Ha sido un otoño marcado por las lluvias y, aunque nos apetezca quedarnos en casa, con la mantita y el albornoz, nuestras obligaciones cotidianas nos obligan a buscar alternativas de estilo para surcar el asfalto mojado. Quienes se hayan empapado los cristales de las gafas o el bajo de los pantalones saben bien que el paraguas no basta. Te proponemos 18 looks para estar en tendencia incluso cuando la naturaleza está en tu contra.
Básicos con tu gabardina
Si bien hoy llevemos el trench sin más finalidad que ir en tendencia y protegernos del frío, esta prenda tiene sus orígenes en los uniformes militares para días lluviosos; de ahí su nombre en ingles, que se traduce como trinchera. No hay que dar, entonces, más razones de por qué es un esencial en jornadas de cielo nublado.
Fíjate en el largo de tus vaqueros
Lo último que quieres si te pilla la lluvia es que el bajo de tus pantalones termine empapado, por lo que un vaquero tobillero será la solución fácil para lleva con tu gabardina, aunque también puedes hacerle un dobladillo para crear el mismo efecto. Es la fórmula básica que no pasa de moda ni te falla jamás.
Para la oficina
Puede que tengas que hacer modificaciones a tu armario de trabajo si se pronostican días lluviosos. La situación, aun así, no es tan grave como parece si echas mano de la confiable gabardina, una camisa clásica, pantalones sastre que no toquen el suelo con su bajo y un zapato cerrado de tacón cómodo y suela antideslizante.
Sastrería con botas de agua
Casos extremos exigen medidas extremas. En los años 2000, las botas impermeables se convirtieron en el calzado por excelencia del Festival de Glastonbury gracias a Alexa Chung y Kate Moss, pasando fugazmente del campo (su hábitat natural) a los posados de las chicas de moda. Jacqueline Zelwis combina su uniforme cotidiano de oficina con el icónico par de la marca Hunter.
Calentadores a la vista
Esta es quizá una de las propuestas de tendencia para el invierno que más llamaron nuestra atención en la última temporada de Fashion Weeks: los calentadores, realizados siempre en punto grueso muy gustoso y calentito, pueden llevarse hasta encima de las botas y los zapatos de tacón para evitar que estos se dañen.
Todo oversize
Lo que más me molesta de la lluvia es quedar empapada, incluso habiendo llevado paraguas, y que la ropa se adhiera a la piel. Es por eso que casi siempre me decanto por prendas holgadas u oversize que protejan a las que se encuentran en contacto directo con el cuerpo. Una chaqueta estructurada con pantalones barril, por ejemplo, resultaría ideal en este aspecto.
Minifalda con trench y botas altas
Las faldas suelen ser una negativa cuando llueve, pero no hay por qué huirles del todo si tienen la silueta y la composición adecuada. Nos gustan cortas o midi, pero sin mucho vuelo, que el paraguas tampoco hace magia. Añade un abrigo acolchado o una gabardina larga, que cubra gran parte de las piernas, y no olvides tus botas de caña alta.
Rescata tus biker boots
Además del paraguas, existe otro elemento necesario para hacer frente a la lluvia si salimos a la calle, el calzado adecuado. Por suerte, esta temporada volverá a revivir el idilio con las botas altas de montaña, esas de caña ancha que se adornan con correas de hebillas metálicas. ¿Todavía tienes las tuyas?
El chubasquero
Esta prenda impermeable tiene mala fama entre las expertas en moda por su aspecto absolutamente funcional, de diseño deportivo, pero tanto Miu Miu como Prada nos han demostrado este año que puede encajar de maravilla en looks de estilo colegial más sofisticados.
Estilo preppy
El otoño es la época estrella de la moda académica y de estética preppy, y quizá ello se deba a 'la vuelta al cole' o al hecho de que pasamos todo el verano en bikini y sandalias. Lo cierto es que la sofisticación que aportan estos looks no se compara y es posible seguir llevándolos bajo la lluvia si te decantas por mocasines, en lugar de bailarinas, y una chaqueta acolchada.
Comodidad por encima de todo
No tengas miedo de llevar zapatillas si no quieres cruzar los charcos con tus mocasines de confianza. Las deportivas de moda, de formatos inspirados en los antiguos zapatos de fútbol, se complementan a la perfección con minifaldas de tablas siempre y cuando uses tus calcetines altos.
Efecto cuero
Tejidos como el PVC, la piel o el nailon cobran protagonismo en días de lluvia para salvarnos de la lluvia con su poder impermeable. Una alternativa tan cañera como elegante es optar por el efecto cuero en dosis doble: Leonie Hanne da el ejemplo combinando una americana con sus botas de caña alta.
El poder del color negro
¿No te parecen horribles esos parches mojados que quedan en la ropa cuando has estado bajo la lluvia? Vestir de negro los disfraza, y, por si fuera poco, te hace ver sumamente elegante. Nos inspiramos en Thanya Wong, con su look de blazer XXL, de Vautrait, y botas mosqueteras negras, de H&M.
Capa sobre capa
Un vestido, un chaleco, una americana, un abrigo ligero... No existen mandamientos en el arte del 'layering', la técnica que consiste en sumar varias capas de ropa para protegerte del frío y de la lluvia. En caso de que no estés convencida aún, piensa que también te permitirá lucir todas tus prendas favoritas en un mismo look.
Un golpe de color
No renuncies al color en estos días grises de otoño y opta por un traje monocromático que te estilice al máximo y suba esos ánimos. Se convertirá en tu apuesta más revitalizadora precisamente cuando más necesitas esas dosis de alegría. Te aconsejamos elegir una gama que te guste o favorezca particularmente.
Sudadera debajo del abrigo
Sabemos que habrá detractoras de este truco, pero las amantes del streetwear entenderán. La sudadera de algodón básica, en tamaño extragrande y con capucha, no solo abriga estupendamente y brinda una capa más de calor sino que te da la opción de cubrir la cabeza sin necesidad de apostar todo al paraguas.
Gorrito de lana
Contrario a lo que se piensa, las prendas con finalidades prácticas no necesariamente son enemigas del estilo. Ya hemos visto cómo los chubasqueros o las sudaderas pueden incluirse en looks de otoño. Ahora llega el turno de los gorritos de lana en todas sus formas: la estilista escandinava Janka Polliani combina su look de trabajo más cómodo, de Miu Miu, con una boina en punto azul cobalto.
Reutiliza tu pañuelo
Aunque su efectividad no puede equipararse a la de una capucha, el pañuelo de seda llevado a modo de balaclava es un accesorio tan elegante que nos recuerda a las mujeres más icónicas de mediados del siglo pasado, como Audrey Hepburn o Jackie Kennedy y pone el broche de oro a cualquier estilismo de lluvia funcional y oscuro.