"Caprile es Lorenzo, no es solamente Caprile". De esa premisa parten Eloy Martínez de la Pera y José Luis Massó Guirao, comisarios de la exposición 'Caprile Lorenzo', que busca homenajear la figura del que es uno de los modistas más relevantes de nuestro país. La muestra, que recoge más de 100 piezas de Alta Costura flanqueadas por una importante selección de obras de arte de grandes maestros de la pintura, se inaugura hoy y estará abierta al público de manera gratuita hasta el 30 de marzo de 2025 en La Sala Canal de Isabel II (Madrid). Al contrario que otras exhibiciones dedicadas a diseñadores que se organizan de manera cronológica, en esta ocasión han querido romper los esquemas para poder plasmar realmente quién es él y cómo trabaja: "No puede ser lineal, porque nos parecía aburrido. La cabeza de Lorenzo es exuberante, no para de crear en todo momento, al mismo tiempo está haciendo un vestido para la Casa Real, otro para una novia de Badajoz, los vestuarios de las escenografía de Luces de Bohemia para el Teatro Español o creando el vestido para la alfombra roja de Cannes. En el taller se mezclan estos vestidos, y queríamos que esta exposición lo reflejara".
Sin duda, han conseguido reflejar ese mundo interior a la perfección, comenzando con cinco capillas situadas en la planta baja que sirven como punto de partida para entender los orígenes y las inspiraciones más importantes para Lorenzo, las cuales están muy presentes no solo en toda la exposición, sino a lo largo del trabajo de toda su vida: Italia, donde nació y de donde es su familia; el romanticismo, Lorenzo está muy vinculado al siglo XIX; la propia moda y modistas como Valentino, Givenchy o Cristóbal Balenciaga; el Barroco, que lleva en el ADN; y el cine, industria que admira desde pequeño. Una vez descubierto este inicio, que deja, sin duda, con ganas de más, pasamos a conocer el corazón de Lorenzo, como ellos lo definen.
Siete estilismos inolvidables de doña Letizia
A lo largo de una exposición estructurada de manera inusual, con gran verticalidad y una réplica del taller en medio, podemos descubrir piezas tan emblemáticas como algunos de los vestidos de gala e invitada más icónicos de doña Letizia, y no exageramos al decir esto, puesto que realmente son diseños que marcaron un antes y un después en el armario de la actual reina de España. Aunque insisten en que, para ellos, todas sus clientas son igual de importantes, y no han querido colocar fotografías junto a las piezas expuestas ni destacar unas por encima de otras, es inevitable que se nos vaya la mirada a las pertenecientes a la Reina. "Su Majestad ha prestado los vestidos que se le solicitaron, no ha tenido el mínimo reparo en prestarlos, por eso vamos a ver muchísimos diseños que conocemos, que son parte de nuestra historia. Eso sí, pidió que se los devolviéramos porque le encantan".
Si en Italia es emblemático el 'rojo Valentino', en España lo es el 'rojo Caprile', un color que le une inevitablemente a la reina Letizia, quien, desde los comienzos de su relación con el por aquel entonces príncipe Felipe hizo de él una de las señas de identidad de su armario. Los dos looks con los que debutó ante la realeza en 2004 durante la boda de Federico y Mary de Dinamarca son ejemplo de ello, ambos firmados por Caprile y expuestos en esta muestra: un dos piezas compuesto por un corsé de seda fallera con bordados florales de la reina Letizia en 2004 y falda recta y el inolvidable vestido largo que, desde aquel momento, adelantó que doña Letizia iba a dar mucho que hablar en cuestiones de moda. "Nunca hemos visto tan guapa y favorecida a Letizia como en la boda de los actuales reyes de Dinamarca, en 2004, con ese vestidazo" confiesan desde la exposición.
Siguiendo con el rojo, no podemos dejar de mencionar el impecable diseño de gala en cuerpo ceñido de guipur y falda larga de organza atrezada por María Calderón que lució en 2011 para la cena de gala en honor al entonces príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla de Cornualles.
Mención aparte merece, por supuesto, el impresionante vestido 'Cenicienta' que eligió para su preboda, una cena de gala organizada en el Palacio de El Pardo en la cual la etiqueta requería vestido largo para las mujeres. Siendo la absoluta protagonista de la velada, se esperaba que deslumbrara con su estilismo, y así lo hizo. Eligió un modelo confeccionado en un llamativo tejido plateado en shantung de seda natural y tul bordado de pedrería que dejaba al descubierto las clavículas, se entallaba en la cintura y agregaba una voluminosa con cola. Remató con salones a juego, bolso de abalorios y pendientes y collar con colgante de perlas, joyas que eran un regalo de sus futuros suegros, la reina Sofía y el rey Juan Carlos I.
Otros estilismos que se pueden ver son el look que llevó en la boda de Beltrán Gómez-Acebo y Laura Ponte, un dos piezas con cuerpo estilo corsé en crepé de seda natural negra y falda de fieltro bordado o la chaqueta que le vimos en 2006 la visita del presidente de la Federación de Rusia a Madrid, una auténtica joya con brocado de seda natural y lamé rebordado con pedrería y pasamanería. Tampoco falta la falda bordada que se puso para una cena de gala en honor al presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, y su esposa en 2005, realizada en crepé de seda natural y tul plumeti bordado y falda de crepé de seda natural bordada en hilo. "A veces lo combina con este corpiño que nos ha prestado, y otras veces, con una camisa y unos gemelos. Para hacer este traje, Lorenzo tuvo que usar tres mantones de Manila, para que casaran bien todos los dibujos" nos cuenta José Luis Massó Guirao.
Los looks de las infantas
La reina Letizia no ha sido el único miembro de la Casa Real que ha querido ceder algunas de sus piezas más emblemáticas, puesto que sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, han hecho lo mismo. De hecho, esta última ha prestado el vestido más especial de su vida, el de su boda, que data de 1997. Se trata de un traje de mikado lirium de seda natural y lamé de corte imperio inspirado en el modernismo catalán, con mangas largas y escote barco con cola de brocado a juego con motivos modernistas de roleos, lirios, azucenas y estrellas de nieve. Además, también se pueden ver otros de sus diseños de gala como el que se puso para una audiencia privada con el Papa Juan Pablo II en 1998, los dos de la boda de la Princesa Victoria de Suecia y Daniel Westling en 2010 o el que lució para la cena de gala previa a la boda de su hermana, Elena, en 1995.
Por su parte, la hija mayor de los reyes Juan Carlos y Sofía ha participado en esta muestra con looks tan inolvidables como el que escogió para la boda de Victoria y Daniel de Suecia, un impresionante dos piezas de estilo goyesco -una estética que también cuenta con una sección destacada en la exposición- que dio la vuelta al mundo y sigue estando en el imaginario colectivo de todo el país, y que se expone junto a un retrato de Federico de Madrazo con el que conversa a la perfección.
Novias, campanadas e incursión en Hollywood
Pero esta muestra no se reduce, ni mucho menos, al trabajo del modista para la Casa Real. Entre el total de 120 piezas expuestas (una cifra realmente considerable para una exposición de vestuario), podemos encontrar diseños creados para obras de teatro, para actrices, para numerosas novias y madrinas -mediáticas o no-... Tampoco falta un homenaje a esos inolvidables looks que realizó para las Campanadas junto a Anne Igartiburu, siempre teñidos del famoso 'rojo Caprile' para comenzar el año siguiendo la tradición atrayendo la buena suerte.
Como decíamos -y como no podía ser de otra manera-, hay un espacio reservado para las 'novias Caprile', ya sean anónimas o rostros destacados. Además del de la infanta Cristina, entre ellos destaca el primer look de novia que creó el modista madrileño: el de Carla Royo-Villanova para su boda con el príncipe Kubrat de Bulgaria, un modelo con corpiño entallado, mangas farol y falda abullonada que supuso una revolución en el sector debido a su entallado corsé. Tras el éxito que tuvo, llegó otro gran reto: el look nupcial de Cristina de Borbón-Dos Sicilias, prima de Felipe VI, que también se muestra. Se trataba de un modelo conformado por dos piezas, en el que destacaba el cuerpo estilo corsé con manga larga, escote en 'V' y adornos en relieve sobre el pecho y el bajo. De él, partía una voluminosa falda globo rematada en cola, de estilo muy principesco, bajo la que se apreciaba una delicada enagua de encaje. Asimismo, podemos ver el de la hija de Cristina, Victoria López-Quesada, quien se ha casado este mismo año.
Continuando con los vestidos de novia, se pueden apreciar de cerca dos diseños de películas muy diferentes pero totalmente exitosas que tienen en común sus voluminosas faldas de tul: el del personaje de Margot Robbie en El lobo de Wall Street, que, como bien bromean los comisarios, ha abrazado Leonardo Di Caprio, y el que llevaba Clara Lago en Ocho Apellidos Vascos (o, más bien, uno de ellos, ya que en el filme destroza varias veces la falda).
La magia de Lorenzo Caprile también ha llegado a la alfombra roja en numerosas ocasiones y, por supuesto, podemos comprobarlo a través de este recorrido por su trayectoria. Desde el look amarillo de Marta Díaz en el Festival de Cannes 2023 hasta el bordado que lució Emma Suárez para recoger sus dos premios Goya en la edición de 2017 o el conjunto rojo con el que recogió Malena Alterio ganó su 'cabezón' este 2024. "Lorenzo es un modista que da suerte" señalan.