Más allá de ser la hermana de una de las estrellas del pop más conocidas del mundo como es Britney Spears, Jamie Lynn Spears nos cautivó a todos por su interpretación en Zoey 101. Después, debutó como cantante, participó en programas de televisión, y hace tan solo un año sorprendió protagonizando Zoey 102, trayéndonos de vuelta recuerdos emotivos del pasado. ¡Hoy analizamos su cambio de estilo en todos estos años!
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En el momento en el que Jamie Lynn Spears debutó, las tendencias de principios de los 2000 estaban en pleno apogeo. Y, ella, como cualquier chica del momento, las seguía de manera estricta: camisetas estampadas, pantalones vaqueros con cinturones anchos, collares de colores o de perlas... Todo lo que era tendencia por entonces, ella lo lucía. Por eso, y porque era una de los nuevos rostros de la pantalla, en 2005 comenzó a configurarse como una de las referentes de moda teen del momento.
Cuando ya empezó a ser reconocida por su papel en Zoey 101, comenzó aacudir a eventos y photocalls como invitada VIP. En estas ocasiones, en las que tenía que elevar la etiqueta, solía recurrir a conjuntos juveniles, casual y propios de la moda de entonces, como tops con minifaldas, colores pastel, y detalles coquetos.
Su estilo fue evolucionando a medida que las corrientes de estilo de la época también lo hacían. En su adolescencia, los estampados y los tejidos con brillo, como el satén, empezaron a formar parte de su armario. Además, por entonces también comenzó a dejar las sandalias a un lado y empezó a probar calzado del que, años después, se declararía fan absoluta, como las botas camperas.
Jamie Lynn Spears fue madre muy joven. En 2008, dio a luz a su hija Maddie, por lo que, durante los años posteriores, se retiró de la escena pública para cuidarla. Una vez pasada la primera década de la pequeña, en 2016 reapareció y lo hizo convertida en mujer. Los tacones, y las prendas de telas ligeras comenzaron a ser indispensables de su vestuario.
Durante ese mismo periodo nos mostró diferentes estilos. A veces desenfadado y casual, y otras muy elegante. Y, aunque no dejó nunca de lado los tonos pastel, sí que otros colores más fuertes, como el negro, lograron hacerse hueco en su armario para acompañar a sus estilismos más elegantes.
Más allá de atreverse con nuevos colores, también empezó a incorporar tejidos novedosos que nunca antes le habíamos visto, acompañando a su transición de niña a mujer. Algunos de los más recurridos por ella fueron el lúrex o el cuero, dos opciones que siempre llaman la atención allá por donde pasan.
En su veintena, también dejó atrás los estilismos formados por ropa más infantil para dar paso a los más sensuales. Escotazos, aberturas laterales, o los hombros marcados fueron tan solo algunas de las claves que dejaban claro que Zoey 101 ahora también era cantante y participante de realities de televisión, no solo aquella chica dulce de Nickelodeon.
Aún así, fuera de cámaras y de escenarios, ella siempre trata de ir cómoda, pero con estilo, como cuando combina camisetas XL con faldas. Un tándem con el que demuestra que sabe perfectamente cómo equilibrar los looks sin caer en extravagancias.
El "menos es más" no parece ser una norma de estilo a seguir de la actriz. A ella le gusta llamar la atención, y sabe que para hacerlo, un buen truco es el de mezclar prendas de tejidos lisos y sencillos, con otros mucho más llamativos, como el satén o el encaje. Aún hay más, pues lo mismo hace con los colores, tratando de ceder protagonismo siempre a uno.
Algo que define a la actriz es su estilo camaleónico. Aunque encasillarle en uno solo resulta difícil, son varias las ocasiones en las que comprobamos que se define fanática del preppy. El color rosa parece seguir siendo su preferido, y lo luce en minivestidos ultra femeninos, con tacones altos y complementos que le dan un aire glamuroso de inmediato, como las gafas de sol XL.
Tanto le gusta pasar días luciendo atuendos súper informales y deportivos, como también arreglarse. Cuando lo hace, suele recurrir a un calzado que lleva meses (o mejor dicho, años) siendo una de las corrientes de estilo más vistas entre estilistas y chicas que inspiran en moda: las botas cowboy. Las luce siempre con vestidos o minifaldas, y tiene tantos pares de colores neutros, como incluso blancos.
Que a Jamie Lynn Spears le gusta el deporte es una evidencia. Hay numerosas imágenes suyas que lo demuestran en las que luce conjuntos deportivos. Aunque a veces los lleva para ir al gimnasio, en muchas ocasiones sale a la calle con estos atuendos cómodos. Las sudaderas, las mallas cortas de ciclista, y algún par de zapatillas que sean tendencia son algunas de sus prendas aliadas para crear looks casual.
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