Aunque la década de los noventa con estrellas como Claudia Schiffer o Cindy Crawford supuso el auge la profesión de modelo, muchas décadas antes ya esta profesión contaba con reconocidos nombres que revolucionaron cánones estéticos e hicieron historia, como es el caso de la estadounidense Peggy Moffitt. Hoy, el mundo de la moda llora su fallecimiento el pasado 10 de agosto, a los 86 años de edad en California, y debido a complicaciones por la demencia que padecía. Una triste noticia que dio a conocer su hijo, Christopher Claxon.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Estrella de los 60 y protagonista de una icónica foto en topless
Peggy Moffitt, que en realidad se llamaba Margaret Moffitt, nació el 2 de octubre de 1937 en Los Ángeles (Estados Unidos). Tras graduarse, decidió mudarse a Nueva York para formarse en Teatro, una carrera que, tras finalizarla, supuso su vuelta a California. Sin embargo, y aunque sí probó suerte en el mundo de la interpretación, pues participó en títulos como You’re Never Too Young (1955) o The Birds and the Bees (1956) e, incluso, hizo un cameo en la mítica película de Michelangelo Antonioni Blow Up (1966); su éxito le llegó como modelo.
Una imagen estética que era única
Principalmente, su gancho mediático fue su imagen muy personal y diferenciadora. Ella consiguió atrapar la atención con su marcado maquillaje, sobre todo en los ojos que potenciaba con sombras en negro de corte geométrico y larguísimas pestañas postizas, así como por su corte pelo asimétrico y obra de Vidal Sassoon. Icónica, la década de los 60 la convirtieron en una estrella internacional.
Musa de Gernreich
Gran parte de su fama le llegó tras convertirse en musa del diseñador Gernreich, con el que afianzó una gran alianza profesional a la que se uniría como fotógrafo su marido, William Claxton, con quien Peggy estuvo casada desde 1959 hasta el fallecimiento de este en octubre de 2008. La pareja tiene un hijo, Christopher, que nació en 1973.
Con Gernreich, Peggy protagonizó uno de los momentos icónicos de su carrera que supuso toda una revolución para la época. Todo ocurrió a comienzos de los años 60 cuando el diseñador concibió lo que el definió como monikini, es decir, un bikini del que solo se había creado la parte inferior. Esta creación causó mucho revuelo y, de hecho, muchas modelos y publicaciones se negaron a darla a conocer hasta que, en 1964, Women’s Wear Daily optó por publicar una imagen frontal de Moffitt con este diseño. La fotografía se convirtió en noticia mundial y la fama de sus protagonistas creció como la espuma, tanto que, durante toda su carrera, siempre eran preguntados por este momentazo.
Tras la muerte de Gernreich en abril de 1985, Moffitt conservó los derechos legales de sus diseños y llegó a organizar una exposición en el Los Angeles Museum of Contemorary Art’s Pacific Design Center, The Total Look: The Creative Collaboration Between Rudi Gernreich, Peggy Moffitt and William Claxton. Por otro lado, la modelo llegó a lanzar su propia firma de moda bajo su propio nombre en la década de los 2010 que se caracterizaba por diseños activewear de corte futurista.