La inesperada muerte de la supermodelo Georgina Cooper, a los 46 años, ha conmocionado al mundo. La trágica noticia acerca de la británica, quien despegó como modelo en la década de los 90 junto a su amiga Kate Moss, llega pocos meses después de que se casara en su país natal. Sin embargo, en el momento de su fallecimiento, la top se encontraba en Kos (Grecia), de vacaciones junto a su marido Nigel.
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La industria de la moda está de luto. Según publicó ayer el Daily Mail, la estrella de las pasarelas comenzó a sentirse mal el pasado 21 de octubre, por lo que fue llevada de urgencia al hospital de la localidad griega ya mencionada. Al agravarse su estado de salud, se decidió trasladarla en un avión medicalizado a Creta, la isla más grande del país, con la esperanza de que pudiesen salvarle la vida, pero falleció cinco días después de permanecer en cuidados intensivos.
¿Quién es Georgina Cooper?
Cooper empezó a acumular hitos en el universo del modelaje desde muy pequeña, algo que la impulsó a encontrar su lugar en él. Era conocida como la chica de los dientes separados, peculiaridad que exprimió hasta el punto de ser considerada como uno de los grandes iconos de la época, por su distinguida belleza y una estética que hacía que no pasase desapercibida. Fue descubierta a los 13 años, dado que su madre la inscribió en 1992 en el concurso Elite Look of The Year, certamen en el ocupó el tercer lugar.
Su primer gran logro llegó tan solo dos años después, cuando, con 15 años, apareció en un vídeo musical de Bon Jovi. Con el tiempo, fue fichada por la agencia Premier Model Management, compañía que tenía de clientes a otras leyendas de la talla de Cindy Crawford, Linda Evangelista, Claudia Schiffer, Christy Turlington y Naomi Campbell. Asimismo, trabajó posando para fotógrafos reconocidos como Corinne Day y Elaine Constantine, ocupando las portadas de las cabeceras del momento y desfilando para firmas de prestigio como Helmut Lang, Giorgio Armani o Calvin Klein.
Icono del Cool Britannia junto a Kate Moss
Su impacto en la década de los 90 fue tal que su círculo más íntimo estaba compuesto por figuras míticas como Kate Moss, Jade Parfitt o Erin O’Connor. Contó, a lo largo de su trayectoria, con un estilo desenfadado con aires londinenses que la catapultó como la máxima expresión del fenómeno Cool Britannia, término nacido para referirse al boom cultural desenfadado y vanguardista que estaba germinando en la capital inglesa con la llegada del gobierno laborista de Tony Blair.
Entre 1996 y 2002, desfiló para firmas de lujo de la talla de Christian Lacroix, Ungaro, Max Mara, Michael Kors y Donna Karan. A pesar de su fulgurante éxito, se alejó de la industria a principios de este siglo para centrarse en la crianza de su hijo Sonny, fruto de su primer matrimonio. Solo cuatro meses antes de fallecer, en junio de 2024, se había dado el 'sí, quiero' con quien ahora, tristemente, es su viudo, un hombre británico llamado Nigel.
Sus seres queridos y seguidores están dedicando sus mejores palabras a la que fue la musa más absoluta del espíritu rebelde en los noventa. "Eras un ser humano increíblemente amable y divertido, Georgina. Yo/nosotros te admirábamos y queríamos tanto por la calidez, generosidad y amable travesura que traías al mundo", escribió ayer O'Connor vía redes sociales. "Uno de los amigos más divertidos y traviesos, por no hablar de los más guapos, todos queríamos pasar el rato con George entre bastidores", expresó, por su parte, Parfitt.
Su exagente y uno de sus amigos más cercanos, Dean Goodman, dijo, hace apenas algunas horas, a MailOnline: “Ella amaba Grecia y me dijo que regresaría con su nuevo marido, pero murió trágicamente allí hace quince días”. También confirmó que “Georgina no se había sentido bien durante la pandemia y había desarrollado algunos problemas de salud y había estado ingresando y saliendo del hospital, pero tenía planes para el futuro. Acababa de casarse y estaba deseando que llegara la hora de empezar su vida. Todo el mundo está destrozado. Era una auténtica superestrella”.
La inesperada noticia de su muerte ha provocado un sentimiento de nostalgia entre los expertos en moda y trabajadores de la industria, lo que nos ha llevado a recordar el legado único que ha dejado la top en los pocos años (aunque indudablemente exitosos) que se mantuvo activa sobre las pasarelas.