Hace apenas unos días, justo cuando dimos la bienvenida al presente 2025, el rey Federico X y la reina Mary celebraron su cena de gala de Año Nuevo, una cita histórica especialmente significativa para ambos, pues fue la primera vez que participaron como reyes. Para la ocasión, Mary de Dinamarca nos deleitó reciclando un estilismo exquisito: el diseño en terciopelo y encaje verde de Birgit Hallstein que llevó en su primer retrato oficial como Reina. Una apuesta muy distinta a la que ha lucido hoy. Los reyes de Dinamarca han asistido, recientemente, a la Recepción de Año Nuevo de la Pareja Real para Diplomáticos acreditados en Dinamarca.
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Un vestido camisero en brocado dorado
El acto se ha llevado a cabo en el Palacio Christiansborg de Copenhague. Durante dicha recepción, Mary de Dinamarca ha destilado suma sofisticación con un vestido que ya formaba parte de su armario real. Se trata de un diseño que fue confeccionado a medida por Teri Jon by Rickie Freeman y que fue elegido por la reina Mary para acudir a una cena oficial en Groenlandia el pasado verano. Una creación reciclada de estilo camisero en brocado con hilatura dorada con cuello redondo, detalle de efecto fajín en la zona de la cintura y abertura en bajo para facilitar el movimiento.
Así como el año pasado culminó su glamuroso atuendo con clutch en piel de serpiente dorada de Judith Leiber y joyería dorada, en esta jornada ha decido sobreponer la pieza protagonista a un cuerpo de cuello vuelto de color blanco. En lo que a complementos se refiere, se ha decantado, en primer lugar, por un clutch con print geométrico en dorado. En segundo lugar, por unos zapatos de tacón con puntera en pico en nude. Y en tercer lugar, por unos guantes largos, también blancos, accesorio invernal que ha elevado el look al máximo nivel.
Las joyas ‘de pasar’
Mary de Dinamarca ha combinado hoy, 6 de enero, su vestido de gala, también, con piezas del joyero real. Hablamos de unos pendientes de diamantes (uno redondo y otro colgante con forma de pera) que, originariamente, pertenecieron a la princesa Ana de Orange. Lo mismo sucede con el brazalete de diamantes ante el que ha sucumbido para hacer frente a la jornada.
En términos beauty, también ha acertado. Lo ha hecho con un recogido bajo con mechones sueltos en ambos laterales: un recurso de éxito para enmarcar el rostro y ofrecer un resultado más femenino y delicado. En cuanto al maquillaje, ha optado por un acabado natural logrado a partir de sombras de ojos brillantes y labial nude.