El 19 de noviembre es siempre una fecha especialmente señalada en el calendario de los monegascos, puesto que el principado celebra su Día Nacional, una fiesta en la que la Familia Real suele reunirse prácticamente al completo para acudir a los diferentes actos que tienen lugar a lo largo de la jornada. Como siempre, ayer comenzaron asistiendo a la tradicional misa en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada para un servicio de acción de gracias, tras lo que regresaron al palacio y saludaron, como es habitual, desde el balcón. Por la noche, los príncipes Alberto y Charlene presidieron una gala en la que tanto la Princesa como el resto de invitadas mostraron su imagen más elegante mediante espectaculares vestidos de terciopelo, volantes y lentejuelas.
Charlene de Mónaco
Aunque a la esposa del príncipe Alberto le encanta arriesgar con sus estilismos, este año ha preferido abogar por el minimalismo más elegante y atemporal. Mientras que por la mañana estrenaba un sencillo y sofisticado traje de chaqueta que nos sorprendía, por la noche continuó con ese estilo mediante un acertado vestido de gala. Se trataba de una pieza de crepé en tono azul noche, un diseño de cuello a la caja y corte asimétrico que contaba con una manga larga abullonada y otra corta con mucho movimiento. Se entallaba a la cintura, de donde partía una falda ligeramente acampanada.
Completó con un bolsito de mano metalizado y unos pendientes brillantes tipo earcuff que trepaban por el lóbulo de su oreja. En cuanto al look de belleza, recogió su melenita rubia en un elegante moño ondulado al más puro estilo Old Hollywood, y optó por un maquillaje festivo en el que destacaba la sombra de ojos plateada.
Carolina de Mónaco
La Princesa brilló con luz propia enfundada en un espectacular vestido confeccionado en un tejido azul marino decorado a base de hileras de pedrería y lentejuelas brillantes, una creación con una discreta abertura frontal en forma de lágrima, hombros estructurados, manga corta, corte a la cintura y falda hasta los pies. Remató con un bolsito de mano negro de efecto trenzado, concretamente el modelo Knot de Bottega Veneta que también tienen otras royals como su cuñada, Charlene, Kate Middleton, Máxima de Países Bajos o la reina Letizia.
Impresionantes fueron también las joyas que escogió para esta noche tan especial, entre las que destacó la gargantilla vintage de diamantes y zafiros.
Alejandra de Hannover y Beatrice Borromeo
No es ningún secreto que la hija menor de la princesa Carolina, Alejandra, es una gran fan de la moda y seguidora de las últimas tendencias, al igual que ocurre con su cuñada, Beatrice Borromeo, mujer de su hermano Pierre. Ambas suelen coincidir en eventos destacados del sector, como la semana de la moda parisina, por lo que no sorprende que, en cada evento público, sus looks sean siempre analizados con lupa.
Para esta cita, Alejandra eligió un vestido granate de escote palabra de honor de Giambattista Valli decorado a base de flores en relieve y lazada sobre el pecho, una pieza de silueta evasé que incorpora una voluminosa falda con cola. Lo acompañó de un set de joyas de brillantes de Cartier compuesto por pendientes colgantes, gargantilla y pulsera, y ha completado, como suele hacer, con un look de belleza muy natural.
Por su parte, Beatrice lo apostó todo al infalible negro con un diseño de terciopelo ideal para las fiestas que se acercan, un vestido de manga corta abullonada, cuerpo entallado y falda en línea 'A' que incorporaba un fular en el mismo tejido. Es un look perteneciente a la colección Crucero 2025 la casa francesa Dior, de la que es embajadora y con la que mantiene una relación muy especial desde hace tiempo. En cuanto a las joyas, llevó un anillo de la línea Galons y pendientes de oro amarillo, oro blanco, diamantes y esmeraldas de Dior Haute Joaillerie
Tatiana Santo Domingo
El terciopelo, tejido estrella cuando llega la Navidad, fue también la apuesta de la mujer de Andrea Casiraghi. En su caso, escogió un modelo verde botella con hombros estructurados, manga hasta el codo, cuerpo entallado y falda decorada a base de volantes. Lo conjugó con unos sencillos salones negros, unos pendientes colgantes decorados con piedras verdes, dos finas gargantillas y una pulsera de brillantes.