Franziska Mayr-Melnhof se describe a sí misma como "la típica austriaca con un toque de curiosidad". Y aclara: "Por un lado, me encantan las montañas, la naturaleza y estoy muy arraigada a mi ciudad natal (en el norte de Austria). Por otro, me encanta viajar y he tenido la suerte de visitar muchos países diferentes de todo el mundo a lo largo de los años. Me apasiona explorar nuevas culturas, paisajes, idiomas y patrimonio cultural". Franziska nació hace 28 años en el seno de una relevante familia aristocrática.
Su abuela paterna, Maria Anna, es para ella su mayor icono de estilo. Creció en el castillo Schloss Kogl junto a sus tres hermanos mayores, rodeada de extraordinarios paisajes alpinos. "Pasábamos mucho tiempo al aire libre. Tengo los mejores recuerdos de nuestros ratos en los bosques cercanos a nuestra casa o en el lago Attersee, uno de los más bellos de Austria", relata sobre su infancia.
Pronto descubrió su vena creativa, ya que, como nos cuenta, "la moda y el diseño de interiores siempre han estado entre mis mayores intereses. Me gusta experimentar con colores, estilos y tendencias, combinando creatividad con la inspiración de los lugares que visito". Y en su mapa vital, además de Austria, hay varios lugares que lleva en su corazón, entre ellos, algunos territorios del Canadá más salvaje, Madrid y Marbella.
—Franziska, háblanos de tu conexión con Canadá. ¿Qué te une a ese país tan lejano de Austria?
—Mi padre, Friedrich Mayr-Melnhof, posee una empresa llamada Ruby Range Outfitters, una compañía de actividades al aire libre, desde hace casi 35 años, en el territorio del Yucón. Cuando éramos niños, teníamos el privilegio de acompañar a nuestros padres todos los veranos, lo que para mí era el paraíso terrenal. Hoy, si el tiempo me lo permite, sigo yendo allí una vez al año, incluida una parada tradicional en Vancouver.
Naturaleza intacta
—¿Dirías que es tu lugar favorito en el mundo?
—No hay otro lugar en el mundo donde pueda encontrar tanta calma. Es increíble estar rodeado de la naturaleza más impresionante e intacta, estar en medio de la nada sin nada que te distraiga. Hago senderismo, pesco, observo la vida salvaje a mi alrededor o me siento en el porche a leer un buen libro. Todo esto, entre los hermosos colores del verano indio; apenas puedo expresar con palabras lo mucho que me gusta estar allí.
—Trabajas en diseño de interiores. ¿Fue esa tu primera vocación?
—Empecé mi carrera en el sector del "marketing" y las relaciones públicas, dentro de la banca privada en Viena. Sin embargo, después de casi tres años, me di cuenta de que anhelaba un camino más creativo. Desde muy joven me inspiró mi talentosa y creativa madre, que tiene un don increíble para decorar y transformar espacios. Verla trabajar hábilmente con patrones, telas y diseños encendió mi propia pasión y me enseñó mucho en el camino. Esta inspiración tan arraigada me llevó a perseguir mi sueño y ampliar mis estudios de diseño de interiores, en una prestigiosa escuela de Milán.
—¿Cuál es tu estilo, en qué te inspiras para crear espacios?
—Me encanta el estilo escandinavo, los espacios sencillos y limpios, pero con la calidez y la sensación a tierra de los materiales naturales que transmiten autenticidad y atemporalidad. Lo que me inspira a crear espacios es la posibilidad de configurar entornos que fomenten la conexión, la creatividad y el crecimiento personal. Un espacio bien diseñado no solo puede contar una historia, sino transmitir una sensación desde el primer momento.
Marbella y Madrid
—Tu carrera te llevó también a Marbella. ¿Qué nos puedes contar al respecto?
—Tuve la gran oportunidad de trabajar para Marie-Caroline Willms en EMCI Design Studio, en Marbella, una experiencia que me permitió adquirir conocimientos teóricos y prácticos. Marie-Caroline es una de las personas más creativas y con más talento de las que he tenido el privilegio de aprender, y trabajar a su lado fue muy inspirador. Más allá de aprender los fundamentos, obtuve información valiosa sobre su enfoque único del diseño, que abarca combinaciones de colores, patrones, texturas y telas, al tiempo que maximiza el potencial de cualquier espacio.
—¿Conservas buenos amigos de aquella etapa?
—Tengo amigos españoles muy queridos, pero la mayoría vive en Madrid, que visito a menudo, pues es mi ciudad favorita de Europa. Marbella también ocupa un lugar muy especial en mi corazón.
—Lo que más ocupa tu tiempo, si no me equivoco, ahora mismo es tu profesión de modelo… ¿Cómo te convertiste en modelo?
—Mi camino como modelo se desarrolló de forma natural. Comenzó con trabajos más pequeños, hace unos años, creciendo gradualmente en un enfoque más significativo en los últimos tres años. Desde entonces, he tenido la suerte de trabajar con marcas increíbles y de conocer a gente fascinante e inspiradora.
—En tu familia, ¿siempre te han apoyado en tus decisiones profesionales?
—Afortunadamente, lo han hecho. Son muy atentos y siempre quieren lo mejor para mí. No podría desear un apoyo mejor.
—Eres embajadora de una marca de moda histórica, Habsburgo, que es tradicional y artesanal. ¿Te identificas con los valores de esta firma?
—La moda de Habsburg Kleidermanufaktur representa maravillosamente la herencia y la cultura austriacas de una forma moderna y elegante, con un fuerte énfasis en la artesanía y una meticulosa atención al detalle que realmente admiro. Actualmente, estamos diseñando una pieza juntos, lo que también es muy emocionante.
—En cuestiones de moda, ¿cómo describirías tu estilo? ¿Cómo te gusta vestir?
—Describiría mi estilo personal como elegante y atemporal, con un toque cool. Soy el tipo de persona que disfruta con la sencillez de una combinación clásica de vaqueros y camiseta blanca, pero siempre añado accesorios únicos o detalles sutiles para destacar. Tengo una gran pasión por los abrigos y bolsos bonitos, que considero piezas esenciales que elevan cualquier conjunto. Me encantan los colores neutros y considero que mi armario es clásico y versátil. Aunque aprecio las tendencias, no siento la necesidad de seguir todas las que aparecen.
—¿Quién es para ti un icono de moda, a quién admiras?
—Aunque admiro a algunos iconos clásicos del estilo, la persona a la que más admiro en este sentido será siempre mi abuela paterna, que lamentablemente ya no está con nosotros. Era la personificación de la elegancia y el estilo, siempre impecablemente vestida para cualquier ocasión, con hermosas joyas y accesorios. Una auténtica gran dama en todos los sentidos, que nos inspiró a muchos de sus nietos con su gracia y su sentido de la moda atemporal.
Alegría y equilibrio
—¿Qué aficiones tienes, qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre?
—Mis aficiones incluyen viajar, hacer senderismo, jugar al tenis y disfrutar del tiempo que paso con mis amigos y mi pequeño perro salchicha, Tildi. Cada una de ellas me aporta alegría y equilibrio, y me encantan los momentos de conexión que crean.