Ayer, sábado 28 de septiembre, la princesa Teodora de Grecia contrajo matrimonio con el abogado estadounidense Matthew Kumar en la catedral de la Anunciación de Santa María –también conocida como la Metropolitana– de Atenas. Son varios los invitados pertenecientes a Casas Reales europeas que no quisieron perderse el esperado enlace, como es el caso de la reina Sofía, quien se supo hallar el equilibrio idóneo entre elegante y funcionalidad con su elección de indumentaria.
Sin duda alguna, una de las figuras más aclamadas a su llegada fue doña Sofía, que volvió al lugar en el que pronunció su “sí, quiero” al rey Juan Carlos en 1962. Estuvo acompañada por sus hijas, las infantas Elena y Cristina, y por tres de sus nietos, Juan Valentín, Irene y Miguel Urdangarin, y aprovechó su estancia en la capital para abanderar la moda española. Lo hizo estrenando un sofisticado traje bañado en tono fucsia.
Si bien es cierto que en un principio podríamos pensar que se trata de un impecable vestido, en realidad, se trata de un conjunto de dos piezas. Un set constituido por chaqueta de cuello ligeramente en pico, sutiles mangas abullonadas, detalle drapeado en diagonal y ribete joya en bajo y pantalones largos plisados –con sumo movimiento– a tono. Alejandro de Miguel es el creativo que se encuentra detrás del diseño de la reina Sofía, casa made in Spain en la que ya la hemos visto confiar en otras ocasiones.
Las joyas elegidas tampoco han pasado desapercibidas. La Reina ha cuidado al máximo su estilismo y, para culminar la apuesta, escogió un broche de lazo en platino con diamantes desgastados perteneciente al joyero real, que llevó en la proclamación de don Juan Carlos en 1975. Asimismo, terminó su glamurosa propuesta con la suma de un clutch con destellos y unos zapatos de tacón en beige.