A punto de celebrar su 43 cumpleaños —el 17 de agosto—, Helen Lindes está mejor que nunca. Físicamente, se mantiene sana y en plena forma, y a nivel personal, ya nos lo decía hace unas semanas en estas mismas páginas, se siente en plenitud. Ha celebrado 25 años de carrera y sigue trabajando —y mucho— en un mundo en el que, hasta muy poco, llegar a los 30 sobre la pasarela era ya un hito. Y la bonita familia que ha formado junto a la estrella del baloncesto Rudy Fernández es el gran regalo de su vida.
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En estas páginas, Helen posa espectacular en Lanzarote, su querida isla, donde regresa cada vez que necesita recargar pilas. Y lo hace justo antes de viajar a Lille, en Francia, con sus niños, Alan y Aura, de siete y cinco años, para animar a 'papá' y la selección española de baloncesto. Son los sextos Juegos Olímpicos del capitán, que consigue un récord histórico en el mundo del deporte en el año de su despedida. Comienza una nueva etapa en la vida de la top y el deportista.
—Helen, justo ahora, cuando hablamos, estás en Francia con los niños acompañando a Rudy.
—Sí, estoy en Lille, la ciudad donde se hacen las preliminares de baloncesto. Si todo va bien, el día 6 de agosto nos vamos a París para las finales. Aquí estoy con Alan, Aura y Mayte, la mamá de Rudy, que siempre me acompaña en estos viajes y es una ayuda genial con los niños. Estoy muy agradecida de tener una suegra tan animada y con la que me llevo tan bien.
—No te hubieras perdido por nada del mundo un momento así.
—Este es un momento único en la vida de Rudy, y para él lo más importante es tener a la familia cerca.
—Son los sextos Juegos Olímpicos de Rudy, un nuevo hito a sumar en su carrera y un momento muy especial para él.
—Es una promesa que le hizo a su padre antes de fallecer, y la ha cumplido. No hay nada más emocionante que eso. Además, está consiguiendo algo histórico en el mundo del deporte: el único deportista del mundo en participar con el baloncesto en seis olimpiadas.
—Y, aparte de jugadores de baloncesto, ¿sabes si hay deportistas de otras disciplinas que hayan participado en seis olimpiadas?
—Creo que Rudy es el único jugador de un deporte de equipo que lo ha conseguido. Sé que hay personas de deportes individuales que sí han disputado seis olimpiadas, pero de un deporte de equipo Rudy es el único. Algo que creo que tiene aún más mérito.
—¿Qué significa para él y qué para ti, que también compartes sus alegrías?
—Es toda una hazaña, pero yo no dudaba que fuera a ser posible. Aunque todo depende también de un equipo, es muy importante la persona que lidera ese equipo, y Rudy es un maravilloso capitán que sabe cómo ganar en los momentos más difíciles.
—¿Y qué tales hinchas han resultado ser Alan y Aura?
—Ahora están en su mejor momento. Además, Alan ha empezado este año a jugar a basket en el cole y lo entiende mejor. Les encanta, también el ambiente de los partidos y vestir la camiseta de 'la Roja'.
—En es una ocasión muy especial, ya que Rudy se retira. ¿Estás viviendo con mucha emoción este camino?
—Es una decisión difícil, después de tantos años y viendo, además, la buena forma física en la que se encuentra Rudy... ¡Podría aguantar un par de años más! Ja, ja, ja... Pero él necesita parar ahora, que está bien, y no cuando el cuerpo le diga 'basta'. Creo que es una decisión inteligente.
— ¿Qué es lo que más admiras de él?
—Su fuerza de voluntad y su profesionalidad, más el talento.
—El 4 de julio hicisteis nueve años de casados, ¿cómo lo celebrasteis?
—Pues afortunadamente estábamos juntos en Valencia y pudimos pasar unas horas juntos de relax. Pero poco más; él estaba concentrado con la selección española y no pudimos cenar juntos. Aunque no me importa, ya lo celebraremos cuando todo esto pase.
—¿Qué planes tenéis para después de París? Supongo que unas merecidas vacaciones...
—¡Sí! Tenemos idea de irnos a un destino de playa con todos nuestros mejores amigos y familia. Alquilar una casa muy grande y disfrutar de estar todos juntos. Rudy es muy familiar y le encanta estar con su gente.
—¿Estás preparada para asumir también una nueva vida? Porque termina una etapa, pero empieza otra también a nivel familiar.
—De eso hablamos mucho Rudy y yo, de que ahora tiene que mantenerse muy activo y ocupado para llenar el gran vacío que le va a dejar el baloncesto. Afortunadamente, es una persona muy inquieta y siempre tiene algún proyecto en mente. Ahora tendrá tiempo para dedicarle a todas esas cosas que le gustan y de pasar tiempo con sus hijos, que es lo que más echa en falta.
Año tras año
—Volver a Lanzarote parece que siempre te da como mucha energía.
—Lanzarote tiene una energía especial, es una isla que te aporta mucha calma y buen rollo. Unos días aquí te recargan para el resto del mes… Intento venir siempre que puedo. Me encanta el mar, la playa, pasear sobre la arena… Es un privilegio tener este clima todos los días del año. Y venir aquí, ya sea verano o invierno es una pasada. El océano Atlántico me maravilla y me llena el alma.
—Te fuiste de la isla con 16 años para ser modelo, ¿qué recuerdas de aquellos tiempos?
—Pues que tuve mucha suerte por la educación que me dieron mis padres y me supe desenvolver muy bien por todo el mundo. Mi madre, siendo británica, me enseñó inglés y, por primera vez en mi vida, me di cuenta de lo afortunada que era por ser bilingüe. Y también que no importaba allá adonde fuera, mi hogar era Lanzarote y siempre tenía un sito a donde volver.
—Cuando comenzaste, ¿tenías un plan b por si la cosa no salía bien?
—Siempre me he sentido muy unida a los animales y mi idea era formarme como veterinaria equina. También me llamaban la atención el periodismo y la publicidad, la cual estudié durante unos años. Estuve matriculada en la Universidad Europea de Madrid y cursé Publicidad y Relaciones Públicas.
—Sigues trabajando como modelo, a pesar de que alguien te dijo alguna vez que tu carrera se terminaría a los 28.
—Nunca pensé que llegaría a estar donde estoy ahora mismo. Vivía el día a día. Y lo normal era dejar de trabajar como modelo antes de los 30. Era lo que me decían casi todas las bookers extranjeras y españolas de las agencias de modelo en las que trabajaba.
—Pues has celebrado 25 años de carrera, ¿te lo hubieras imaginado alguna vez?
—Nunca pensé que podría dedicarme tantos años a esta profesión. He podido ir reinventándome año tras año. Sigo trabajando en España e internacionalmente. Y, además, ahora, gracias a las redes sociales, también he podido ampliar mi carrera. Así que estoy muy contenta de cómo ha evolucionado el mundo de la moda, porque ahora mismo hay un hueco para todos los perfiles y para todo el mundo. Este año, por ejemplo, he renovado varios contratos con marcas y clientes importantes, entre ellas, Rowenta y Clarins. Eso me hace sentir que todavía tengo recorrido por delante. Hoy en día no existe edad para ser modelo y eso me parece fantástico.
—Y el año que viene se cumplen también 25 desde que fuiste elegida 'Miss España', ¿cómo fue aquel año de reinado?
—Fue un año de locura en el que se me abrieron muchísimas puertas, sobre todo en la televisión, donde pude aprender muchísimo. Hice hasta una serie y presenté programas. Fue una gran plataforma para desarrollar mi trabajo y afianzar conceptos que me sirven hoy en día.
En forma
—Hablamos de cómo te ves profesionalmente, ¿y personal y físicamente?
—Soy muy profesional en todo, prudente, puntual, organizada… Eso me ha ayudado mucho a causar siempre buena impresión en mis trabajos. Soy trabajadora y nada quejica. A nivel personal soy más tímida, me relaciono con poca gente, siempre tengo mi círculo pequeño de amigos de siempre y me gusta sentirme parte de algo. Soy muy familiar y casera. Y en cuestión de físico, agradezco infinitamente la genética de mis padres y su educación a nivel de cuidarme desde muy pequeña. Tengo muy buena piel y buen físico gracias a que desde siempre me inculcaron la buena alimentación, el ejercicio físico y el uso de crema solar a diario. Nunca he bebido ni fumado y duermo todo lo que puedo. Eso me ha ayudado a estar y sentirme tan bien en mi edad.
—La genética ayuda, está claro, pero ¿te machacas también en el gimnasio?
—¡El gimnasio ayuda también! Tengo una entrenadora personal con la que hago ejercicio de fuerza tres veces por semana, ¡algo que las mujeres a partir de los 40 deberíamos hacer todas! Tener los músculos firmes es la clave.
—Y en cuanto a alimentación, ¿te dejas seducir por algún capricho?
—Me encanta la comida estival; mi plato preferido es el gazpacho, que suelo hacerlo de diferentes formas y le añado fruta también. El gazpacho de mango o el de sandía son mis favoritos. El capricho al que más suelo recurrir es el helado, no lo puedo evitar, ¡me encanta!
—¿Qué es lo que más disfrutas del verano?
—Llevar poca ropa encima, estar todo el día en bikini, con el pareo, sin maquillaje… Es todo más natural y sencillo.
—Si abrimos tu armario, ¿qué encontramos?
—¡Muchos bikinis! Shorts, sandalias, vestidos ligeros… ¡y poco más!
—Con dos niños pequeños, ¿te has rendido a las zapatillas o aún consigues de vez en cuando ponerte unos buenos tacones?
—¡Qué va! Me los pongo solo en las alfombras rojas, ya incluso para ir a cenar prefiero ir en sandalia plana.