Máxima de Países Bajos © GTRES

Máxima recupera el traje blanco de lino de sello español perfecto para poner el broche de oro al verano

La Reina culmina su estilismo con los básicos más estivales: camiseta marinera, alpargatas y pendientes florales de perlas


31 de agosto de 2024 - 13:00 CEST

A lo largo de las últimas jornadas, la reina Máxima no ha hecho más que recordarnos por qué es capaz de inspirar con sus apuestas de indumentaria a mujeres de gustos sumamente dispares. Es experta en abanderar combinaciones vitamina bañadas en tonalidades vibrantes y defender arriesgados vestidos transparentes de encaje con tocados y original joyería, pero también acoge como nadie las ideas más clásicas y atemporales del mercado, como la que lució ayer en su visita a los voluntarios que están construyendo las carrozas para el colorido desfile de flores de Zundert, evento que consta como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.  

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Máxima de Países Bajos recorrió las zonas de Helpt Elkander, De Berk y Klein Zundert durante la preparación de la 82ª edición de la pasada y, para la ocasión, volvió a abrazar la monocromía. Lo hizo recuperando de su armario una conjunción que resulta ideal para despedir el estío con buen pie. Hablamos de un look constituido por un traje en blanco impoluto confeccionado en lino de Massimo Dutti. Matching set de sello español formado por blazer con solapas, botonadura simple y doble bolsillo y pantalón holgado de pernera recta a juego.

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Para culminar la propuesta, usó, en primer lugar, la camiseta marinera, elemento básico de aires náuticos que, si bien está estrechamente arraigado a la temporada estival, también continuaremos utilizando este Otoño/invierno 2024-2025 (así lo han dictado casas como Givenchy, Loewe o Dior). Con el curso de las décadas, se ha ganado a pulso la etiqueta de infalible del vestidor femenino, satisfaciendo numerosas necesidades alrededor del globo terráqueo. Es por ello que la reina Máxima tiene claro que no puede renunciar a ella.

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En segundo lugar, la mujer del rey Guillermo Alejandro se subió a unas alpargatas, calzado perteneciente a Maison Valentino que es la máxima expresión del buen clima y la estética relajada tan propia de los meses de verano. Escogió una versión de lo más elegante y la aunó a un bolso de hombro en azul navy de Marni. En lo que a joyas se refiere, destacaron por encima del resto de piezas sus pendientes de perlas con reminiscencias florales, perfectos para el especial encuentro con los habitantes de los distintos barrios que están uniendo fuerzas para el histórico acto. 

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