Nos encontramos en pleno apogeo de bodas y celebraciones. Meses cargados de nervios, emociones y preparativos, se concentran en un fin de semana decisivo para los novios: el momento de darse el “sí, quiero” y dejar de ser dos personas a convertirse en una sola carne. Wow, a una se le ponen los pelos de punta.
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La última fue la romántica boda de Beatriz Lizarriturri y Juan Ruiz de Velasco, el pasado fin de semana en la iglesia de San Miguel Arcángel, en Guadalajara. Dos grandes sagas de nuestro país se vincularon para siempre, la familia de los condes de Vastameroli -los padres de la novia- con los Zunzunegui, una de las familias más importantes de la industria de la moda en España.
Fue una boda muy familiar, donde el cariño y el mimo dedicado se podía palpar en cada detalle de la celebración. Nadie quiso faltar a la boda, incluidas la infanta Elena, una gran amiga de la familia, y otros rostros como el duque de Albuquerque o los condes de Montalbán.
Entre las invitadas destacó Belén Corsini, quien asistió a la boda en calidad de prima e íntima amiga de la novia, además de ser una de sus testigos. Para esta ocasión tan especial, la condesa de Osorno, que ya se ha labrado un nombre entre las más estilosas y elegantes de nuestro país, lució espectacular con la elección de su look de invitada, perfecto para una boda de entretiempo y con el que demostró, una vez más y siendo siempre fiel a su estilo, que la sencillez no está reñida con la elegancia, sino que incluso van de la mano.
Belén Corsini llevó un total look de la firma de complementos y vestidos de invitadas, Mimoki. Optó, en primer lugar, por un vestido liso de la nueva colección Dragon Girl, diseñado por Ana María Chico de Guzmán. Es el vestido Daria, de corte midi y asimétrico con detalles drapeados en la zona central, en color granate, uno de los colores que arrasarán este otoño tanto en el streetstyle como en el universo nupcial. La condesa lo combinó con el abrigo Valentina, con maxi mangas abullonadas -otra de las tendencias favoritas de las invitadas- y en el mismo color, también de la colección Dragon Girl.
Como complementos, Belén lució unos maxi pendientes con detalles granates, que combinaban a la perfección con el look, y bolso a juego con los zapatos, en color nude, de terciopelo y con puntera fina.