estefanía Esteban, y salió una entrevista muy bonita, ese sofoco se hizo revolucionario y a partir de ahí, yo lo he hablado con normalidad. La gente me pregunta por la menopausia y yo lo digo y lo diré: a mí la moda me ha salvado la vida, pero no solo la moda, lo que hay detrás de la moda, conocer a gente bellísima, diseñadores, fotógrafos, periodistas… El otro día hablaba con Gala Regnault, que es una fotógrafa bárbara que conocí en Madrid Fashion Week y que nos hemos hecho amigas. Al final, creo que valoro mucho en esta época de mi menopausia a la gente positiva, con valores como los míos. Esto me ha ayudado y hay que normalizar la menopausia, hay que normalizar los sofocos porque te dan y te dan. En clase mismo, cuando me pasa, digo “abran la ventana” porque hay que normalizar esto y todo. Porque este es uno de los síntomas, pero también hay pérdida de concentración, hay veces que no te salen las palabras… Y ahora mira, estoy en el momento que más verborrea tengo, por eso digo que la moda me ha ayudado –ríe-. 

Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA
En esta imagen, lleva vestido de Victoria Cimadevilla
Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA
Sobre estas líneas, lleva blazer de Karl Lagerfeld, pantalón largo de Pinko, bolso de Kurt Geiger, tacones de Ines Domecq y gafas de sol de Prada

-Tras tu vuelta a las pasarelas, ¿ha tenido mucho más volumen de trabajo?

-Desde mi vuelta a las pasarelas he estado con Uno Models y por supuesto todo lo que he hecho con ellos ha sido espectacular. He trabajado para Balenciaga, Adolfo Domínguez, Zara… He hecho desfiles, shootings, de todo y todo me ha encantado. Luego, cuando me marché de Uno Models porque no quería exclusividad, quise probar a través de mis contactos ir sola y ser mi propia representante y se me ha dado muy bien, pero ya era excesivo, ni dormía, entonces he decidido meterme en otras agencias como Fifth Models, Six Management y Lynx Scouting, que son encantadores y agencias más pequeñas por lo tanto más familiares. A mí me gusta más ese trato. Y gracias al booker Xu Guo me ha salido trabajo en China y ha sido espectacular. Así que el volumen de trabajo es muy grande. Me están llamando mucho para publicidad, que hice mucha con mi hermana gemela, pero me encanta la pasarela, me encuentro fenomenal y vendo muy bien lo que me digan ¡Adoro desfilar! Es mi pasión. Estos años podría decir que han sido los mejores de mi vida en muchos aspectos.   

-¿Cómo se vive la moda con 55 años? ¿Con más ilusión que cuando empezaste?

-Lo estoy viviendo con la ilusión de una niña ya no de 15 años, ¡de 12! O sea, Ana Rodríguez, la directora de la Madrid Fashion Week, me dijo una vez hace dos años en el backstage: “¿Por qué no pueden tener todas las modelos la ilusión que tienes tú?”. Porque yo estoy como Pedro por su casa en el backstage, pasándomelo fenomenal, disfruto, bailo... Y claro, eso es lo que quieren los fotógrafos que están ahí, que les prestes atención. A mí me encanta, ¿qué se le va a hacer? Es que disfruto. No lo veo como un trabajo, lo veo como un disfrute absoluto. Es como si fuese la primera vez porque todas las veces que yo hago algo, es como si fuese la primera vez… Y eso que tendría que estar harta de tanta fotografía, pero no, lo hago con una ilusión loca. Y creo que esto va a más, así que imagínate cuando llegue a los 70 años, ¡va a ser espectacular! Voy a tener la misma ilusión que una mujer que se llama María Filgueiras, que tiene más de 90 años y me dice: “Guiomar, quiero desfilar, quiero entrar en el mundo de la moda”. Y esa es la ilusión que yo quiero tener a los 70 y los 80 porque voy a dar mucha guerra y cuando me jubile de la Escuela Oficial de Idiomas querré moda, moda y moda. 

-¿Por qué aparcaste la moda tantos años?

-Fue a mis 28 o 29 años, yo creo que el último anuncio que hice fue de potitos, que yo llevaba a mi hija Ale en brazos. Lo dejé porque en mi casa lo de los idiomas ha estado siempre presente. Mi tío Salesiano era un periodista increíble que hablaba cinco idiomas y era un coco y un visionario y le dijo a mi madre -que ella era catedrática de francés-, que era muy importante aprendizaje de las lenguas. Entonces, nos empezaron a mandar a Inglaterra y a Francia. Fueron unas estancias larguísimas y era carísimo, pero mis padres sabían que nosotras teníamos que terminar siendo absolutamente trilingües (y ahora soy cuatrilingüe que estoy con el italiano). Luego, cuando tuve a mis hijos, dejé la moda porque quise hacer el “home schooling”, que es el aprendizaje en casa hasta los seis años y les enseñé todo, con mucha disciplina y esfuerzo, en inglés y francés. El español luego lo aprendieron en el colegio y ahora con trilingües. Por supuesto, yo seguía trabajando en la Escuela Oficial de Idiomas, pero el resto del tiempo lo dedicaba a mis hijos y gracias a eso tienen las vidas que tienen, que estoy súper orgullosa de ellos, tanto de Rubén como de Alexandra. 

-Tu hermana gemela, que era modelo contigo, ¿no se ha planteado volver como tú?

-En su momento era ella la que impulsaba a todo, desde los 16, 17 años. Cuando vinimos a Madrid, me empujaba a que hiciera algo de moda, porque a mí no me llamaba entonces mucho la atención, pero la seguía. Ella adoraba la moda y, además, se parecía mucho a Judit Mascó. Pero ahora la vuelta la he querido hacerlo yo sola. En su momento era como el “elemento gemelil” y lo petábamos. Fue una época muy buena, pero quería demostrarme a mí misma, y sobre todo a los 50 años, que podía hacer esto sola. Es también una forma de reinventarme. He tenido un apoyo incondicional de mi pareja, Alfonso Palacios, que me ha apoyado absolutamente desde el primer momento. Creo que sin él, a lo mejor no lo hubiera hecho, porque por ejemplo, lo de trabajar en China, si no va él, yo no habría ido. Me han permitido que vaya él y ha sido espectacular. Ese apoyo a mí me ha me ayuda muchísimo.

-Desde tus inicios hasta ahora, en esta vuelta como modelo, has trabajado con muchos diseñadores, ¿cómo ves que ha evolucionado la moda?

-Poquito a poco. Yo llevo un año diciendo que quiero ser la Next Spanish Balmain Lady y puede que en marzo esté desfilando para Olivier Rousteing. Ahora acabo de fichar por la agencia francesa Silver, con los que tengo un “feeling” que a mí me gusta. Precisamente de esa agencia han salido los modelos que han trabajado para Olivier Roustaing, director creativo de la casa Balmain, que es mi ídolo. Los diseñadores se están dando cuenta que tener mujeres de más de 50 con esta pasión con personalidad en la pasarela, vende. Y en España vamos emulando esta tendencia de París, de Milán.  

-¿A qué retos te has enfrentado en tu carrera de modelo?

-Me gusta la palabra reto, lo veo como algo positivo para mí. Todo lo que suponga un esfuerzo me encanta y ahora, mi reto es poder llegar a Olivier Rousteing. No me corto un pelo, le he dejado mensajes hasta a su chófer. ¿Por qué? Porque me ha empezado a seguir, entonces no me corto. Y este año ha sido una revolución mediática total y los directores de casting internacionales ya saben quién soy y en marzo haré un debut internacional exclusivo en París, junto con otras opciones muy interesantes que me están saliendo.

-Antes había muy poco espacio en la moda y en otros sectores como el cine o la música para mujeres de más de 50, ¿crees que la tendencia ha ido cambiando o todavía queda mucho por hacer?

-Lo de la música, lo del cine, por supuesto que hay que ir trabajándolo. Hay que ir trabajándolo muchísimo más. Ya lo he dicho en más de una ocasión, que tenemos que emular a toda esa gente que está sacando a mujeres tan preciosas como por ejemplo Ángela Molina, porque las mujeres como ella tenemos muchísimo que ofrecer, tenemos experiencia, nos ponemos el mundo por montera y somos genuinas. Eso es lo que yo quiero destacar. En China me decía, te quieren por tu personalidad, porque eres genuina, auténtica. No quieren una típica cara bonita… Entonces, emulemos a los chinos, emulemos a los parisinos, emulemos a los de Milán, porque la experiencia que da un cuerpo de 50 años en la pasarela va más allá del cuerpo.

-¿Te da miedo el paso del tiempo o eso te preocupaba más antes? Y, ¿cómo te cuidas? Que estás estupenda.

-Qué te voy a decir del paso del tiempo… Jamás he disfrutado tanto como lo estoy haciendo a mi edad. Mi forma de cuidarme es andando estoy todo el día trabajando con el teléfono y andando. También, esto se lo quiero decir a las mujeres de más de 50 años, subo escaleras. Vivo en un ático, que está en un noveno piso, y subo por las escaleras, jamás en ascensor. Hay que subir y bajar escaleras y hacer ejercicio, andar, correr o nadar… Me cuido también haciendo vida sana, sobre todo haciendo ejercicio al aire libre. Vida sana, comer mucha verdura, pero no me privo de nada. También, te vas a morir de risa, no me privo de las patatas fritas, será de la menopausia, pero llevo de clase a las nueve de la noche y me apetece mi vino con patatas y queso y me lo tomo. Eso sí, todo lo que pueda hacer andado lo hago, me cruzo Madrid andando.

-¿Cuál crees que es el secreto de tu éxito?

-Creo que si he llegado donde estoy ya no ha sido solo por esa ilusión que tengo de una niña de 13 años, que todo lo vivo como si fuese la primera vez. No sé… tomo un cocido y estoy flipando con el cocido. Es mi personalidad y esa es la personalidad que he intentado trasladar a mis hijos. Demostrar que una mujer, cuanto más genuina sea, más natural y más auténtica es como más se valora. A mis hijos siempre les he dicho que por favor que sean agradecidos, porque todo hay que agradecerlo el sol, la brisa, yo qué sé, los árboles... Las cosas más mínimas hay que valorarlas. Ahora todo lo que soy va a salir en un documental que van a hacer sobre mi vida, escrito por Luis Illescas. Ya hay una biblia de venta que se está moviendo por diferentes productoras y plataformas. Me emocioné cuando recibí la propuesta porque se ha leído todo de mi vida. Va a tener varios episodios sobre como inspiro, mi historia… ¡Es increíble! 

Por último, ¿qué sueños te gustaría cumplir a nivel personal?

A nivel personal seguir construyéndome a mí misma, como una persona buena, agradable, sin envidias… Yo creo que todos a partir de los 50 años necesitamos hacer esa introspección porque estás en la mitad de la vida y todo pasa muy rápido. Yo hace un minuto estaba en China y ahora empapelo Madrid con los carteles de la semana de la moda, todo pasa volando. No hay tiempo para saborear todas las cosas bonitas que nos ocurren y si nos ocurren cosas feas, como me ha ocurrido a mí que ha fallecido mi madre recientemente -mientras estaba en China-, algo que es ley de vida, pero el saber afrontar eso de la forma más positiva posible, es lo que intento. Por eso quiero rodearme de gente con valores que me ayude en este proceso y me hayan apoyado como las fotógrafas Lazarina Kanorova y Gala Regnault, la estilista Edith Chan, el videógrafo Alex Winax, el subdirector de El Mundo Juan Fornieles y la joyera artesanal Luz de Nehca, entre otros muchos.

Guiomar Alfaro HO+© LAZARINA KANOROVA
En esta ocasión, ha optado por un look de americana de lentejuelas de Hortensia Maesa, pantalones Loewe, sandalias Hispanitas y collar Karl Lagerfeld

SILVER MODEL

Guiomar Alfaro Pablos @guiomaralfaropablos

FOTÓGRAFA

Lazarina Kanorova @lazarina_photographer

ESTILISTA

Edith Chan @stylogystudio_edithchan

MUAH

Edith Chan @edithc.style

FILM MAKER

Alexander Winax @winaxfotografo

ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA

Diego Carbajo @diegocarbajo_

ASISTENTE DE ESTILISMO

Ela Celik @ela1eora/ Flavia Sanez @flaviia.sm

LOCALIZACIÓN

Hotel InterContinental @ eljardindelintercontinental

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