La reina Sofía se perfiló ayer, viernes 24 de enero, como la protagonista más absoluta de la jornada. La madre de Felipe VI se trasladó a la capital gala para presidir la ceremonia conmemorativa que tuvo lugar con motivo del 150º aniversario de la inauguración del Palacio Garnier. Doña Sofía no quiso perderse este significativo acontecimiento en la sede histórica de la ópera parisina, coincidiendo, además, con la Semana de la Moda de la ciudad. La asistencia de dicha apasionada de la cultura llega después de que, el pasado martes, liderara la cita solidaria Stradivarius por la Dana, en el Teatro Real de Madrid, espacio en el que conquistó con un estilismo formado por un conjunto de dos piezas en brocado floral y satén.
La reina Sofía fue recibida por el presidente de la Ópera de París, Alexander Neef; por el director del ballet de la institución en cuestión, José Carlos Martínez; y el embajador de España en Francia, Victorio Redondo Baldrich. Una velada doblemente especial, por los detalles cuidados al milímetro del acto en sí y por tratarse de un edificio cuya inauguración fue realizada el 5 de enero de 1875 bajo la presencia de la reina Isabel II, madre de Alfonso XII y tatarabuela de Juan Carlos I. En el encuentro, doña Sofía volvió a cautivar con su elección de vestimenta.
El exclusivo vestido con el que la reina Sofía protagonizó la velada
La reina Sofía se enfundó en un vestido largo bañado en azul eléctrico. Un diseño de cuerpo de mangas largas con escote envolvente y falda con sumo movimiento. Se trata de una confección customizada elaborada por el creativo español Alejandro de Miguel, sello predilecto de la madre de Felipe VI, en el que ya confió, por ejemplo, para la boda de Teodora de Grecia, su sobrina. Hablamos acerca de una pieza con la que destacó de entre los demás invitados por estar adornada, a lo largo de la misma, con pedrería y lentejuelas de distintos tamaños en tonalidades metalizadas. Asimismo, decoró su atuendo con el añadido de un broche floral reciclado, una Rose de Noël de madreperla, oro y diamantes de la joyería Van Cleef & Arpels.
La histórica joyería con la que se elevó el diseño 'made in Spain'
En lo que a complementos se refiere, la reina Sofía culminó su impecable propuesta con una capa en azul medianoche para protegerse de las bajas temperaturas con un gusto exquisito, calzado en dorado de puntera redondeada y clutch con brillos. En lo a joyería se refiere, doña Sofía lució sus perlas Kasumiga, en formato collar de triple hilera (que usó en 2013 en la entrega de la medalla del Instituto Reina Sofía a Hillary Clinton y Antonio Banderas) y pendientes colgantes, de la casa Quirós de Oviedo.