Como manda la tradición cada 21 de julio, Bélgica celebra su Día Nacional. Un festejo que nos permite ver a la Familia Real participar en diferentes actos, como un servicio religioso, una marcha militar…. y un fin de fiesta con fuegos artificiales. Curiosamente, durante estos compromisos que han compartido con todos los residentes en la ciudad de Bruselas, así como visitantes para la ocasión, ha habido un detalle que ha llamado especialmente la atención: la princesa Elisabeth, heredera al trono, cambió de look en varias ocasiones y, salvo cuando lució uniforme militar, apostó todo al color rosa en distintas tonalidades.
El color rosa en su tonalidad fucsia figura como favorito
La versión más vibrante del color rosa, es decir, la tonalidad fucsia, figura como favorita en el armario de Elisabeth. La Princesa heredera ha definido en numerosas ocasiones su imagen a través de este tono. Por ejemplo, fue su elección para vestir en la ceremonia de la boda del príncipe Hussein de Jordania y Rajwa Alseif en el Zahran Palace de Amán el 2 de junio de 2023. Y ayer 22 de julio no solo llevo uno, sino dos looks en esta matización cromática.
Uno de ellos fue el que lució por la tarde (aproximadamente a partir de las 18:00 horas) cuando acudió al Warandepark en Bruselas donde se desarrollaron distintas actividades culturales y recreativas, lo que permitió a la Princesa saludar a todos los allí presentes. Para la ocasión, Elisabeth estaba radiante con un conjunto fucsia de top con corte capa y pantalón recto, de Emporio Armani. Estas dos piezas no eran nuevas, pues las estrenó el 14 de marzo de 2023 durante su viaje a Egipto junto a su madre, la reina Matilde. En concreto, fue su elección para visitar una exposición sobre su tatarabuela, la reina Isabel, en el Palacio Barón Empain de El Cairo.
Unos pendientes de su madre, la reina Matilde
Para combinar su dos piezas en tono fucsia de Emporio Armani en Bruselas, Elisabeth ha estrenado un bolso de rafia con cadena de grandes eslabones, el diseño Isabelle de Sézane (190 euros). También nuevos eran sus peep toes acharolados en tono nude y cuña de yute, de Michael Kors. En cuanto a sus joyas, la Princesa luce por primera vez los pendientes Campana de Christine Bekaert, que pertenecen a su madre, la reina Matilde. Estos aros presentan un acabado granulado inspirado en la joyería antigua como la etrusca, romana o griega.
Un vestido con minicapa
Sin embargo, el primero de los looks en color fucsia que lució Elisabeth fue el que llevó durante el servicio religioso de Acción de Gracias en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas a las 10:00 de la mañana. Allí, la hija mayor de los reyes de Bélgica estrenó un vestido midi, muy entallado y con hombros recogidos en una minicapa que se prologaba por la espalda a modo de bandas muy anchas. En concreto, esta elección es el diseño Kalika de Safiyya (1.245 euros), el cual también se puede adquirir en tono marfil.
Para combinar su nuevo vestido de Safiyya, Elisabeth ha estrenado una diadema al tono, de la diseñadora belga Fabienne Delvigne. De esta misma, es su clutch, un accesorio bautizado como modelo Vegétaline que ha heredado de su madre. Como calzado, recuperó unos salones de ante en tono rosa palo, los Romy 100 de Jimmy Choo.
Un vestido rebajado para la noche
Al caer la noche, el Día Nacional de Bélgica puso el broche de oro a sus celebraciones con un espectáculo de fuegos artificiales. Para la ocasión, la princesa Elisabeth optó por una versión edulcorada del color rosa para su look. En concreto, estrenó un vestido pastel, con corte cruzado, línea muy fluida y falda en varios niveles que crea un corte acampanado muy favorecedor. Se trataba del modelo Natalia del sello francés ba&sh , el cual se puede adquirir en la actualidad con un 20% de descuento (345 276 euros).