Lleva años siendo una de las figuras más relevantes del panorama artístico internacional, pero, en los últimos meses, los focos se han posado aún más sobre Jennifer Lopez tanto por cuestiones personales -su idílica relación con Ben Affleck y posterior divorcio menos de dos años después han generado ríos de tinta- como profesionales. Desde hace varias semanas, se encuentra en una intensa gira de promoción de su película Unstoppable, la cual, por cierto, produce el propio Ben, pero este fin de semana ha sacado hueco en su apretada agenda para asistir al estreno de una de las cintas que más promete dar que hablar esta temporada: Wicked. Junto a Ariana Grande y Cynthia Erivo, protagonistas de esta historia, ha acudido al evento celebrado en Los Ángeles con un impresionante estilismo que nos ha permitido apreciar su tonificadísima figura.
Uno de los eventos cinematográficos del año
El próximo viernes 22 de noviembre llega a la gran pantalla en nuestro país la película del universo de El mago de Oz que narra la historia de Glinda, la Bruja Buena, interpretada por Ariana Grande, y Elphaba, la Malvada Bruja del Oeste, que encarna Cynthia Erivo. Ambas actrices llevan varias semanas recorriendo el mundo con motivo de la promoción de este trabajo, una serie de eventos en los que se han mimetizado con sus personajes, como ya hiciera Margot Robbie con Barbie, y visten únicamente en la gama cromática de cada uno de ellos: rosa y blanco, en el caso de Ariana, y verde y negro en el de Cynthia. Como era de esperar, han repetido esta estrategia en Los Ángeles, y solo podía haber una persona capaz de robarles (parte) del protagonismo.
Look de impacto a la altura de la cita
Jennifer Lopez, ajena a todos los comentarios sobre su relación con Ben Affleck, ha impactado ante las cámaras con un conjunto totalmente fiel a su esencia. Brillos, pedrerías, transparencias, aberturas y efecto segunda piel: ¿puede haber un look más 'Jlo'? La pieza en cuestión se trata de un vestido de Zuhair Murad, uno de sus diseñadores preferidos. Concretamente, pertenece a la colección Primavera 2024 de la línea de Alta Costura de la casa, que fue presentada sobre la pasarela el pasado enero en París.
Profundizando en el vestido, lo cierto es que es una creación que puede considerarse una auténtica obra de arte, puesto que está confeccionada en un tejido cuajado absolutamente de pequeños abalorios brillantes de distintos tipos, desde piedrecitas hasta pequeñas esferas, lentejuelas o piezas tubulares, todas ellas engamadas en tonos tierras, crudos y marrones. Este modelo cuenta con escote halter, el cual deja parte de la espalda al descubierto, detalles cut out en la cintura y una falda larga con profunda abertura lateral, estratégicos cortes que nos permiten apreciar, una vez más, la impresionante figura de la artista a sus 55 años.
Jennifer ha completado con unas altísimas sandalias nude de Jimmy Choo embellecidas con cristales brillantes, así como con un bolsito de mano metalizado. A pesar de que el vestido era suficientemente potente de por sí, ha reafirmado su pasión por el maximalismo añadiendo dos brazaletes de pedrería y un maxianillo. Tampoco ha pasado desapercibida su manicura, en clave XL, con forma afilada y en un tono verdoso con acabado irisado, muy en la línea de la película que iba a ver.
Ha recogido su melena en uno de sus peinados más característicos, un elegante y voluminoso moño de estilo italiano con raya al medio y mechones ondulados sueltos que enmarcaban el rostro. El maquillaje, también muy fiel a su esencia y a juego con el vestido, en tonos tierra que realzan su tez jugosa y con acabado brillante.