Esta semana, la reina Máxima de Países Bajos ha demostrado que para sus compromisos de día la colorterapia es la mejor fórmula para triunfar, sobre todo, en jornadas donde las nubes cubren el cielo. Lo hemos visto, por ejemplo, con su conjunto amarillo mostaza o con el retorno de su falda verde de cuero de cactus. Sin embargo, todo lo contrario, ocurre cuando cae la noche, ocasión en la que opta por un glamur dominado por tonalidades más suavizadas.
Así lo pudimos comprobar el pasado fin de semana durante el encendido de la Torre Dom. Aquella noche la Reina apostó por un look muy sofisticado de pantalones palazzo satinados y capa. Una imagen muy glamurosa y que huía de colores vivos como la que también utilizó ayer 14 de noviembre tras ponerse el sol. Una jornada en la que Máxima participó en la inauguración del jardín de esculturas Don Quijote en el Stedelijk Museum de Ámsterdam, el museo más importante de arte moderno y contemporáneo de Países Bajos.
Un vestido exclusivo de Jan Taminiau
Puro glamur, sin duda, el look que eligió la Reina para esta noche. En concreto, Máxima de Países Bajos se decantó por un brillante vestido de color beis muy clarito de Jan Taminiau, uno de sus diseñadores de cabecera y el mismo que eligió para su coronación hace 11 años. Este diseño, que llama especialmente la atención por las bandas de lentejuelas doradas que recorren el cuerpo a modo de miracle dress, ha sido personalizado para ella, pues el original, que fue expuesto en una exposición sobre su creador hace unos años, tenía la espalda descubierta y no disponía de las mangas abullonadas que sí podemos ver ahora. Además, los adornos de paillettes estaban confeccionados en aquella ocasión con pedrería y no ocupaban tanta superficie sobre la prenda.
Un bolso dorado que estrenó la princesa Amalia
En definitiva, una gran elección para Máxima que nos recuerda al estilo Old Hollywood. Matiz que también se percibía a través de su peinado con ondas muy marcadas. Por su parte, en cuanto a los complementos, la Reina quiso buscar la coordinación con el tono de las lentejuelas que redefinían su silueta, sobre todo con sus joyas, entre las que llamaban la atención sus pendientes largos y con formas flores. En sus manos, la esposa del rey Guillermo reciclaba el modelo Baby Riviera de Marina Raphael (885 euros), que ya lució el 11 de octubre de 2024 en Londres. Sin embargo, no es suyo, sino que pertenece a su hija mayor, la princesa Amalia. Esta lo estrenó el 18 de abril de 2024 durante la visita de los reyes de España a Países Bajos.