El armario de las chicas de alrededor del globo terráqueo cambió en cierto modo cuando Emily in Paris irrumpió en Netflix. Las vibrantes tonalidades que continúan tiñendo las piezas de ropa y los complementos de las protagonistas de este fenómeno audiovisual y las exquisitas obras de costura con las que nos siguen deleitando las mismas no dejan de confirmarnos que, además de tratarse de un proyecto en el que se plasman las aventuras internacionales (tanto personales como profesionales) de Emily Cooper –interpretada por una icónica Lily Collins–, se ha convertido, con el paso de las distintas temporadas, en un escaparate de ensueño para fichar las tendencias más relevantes del momento.
A sabiendas de ello, no podemos pasar por alto que hoy aterriza en la plataforma de streaming la primera parte de la cuarta entrega de la serie (la segunda llegará el próximo 12 de septiembre), fecha que los fanáticos de la ficción –como nosotras– esperaban con verdaderas ganas. Como acostumbra a suceder, el elenco logró mitigar nuestro deseo horas antes del estreno con una presentación en Los Ángeles de lo más sofisticada. Una premier que reunió a Collins, Ashley Park (en el papel de Mindy Chen) y Philippine Leroy-Beaulieu (en el de Sylvie Grateau), tres mujeres sumamente femeninas que volvieron a convencer con sus mejores galas de invitadas.
Expertas en ofrecer mil y una lecciones en términos de estilo dentro y fuera del set de rodaje, dejaron boquiabiertas a presentes y espectadores con la indumentaria elegida para posar en photocall. Lily Collins dejó claro que si existe un elemento vintage que regresa con mayor ímpetu que nunca ese es el péplum. La británica se enfundó, para la ocasión, en un vestido customizado bajo la firma de Armani Privé. Un diseño negro, de palabra de honor y largo tobillero cubierto de paillettes, conformado por un cuerpo encorsetado que crea un efecto de cadera acentuada y una falda semitransparente con motivos geométricos. Completó el look con salones acharolados y su nuevo (y glamuroso) bob italiano.
Ashley Park, por su parte, triunfó con una creación original perteneciente a Lever Couture. Un vestido metalizado en plateado de escote asimétrico y falda creada a partir de numerosas cintas que dejaban las piernas de la natural de California al descubierto. Dicha confección artesanal se unió a unas sandalias de pulsera con plataforma a tono y una impecable coleta de caballo que otorgaba la atención a su maquillaje tan sencillo como elegante.
Philippine Leroy-Beaulieu tampoco decepcionó con su estilismo. La francesa se decantó por una elaboración de la colección Primavera/verano 2024 Alta Costura de Schiaparelli. Un vestido algo similar al escogido por Collins. Un lanzamiento cuajado de apliques brillantes en negro, de tirantes gruesos, cuello a la caja y prominente cadera. Prenda con abertura frontal y flecos en el bajo que combinó con calzado de puntera metálica a contraste y melena ondulada con la raya en lateral.