Cada tercer martes de septiembre tiene lugar en Países Bajos uno de sus días más señalados, el Prinsjesdag o Día del Príncipe, con el que dan comienzo de forma oficial al calendario político del país mediante el simbólico acto de la apertura del Parlamento. A pesar de tratarse de una cita de mañana, cuenta con un protocolo de vestimenta digno de cualquier gala nocturna, por lo que Máxima (y sus hijas, en caso de acudir) siempre se decantan por fabulosos vestidos largos que bien podrían ser lucidos sobre la alfombra roja. En esta ocasión, Amalia y Alexia han querido acompañar a sus padres en esta esperada cita, y lo han hecho con estilismos que no han pasado desapercibidos.
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La elegancia de una futura reina
Una vez más, Amalia ha demostrado que sigue los pasos de su madre en cuestiones de moda pero que, a su vez, es más minimalista y discreta que su hermana Alexia, quien adora innovar y sumarse a las últimas tendencias. La heredera al trono ha estrenado un nuevo vestido de gala, pero no ha querido salir de su zona de confort, por lo que ha apostado por una paleta de color y un estilo de silueta que ya le habíamos visto anteriormente. Esto no significa que no haya acertado de pleno, puesto que la princesa estaba radiante.
Aunque, en ocasiones, ha optado por diseños de colores llamativos, los tonos oscuros como azul marino, verde botella o granate parecen ser sus preferidos para este tipo de eventos, algo que no nos sorprende, puesto que son totalmente elegantes y favorecedores. En esta ocasión, ha elegido un original vestido de cuello redondeado, cuerpo ceñido y falda larga, una pieza que incorpora detalles de lo más especiales, como una abertura sobre el pecho y unas espectaculares mangas-capa que llegaban incluso al suelo y hacían las veces de cola.
Conexión con la realeza británica
Esta creación es obra de la firma Safiyaa, una casa de moda que ya llevó en esta misma cita el año pasado y que se caracteriza por sus diseños de gala con capas o mangas especiales y que ya había enamorado a numerosas royals anteriormente, desde Meghan Markle hasta Sofia y Victoria de Suecia o Kate Middleton y Sarah Ferguson. Con estas dos últimas, Amalia ha protagonizado una conexión muy especial, puesto que la princesa de Gales lució una versión personalizada del vestido que lleva hoy la heredera al trono holandés, y la madre de las princesas Beatriz y Eugenia llevó exactamente el mismo hace apenas unos días.
En cuanto a los complementos, ha optado por coronar su peinado, que dejaba su melena suelta con ondas muy naturales, con una diadema de esferas doradas perteneciente a la marca Bijoux Brigitte (9,95 euros) , que coordinaba a la perfección con su bolso de Jacquemus, del mismo tono, y su joyería de oro.
El guiño de Alexia a su madre
La hija mediana de los reyes Máxima y Guillermo Alejandro eligió un diseño muy diferente al de su hermana, un modelo en tono rojo intenso que ya habíamos visto antes, puesto que pertenece a su madre. No es la primera vez que la Reina le presta algo a sus hijas, de hecho, es bastante habitual que luzcan sus bolsos, zapatos y tocados. Sin embargo, esta vez Alexia ha querido ir un paso más allá y ha llevado uno de sus vestidos de gala.
El diseño en cuestión es un vestido de escote en 'V' que cuenta con cuerpo texturizado e incorpora unos delicados plisados en la cintura, detalle que potencia al máximo el cuerpo. Está confeccionado en un tejido de gasa y agrega manga larga y falda vaporosa hasta el suelo. Lo ha combinado con unos guantes de piel en tono crema, bolso de mano en el mismo color y sandalias de tacón cómodo en el mismo color.
Como joyas, unos maxipendientes dorados y un curioso colgante brillante en forma de carita sonriente, que aporta el toque juvenil y desenfadado que tanto caracteriza a la princesa. En su caso, ha querido llevar su melena pelirroja en un semirrecogido con volumen en la raíz y puntas lisas.
El look de Máxima
La soberana ha dejado a un lado sus adorados colores vibrantes y estampados llamativos en favor de un tejido de acabado minimalista, un crepé en tono gris perla con el que se ha confeccionado un vestido de cuello a la caja, manga francesa, corte a la cintura y falda larga. Ha aportado un toque diferente mediante una gran lazada en el hombro, confeccionada en el mismo tejido que el resto del modelo y que cae por el cuerpo hasta media pierna. Además, como es habitual en esta cita, ha completado con un tocado a tono, en este caso una pieza tipo casquete absolutamente elegante, y unos pendientes colgantes brillantes que iluminaban su rostro.