A no ser que seas de las que se pone roja como un cangrejo con tan solo un par de horas en la playa, a todas nos encanta tomar el sol de manera responsable y coger ese bronceado dorado que tan bonito se ve. Con ese toque de color, sentimos que todo queda mejor, aunque hay ciertas prendas y colores que potencian esa sensación, sobre todo ahora que hemos vuelto a la ciudad y el frío comienza a tomar presencia.
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Esta luminosa gama contrasta perfectamente con el bronceado estival al tiempo que lo potencia, así que no pienses que el final del verano supone dejar de lado estas prendas impolutas. De hecho, tanto para el día como para la noche, te recomendamos un conjunto de sastrería holgado.
Su potencia capta miradas al instante, aunque no es la única razón por la que este color eléctrico te ayudará a prolongar el bronceado en la piel. Según la colorimetría, su opuesto en la rueda cromática es el naranja, de ahí que se complementen de maravilla y se realcen mutuamente. Una piel bronceada es su aliado ideal.
Los colores pastel están arrasando al ser sucesores lógicos de las tonalidades neutras y sobrias que dominan en las pasarelas. El rosa palo y el azul bebé son, en concreto, dos de los que más vemos en la moda últimamente y nos viene muy bien porque es la misma piel bronceada la que ejerce de contraste, como ocurre con el blanco. Eso sí, este truco solo funciona si todavía conservas el moreno de tus últimas vacaciones.
El rojo de invierno es más apagado, más cercano al burdeos, y promete convertirse en el tono más visto de la temporada. Sin embargo, si nuestro objetivo es resaltar el bronceado, buscaremos un rojo brillante, ese que inundó los catálogos de moda en los primeros meses de 2024. Lo mejor es que sienta bien a rubias y a morenas, así que todas podemos ponerlo a prueba.
El oliva es un color profundo y rico que complementa a la perfección los tonos marrones, morados y dorados, todos indicados para sacar a relucir la piel bronceada pasadas varias semanas desde que regresamos de las vacaciones. Atrévete con un total look o incorpóralo por partes a tus estilismos para comprobar lo bien que sienta.
Nos recuerda a la alegría y a la vitalidad del verano. Una de las ventajas principales es que resalta nuestro tono de piel ahora que ya está ligeramente bronceado, creando una ilusión óptica que hace que nuestra tez destaque. Eso sí, deberás elegir la tonalidad correcta para ti, entre el melocotón y el naranja brillante.
Las pieles claras son las que más se resisten a los rayos del sol y por ello el moreno tarda en hacer aparición, si es que llega a aparecer del todo. Un as bajo la manga puede ser el amarillo en cualquiera de sus variantes, desde el mostaza hasta el tono mantequilla que tiñe la gabardina de Xenia Adonts.
No es cosa fácil averiguar qué metal sienta mejor a la piel de cada una, pero una vez que lo sabes, no miras hacia atrás. Fíjate en el color de tus venas, ¿las ves azules o verdes? Piensa en cómo te bronceas, ¿tiendes al rojo o al moreno? Respondiendo a estas preguntas, sabrás si lo tuyo es la plata o el oro, y usarás ese metal a tu favor.
Los tonos tierra como el marrón chocolate, el caramelo y el terracota crean un efecto armonioso y natural con la piel bronceada, por lo que se plantean como el sustituto oficial del negro en este aspecto. Así lo confirmaban las pasarelas Primavera/Verano 2025 que se presentaron este pasado mes de septiembre, por lo que la tendencia va para largo.
Los complementos crean la oportunidad perfecta para incorporar algo más de brillo a tu estilismo, así que si te decantas por un color que, de por sí, resalta tu bronceado de verano, como puede ser el tono teja de este traje, no tengas miedo de añadir un bolso que refuerce ese efecto, sea metalizado o de otro color contrastante, como en este caso podría ser el azul cobalto.
La elegancia eterna del color negro jamás debe subestimarse, aunque está claro (y aquí no hay debate) que entre sus propiedades no se encuentra la de potenciar el bronceado. Es por ello que, siguiendo la estela de Leonie Hanne con este precioso look de Schiaparelli, te animamos a combinarlo con piezas metalizadas que atrapen la atención.
Ahora que sabes qué colores resultan especialmente útiles en días grises de otoño, te toca poner en práctica los conocimientos y aplicar nuestras claves de experta en un mismo look. En la imagen, se combina un abrigo ligero en punto marrón chocolate, que se ciñe a la cintura con un cordón de cuero marfil, y unas gafas de cristales naranja al más puro estilo años 70 a juego con un pañuelo de seda estampado.
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