En 2014, Sofia de Suecia asistió por primera vez a los eventos enmarcados en la entrega del Premio Nobel, cuando aún no estaba casada con el príncipe Carlos Felipe. Solo unos meses después, la pareja se daría el 'sí, quiero' y la exmodelo se mimetizó como una más entre las royals suecas. En cada nueva edición desde entonces, ha acertado con sus looks de gala, procurando proveernos siempre de alguna anécdota interesante.
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Sofia de Suecia y el vestido premamá de lentejuelas de su cuñada
La cena con los galardonados que se celebró en el Palacio Real de Estocolmo este miércoles por la noche no ha sido la excepción a la regla porque, en plena recta final de su cuarto embarazo, la mujer de Carlos Felipe de Suecia ha decidido pedir prestado a su cuñada Victoria un vestido de fiesta premamá que le sentó como un guante a su incipiente tripita.
Victoria de Suecia lo estrenó durante su primer embarazo
Sabemos lo difícil que es sentirse cómoda con ropa de fiesta estando en su estado, ya que evidentemente no es una opción recurrir al típico chándal con elástico, ese que pasa a ser nuestro uniforme a medida que la barriga crece más y más. Es por ello, seguramente, que la princesa heredera le ha querido ceder a Sofia este precioso vestido de lentejuelas azul marino del diseñador sueco Pär Engsheden, un diseño largo, de escote barco y mangas largas, que llevó en la entrega de los Premios Nobel de 2011, cuando estaba embarazada de la princesa Estelle.
Los Nobel, la cita anual que es un despliegue de elegancia
En su caso, complementó el traje con la tiara de los 6 botones, una reliquia familiar que se construyó en la década de los 70 utilizando diamantes que fueron dejando los predecesores de Victoria. A día de hoy, es una de sus favoritas y se la pone con frecuencia, a diferencia de la tiara tan particular que ha elegido su cuñada, Sofia, para la cena de este pasado miércoles.
La tiara Aquamarine Kokoshnik que Sofia tardó en estrenar
Sofia combinó este vestido de lentejuelas azul marino con la tiara Aquamarine Kokoshnik, una alhaja realizada utilizando diamantes y aguamarinas que recibe su nombre por su semejanza con los típicos tocados rusos y que, según expertos en joyería, puede estar valorada en 400.000 euros aproximadamente. Habitualmente, quien la lleva es la princesa Magdalena, hermana menor de Victoria, aunque sí hemos visto a la heredera con la corona puesta, más específicamente en la ceremonia de entrega de los Premios Nobel 2017.
De todas las tiaras que se encuentran a disposición de Magdalena de Suecia, la llamada Aquamarine Kokoshnik es una tan llamativa como especial, de ahí que aproveche cada oportunidad que tenga para recuperarla. Debutó sobre su cabeza en 2015, con motivo de los Premios Nobel. ¿Y de dónde sale esta impresionante pieza de joyería?
Se dice que su primera dueña fue Margarita de Connaught, esposa del rey Gustavo VI Adolfo de Suecia, por lo que intuimos que fue realizada en las primeras dos décadas del siglo XX, mas no se tiene confirmación de la fecha ni de un posible fabricante.
La trágica y prematura muerte de Margarita de Connaught mientras estaba embarazada de su sexto hijo, el cual nunca llegó a nacer, provocó que su primogénito, el príncipe Gustavo Adolfo, heredase sus joyas más preciadas con la esperanza de que una futura reina las llevase. A pesar de que este murió en un accidente aéreo, en 1947, su esposa, la princesa Sibila, sí pudo estrenar esta tiara de grandes aguamarinas en su fiesta preboda, celebrada en 1932. Aunque jamás llegó a reinar, la usaría a lo largo de su vida y hasta su muerte, en 1972.
La princesa Margarita Desirée, primogénita del príncipe Gustavo Adolfo y la princesa Sibila, tomaría prestada en múltiples ocasiones esta alhaja del joyero de su madre, incluso antes de que ella falleciera. La imagen que se aprecia sobre estas líneas fue capturada en 1964, cuando tenía solo 30 años de edad. La última vez que fue fotografiada con dicha pieza fue en 2011, durante la boda de Victoria de Suecia.
La tiara Aquamarine Kokoshnik eventualmente regresó al joyero de la reina Silvia y, por consiguiente, de sus hijas, Victoria y Magdalena. Lo que verdaderamente ha tomado al mundo entero por sorpresa es que Sofia, la mujer del príncipe Carlos Felipe, único hijo varón de los Reyes, llevase por primera vez esta joya en la gala del miércoles. ¿Se convertirá en su nueva preferida o volverá a manos de Magdalena?