Cuando saltan al terreno de juego de las redes sociales, arrasan. Su forma de adaptar las últimas tendencias a su estilo conquista a sus legiones de seguidores, con las que se podrían llenar varios estadios, y sus números no paran de crecer. No estaba en los planes de María Fernández-Rubíes y Alejandra Navarro ser influencers, pero lo que comenzó como un hobby se ha terminado convirtiendo en una profesión, que cada día tiene más relevancia.
En el caso de María, ya lleva una década en este sector y tiene muy claro que lo más importante es mantener los pies en la tierra. Ella trabaja con varias firmas y sus perfiles son una ventana al mundo de sus eventos, sus viajes y su faceta de madre de dos niños, Nico, de cuatro años, y Patricio, que cumplirá dos en febrero. Además, también triunfa con su pódcast Tómatelo con vino, donde hemos podido conocerla un poco más.
Alejandra, por su parte, ha empezado a despuntar en este universo de creadores de contenido que conoce muy bien, porque pertenece al círculo de amigos de María Pombo, María García de Jaime y Tomás Páramo. Su carrera no ha hecho más que despegar, y su forma de ser y su estilo tienen un gran magnetismo, prueba de ello es que fue una de las invitadas que, recientemente, causó gran sensación junto con María Fernández-Rubíes, en la boda de su compañera y gran amiga Bea Gimeno con Nacho Aragón. Ahora, la próxima novia será ella, ya que se acaba de comprometer.
En este reportaje, María y Alejandra se ven las caras en la pista de tenis, pero aquí no hay rivalidad, ellas son muy buenas amigas y solo suman, dando como resultado un espectáculo de moda, con las tendencias para esta temporada.
María y sus diez años de éxitos
—¿Qué te ha parecido esta sesión de fotos con Alejandra?
Esta sesión con Ale me ha parecido muy fácil y muy entrañable porque para Ale era como su primer proyecto importante y se sentía muy agradecida. ¡Me teletransportó a mis inicios! Y es tan mona, que fue super fácil trabajar con ella y un gustazo.
—¿Desde cuándo conoces a Alejandra?
—La conozco desde hace ya tiempo, pero nos hemos acercado mucho más este año, y de hecho estoy invitada a su boda y no me puede hacer más ilusión. Además, es mi vecina. Manu y Bola se conocieron hace muy poquito y se llevaron genial, y tenemos pendiente una cena en casa.
—¿Qué es lo que más destacas de ella?
Es una persona muy buena, a la que es muy fácil cogerle cariño, y una persona que reafirma las cosas bonitas de los demás y está pendiente de los demás, y eso es muy guay.
—¿Ha sido dura tu vuelta a la rutina, después de las vacaciones?
—Septiembre ha venido cargado de muchos proyectos muy interesantes y mucho trabajo. Está siendo un inicio de año emocionante e intenso, a partes iguales.
—¿Cómo están tus hijos? ¿Cómo ha encajado Nico ser hermano mayor?
—Están fenomenal, ¡ya jugando un montón entre ellos! Es una pasada ver lo mucho que se quieren y disfrutan el uno con el otro. Nico ahora tiene menos celos y está siendo más fácil todo. Porque, al principio, me pareció difícil gestionar el tiempo que le dedicaba a cada uno. Pero una seguidora me dijo que no me sintiese mal, que no me preocupase si sentía que le dedicaba menos tiempo a Patricio del que en su momento le había dedicado a Nico (cuando nació) porque los segundos nacen ya con un regalo que es su hermano mayor y por tanto ya nacen más acompañados. Y me encantó.
Una década
—Vas a hacer, si no lo has hecho ya, diez años en las redes y eres una de las 'influencers' más consolidadas. Si echas la vista atrás, ¿cambiarías algo de tu trayectoria?
—No era consciente de que ya llevo casi diez años, ¡qué fuerte! El tiempo pasa volando. Creo que no cambiaría nada, porque estoy orgullosa de quien soy hoy, y eso es gracias a las experiencias y vivencias previas, por todo lo que aprendes durante el camino. Siempre me he tomado esto como mi trabajo y he intentado ser lo más profesional posible, pero sin que dirigiese mi vida. Mantener mis relaciones y mis amigos de siempre y cuidarlos. Siempre he intentado que mi trabajo no fuera el epicentro de mi vida. Este trabajo me ha dado y me da muchísimas cosas buenas y positivas, y soy consciente de lo afortunada que soy porque me dedico a algo que me apasiona y que me encanta, pero con los pies en la tierra.
—¿Qué es lo más importante que has aprendido en este camino?
—Que nadie triunfa en solitario. Las personas que tienen éxito y hacen grandes cosas siempre están rodeadas de un gran equipo. Aprendí a valorar los equipos y a la gente que tienes a tu lado, que te ayuda en ese crecimiento. También que cada uno tiene su trayectoria y sus tiempos, no puedes estar fijándote de manera constante en lo que hacen los demás. No soy una persona competitiva, pero es importante tener eso muy interiorizado. Hay que currarse las cosas y no pretender que te vengan dadas, hay que trabajar y ser profesional, intentar dar siempre lo mejor de ti, aunque por supuesto haya días y días, y mantenerte humilde.
-¿Cómo llevas tú el paso del tiempo? ¿Te gusta cumplir años o lo llevas mal?
Lo llevo bien. Me gusta mucho cumplir años, creo que nunca vas a ser más joven de lo que eres hoy y que hay que ser muy agradecido y disfrutar. Sobre todo me he dado cuenta de que el tiempo pasa muy rápido desde que tengo niños, a través de ellos, y no me lo quiero perder. Quiero estar presente. Vivo como con añoranza el paso del tiempo. Y con dualidad, porque es como que quieres que crezcan y que sean independientes pero al mismo tiempo no, porque nunca volverán a ser tan pequeños. En fin, la vida supongo.
—Además de por tu faceta de influencer, estás triunfando con tu pódcast 'Tómatelo con vino'.
—Es algo que me hace muchísima ilusión. ¡Volvemos ya! Hemos estado grabando, hemos cambiado el set y será sorpresa. Nos hemos ido al hotel Urso, que estoy muy agradecida con ellos por cedernos un espacio tan maravilloso. Queríamos abarcar un poco más, tener más invitados y ya en casa no cabíamos. Me encanta, porque me permite ser más yo. Gracias al pódcast, he conseguido crear esa vía más orgánica que quizás no me da Instagram.
—¿Cuesta ser una misma y mostrarse ante tantos seguidores?
—Intento ser una persona auténtica, pero quizás lo intento más en mi casa y con mi gente, que son los que me conocen más. En redes reconozco que es algo que me ha costado, porque considero que cuanto más muestras, más herramientas das para que te hagan daño. Creo que es verdad que ganas más fama y notoriedad, y se sienten más identificados contigo que si eres más hermética. Es algo a lo que le tengo mucho respeto, además a Manu no es que le encante, aunque me respeta mucho y sabe que es mi trabajo. Enseño a mi familia, sí, pero no en su día a día.
-Por último, ¿cuál es tu proyecto soñado?
Siempre he dicho que me encantaría hacer algo relacionado con joyas. Pero ahora mismo, no tengo nada soñado, creo que cuando intentamos abarcar mucho quizás nos perdemos un poco por el camino. Estoy muy contenta trabajando como creadora de contenido y con el podcast. Hay que normalizar que no siempre quieras tener otros sueños y otros proyectos, hay que saber cuáles son nuestros límites, hasta dónde disfrutamos y cuándo dejamos de hacerlo.
Alejandra, un nuevo rostro que pisa fuerte
—¿Qué te ha parecido esta sesión de fotos con María?
—Me ha encantado hacer este shooting con ella. El equipo ha sido un sueño, todo fácil, tranquilo y con muy buen ambiente. ¡Un gusto!
—¿Qué es lo que más admiras de ella?
—Es una de las mujeres más fuertes y seguras de sí mismas que conozco, aparte de ser muy buena madre y dedicar mucho tiempo al cuidado de su familia, y eso lo admiro muchísimo.
—¿Cómo llevas que tu nombre suene cada vez más en los medios y redes sociales?
—No es algo en lo que piense, la verdad. Ha surgido así y voy disfrutando de cada momento.
—¿Es difícil mantener los pies en la tierra?
—En mi caso no. Tengo una familia y un grupo de amigos muy sólido, que me ayudan a seguir priorizando lo que verdaderamente es importante.
—¿Qué sientes cuando la gente admira tu estilo?
—Pues me siento afortunada y muy agradecida porque la gente conecte conmigo.
—¿Desde cuándo te gusta la moda?
—¡Desde que tengo uso de razón! Mi madre dice que mis hermanos jugaban a correr, a juegos de mesa, y que yo solo quería lavar y planchar los vestidos de mis Barbies y hacerles conjuntos.
—¿Te imaginabas que acabarías en este sector?
—Siempre supe que acabaría dedicándome a la moda, pero jamás como creadora de contenido. Creo que fui dando pasos que me llevaron a ello, pero nunca fue un objetivo; de repente surgió y vi que era algo que me encantaba.
—¿Quiénes son tus referentes?
—Cher y el personaje de Carrie Bradshaw. Ambas son una gran inspiración.
—Ahora que cambiamos de temporada, ¿cuáles son tus prendas estrella para el otoño-invierno?
—Americanas y trajes de chaqueta oversize, unos buenos Levi’s y botas negras.
—¿Cómo definirías tu estilo?
—Siempre me ha gustado mezclar tendencias con básicos. Y darle un aire gipsy a todos mis looks.
—¿Cómo has comenzado el curso? ¿Qué proyectos tienes?
—Estoy buscando piso para independizarme, decisión que me ha costado, porque soy muy familiar, y despegarme de casa me va a costar lo suyo. Pero estoy muy feliz de vivir esta nueva etapa con mi pareja, Bola.
—Te has prometido este verano. ¿Has comenzado ya con los preparativos de tu boda?
—Sí, ¡qué nervios! Estoy adentrándome en el mundo 'novias' y muy feliz. Son muchas decisiones y desconocía la cantidad de trabajo que hay detrás de cada boda, pero estoy muy ilusionada y con muchas ganas de disfrutar del proceso.
—¿Tienes pensado ya qué estilo de vestido te gustaría llevar?
—Sí. Nunca lo tuve claro, pero desde el día que Carlos me lo pidió, lo supe. De repente, lo tenía clarísimo.
—Por último, ¿qué sueños te quedan por cumplir?
—El mayor de todos. Formar una familia.