Hay un fenómeno, casi imperceptible, que provoca la devoción que sentimos por los looks del festival de música Glastonbury. Más allá del generoso cartel que presenta cada año para vender sus tickets en cuestión de segundos, y de la espléndida y espiritual ubicación sobre la que se asienta, su fama completa su mérito en esa inclinación que tienen sus asistentes más famosas por vestir como si estuvieran durante una jornada de jardinería en su casa. Puede que nunca lo hayas pensado, pero los sombreros con tank tops y pantalones cortos con flecos en el bajo con botas de agua, o los petos vaqueros y las pañoletas son, desde principios de los siglos, el estilismo rey de cualquier jardinero. Conjuntos resistentes, pensados para durar y cómodos, que siempre han sido alabados al verlos en las mujeres que más inspiran y que, ahora por fin, toman título gracias a redes sociales como TikTok, que los han agrupado bajo el nombre de 'Garden girl' o 'Gardencore'.
La enciclopedia de nuevas estéticas apodadas por la generación Z apunta, sin embargo, que el Gardencore siempre ha estado entre nosotras, solo que no nos habíamos dado cuenta. De hecho toma incluso más presencia ahora, contexto en el que proliferan los alegatos sobre volver a las raíces (cocinar desde cero, apostar por la artesanía, o el do it yourself, entre otras corrientes de estilo de vida que hemos incorporado de manera masiva). Lo dicen los datos: tan solo en Pinterest, las búsquedas de "vida agrícola" han aumentado un 37% de media por mes, y en TikTok, "Garden tok" ha superado el 30%. De ahí que como usuarios necesitáramos escoger atuendos que acompañaran a esta nueva (o vieja) manera de vivir que comenzaba a ser tendencia en 2023. Lo que no esperábamos era encontrarnos con que se trataba de una apuesta que ya habíamos aplaudido en muchos looks que lucieron it-girls del pasado, ni tampoco que, en realidad, es una de las que están luciendo muchas de las chicas que inspiran en moda en el presente.
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Dos estilos de 'Garden girl'
Para entender bien cómo es una Garden girl hay que diferenciar, en primer lugar, dos vertientes. Por un lado, se encuentra esa más soñadora que imaginamos cuando pensamos en chicas que pasean por sus jardines, leen libros en ellos sentadas en columpios, organizan cenas a la luz de las bombillas en mesas largas de madera rodeadas de vegetación con manteles bonitos y una larga lista de invitados, y de vez en cuando se quedan ratos mirando la belleza de las flores o les echan agua con regaderas bonitas. Ellas visten pañoletas con vestidos vaporosos de telas ligeras como el lino, el algodón o el popelín. Suelen apostar por diseños que tengan corpiños ceñidos con nido de abeja, o escotes barco y faldas en vuelo. Pueden ser lisos, o con estampados sutiles de flores o elementos naturales, a menudo, de colores discretos o tonos neutros.
Por otro lado, la otra tipología de Garden girl es aquella que toma el terreno como espacio de trabajo. Ella cuida las plantas, si hay animales los alimenta, y, casi siempre, se ensucia. Por eso su estética es un tanto diferente. Lleva botas de goma o zuecos, sombreros de mimbre, y es muy frecuente verla lucir petos vaqueros o conjuntos denim lo suficientemente resistentes por si surgiera algún imprevisto. A veces, incluso, puede lucir pantalones que le resulten especialmente cómodos, como los parachute, y combinarlos con camisetas básicas metidos por dentro de botas camperas. Su estilo es completamente diferente al anterior, pero guarda un denominador común: su amor por la naturaleza.
Los orígenes del Gardencore se remontan a 2020, cuando la COVID-19 nos obligó a frenar y muchas personas comenzaron a invertir su tiempo en cuidar sus jardines con mayor detenimiento. Otras, lo hicieron después: tras darse cuenta de que la ciudad les sobrepasaba, mudaron sus pertenencias al campo y comenzaron una nueva vida. En ese momento nació también el Cottagecore, otra de las tendencias de moda que a menudo se confunde con Gardencore. Es una obviedad decir que ambas comparten elementos comunes relacionados con la naturaleza y un estilo de vida bucólico, pero tienen diferencias distintivas que se reflejan en sus estéticas y valores.
Cottagecore vs. Gardencore: sus diferencias
El Cottagecore toma inspiración de la vida en el campo y en las casas de campo de épocas pasadas. Los escenarios de quienes se unen a la tendencia (o de quiénes la viven de verdad, habitando estos mismos espacios) suelen ser cabañas rústicas, campos floridos, y cocinas campestres. Es decir, el Cottagecore se centra en la vida rural y romantiza la vida en el campo. Si bien la idea parece clara, la estética puede dar lugar a confusión. Esta corriente de estilo se caracteriza por vestir a sus devotas con ropa vintage y vestidos largos y voluminosos, blusas de encaje, faldas de cuadros, o los chalecos de punto. Los colores tienden a ser suaves y pasteles. La "chica de jardín", en cambio, viste con colores que suelen ser más naturales y terrosos, como los verdes, marrones, y tonos suaves que se encuentran en el entorno natural. Su estética es más práctica que la del Cottagecore (incluso cuando luce vestidos, tienden a combinarse con complementos funcionales), y suele incluir elementos con referencias naturales, ya sea a las flores o a las plantas, herramientas de jardinería, y accesorios como delantales y cestas para recolectar o sombreros que le protejan del sol.
Algunas firmas ya allanaron el camino para avisarnos de que nos toparíamos con esta tendencia. En el terreno masculino, la evidencia fue completa. La colaboración de Nicole McLaughlin con Vans es un gran ejemplo. En el ámbito femenino, la evidencia parece cada vez más obvia. El auge de las clogs lo demuestra, pero que Pantone haya escogido el melocotón aterciopelado, el Peach Fuzz, como el color del 2024, puede que se tratara solo de una primera advertencia.