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En un mundo de tendencias fugaces y que cambian constantemente, sucediéndose una tras otra sin casi darnos la oportunidad de disfrutarlas realmente, se hace muy difícil encontrar un estilo personal y propio, ajeno a estas corrientes. Con todo en contra, Keira Knightley ha conseguido lo imposible, y en sus casi tres décadas de carrera en Hollywood, la actriz británica se
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Keira Knightley: cómo mantener tu estilo personal durante 20 años
A punto de cumplir los 40, Keira trabaja codo a codo con su estilista Leith Clark para configurar un vestuario fiel a su historial. Lo confirmó en los Globos de Oro, celebrados el pasado 5 de enero, donde acudió con un vestido de tirantes finos en terciopelo negro, hecho a medida por Chanel, que presenta un precioso escote en 'V' bordado con lentejuelas y rematado con un gran lazo. Si bien se inspiró en su último thriller de Netflix, Palomas negras, de ahí el cinturón de plumas sobre su falda de corte imperio, notamos que el diseño tiene mucho que ver con otros que ha llevado en los últimos años.
Inspiración nupcial y romanticismo
La actriz es aliada de la maison liderada actualmente por Matthieu Blazy desde que fue nombrada embajadora de su línea de belleza, en 2007. Es cierto que en su vestidor ahora figuran otras firmas, pero vemos que, en muchas ocasiones, ella sigue apostando por las creaciones de la icónica casa. Eso significa que se aferra a su idilio con los cuellos canesú, los babydoll, las faldas de bailarina y los bordados florales. En la imagen superior, luce un vestido de la colección Alta Costura Otoño/Invierno 2023-2024 de Chanel.
Similar es este look nupcial de tweed con una capa de encaje, de la colección Alta Costura Primavera/Verano 2020 de Chanel, que la intérprete eligió para la premier de su película Rompiendo las normas, en marzo de 2020. Tanto los complementos, desde el cinturón satinado hasta las sandalias negras de plataforma, como las piezas en forma de camelia en oro blanco con diamantes, también son autoría de Chanel.
La reina de la estética coquette
Eso sí, no todo es pompa. En su registro hay lugar para la sencillez, mas siempre en los confines de la estética romántica que la diferencia del resto de actrices. Al fin y al cabo, la protagonista de Orgullo y prejuicio se encuentra en el selecto grupo de celebrities que tiene un estilo propio e inamovible. La británica Erdem, la romana Valentino o la estadounidense Rodarte son algunas de las firmas de moda que le gustan, además de Chanel, porque todas ellas comparten su filosofía.
Sus trajes jamás han sido de tonos llamativos, como el rojo, el naranja o el amarillo, ni de tejidos lisos, sino más bien brocados, con motivos florales en tonalidades de rosa o cualquier otro color pastel. En el Festival de Cine de Venecia de 2012, arrasó con un vestido sacado de la colección Alta Costura Otoño/Invierno 2012-2013 de Chanel que estaba recubierto con flores de tul tridimensionales. En contraste con lo 'cursi' de esta creación, se modernizó añadiendo un cinturón metálico.
En 2006, Keira deslumbró en el estreno de Piratas del Caribe 2: El cofre del hombre muerto con un vestido de alta costura de Chanel igual de delicado y romántico, realizado en gasa y seda de luminoso color blanco. La camelia negra en el centro de su pecho fue el toque final que encontramos, a su vez, en muchos otros de sus looks, al ser uno de los símbolos representativos de la casa francesa.
Ella ha llevado durante años al extremo los preceptos y tópicos de la feminidad tradicional a través de la moda con sus diseños de bailarina, faldas voluminosas, aplicaciones florales o pedrería. ¿Sabías que se casó con un vestido de princesa, una corona de flores y una chaqueta de tweed rosa? Fue un diseño ideado por Karl Lagerfeld originalmente para otro evento menos señalado, una fiesta previa a los Premios BAFTA de 2018. Incluso volvería a desempolvarlo mucho después de su enlace, en la gala Serious Fun Children's Network, celebrada en diciembre de 2013.
Es la chica parisina de ensueño (aunque nació en la localidad británica de Teddington) y consiguió encarnar este mito en la 64º edición del Festival de Cine de Venecia (2007) con un hiperfemenino vestido de tul, de Chanel Haute Couture. El modelito de corte imperio, fajín de lazo rosa y una cascada de cristales bordados, que caen como una lluvia de estrellas sobre su falda, hizo de Knightley la perfecta princesa de cuento de hadas. Una serie de diminutas estrellas de brillantes adornaban su recogido de estilo griego.