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Hoy, 21 de julio, se celebra el Día Nacional de Bélgica, jornada marcada por diversas actividades, comenzando por la misa del Te Deum, llevada a cabo en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, en Bruselas. Los reyes Felipe y Matilde han llegado acompañados por sus cuatro hijos –las princesas Elisabeth y Eléonore y los príncipes Gabriel y Emmanuel– y, para la ocasión, han elegido sus mejores galas. Ayer, la Reina aprovechó, con motivo del concierto que abre la gran festividad, para recordar la devoción que siente por los vestidos capa, decantándose por un diseño rojo de la firma Essentiel Antwerp extremadamente elegante, cómodo y favorecedor. Esta mañana ha decidido seguir irradiando suma sofisticación, aunque, esta vez, enfundada en una obra en blanco perla.
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Matilde de Bélgica ha aparecido enfundada en un vestido de largo midi con un escote Bardot de lo más exquisito. Una creación con cuello de exuberantes pliegues con la que ha dejado parte de su clavícula al descubierto. Asimismo, la pieza está constituida por cintura ceñida y falda de corte acampanado adornada con botonadura joya en plateado. En lo que a complementos se refiere, se ha elevado la propuesta con zapatos de tacón con puntera en pico, clutch, guantes y pamela, todos elementos teñidos de distintas declinaciones del beige. Hablando de joyería, unos pendientes colgantes han sido los seleccionados.
La princesa Elisabeth, por su parte, ha cautivado a los presentes con un llamativo vestido de tirantes en fucsia a la altura de las rodillas de Safiyaa. Una confección vibrante que ha combinado con un cuerpo de efecto capa a tono para cubrir únicamente sus hombros (y parte de ambos brazos). La también duquesa de Brabante ha culminado su apuesta con salones en ante y clutch y diadema de Fabienne Delvigne en la misma tonalidad que la prenda principal.
Quien ha sorprendido ha sido la princesa Eléonore, que ha sido la única en acudir a la cita con una elaboración estampada de Diane Von Furstenberg. La misma ha lucido un diseño de reminiscencias florales con escote en pico, mangas acampanadas y largo midi. Ha rematado el look con zapatos de tacón en rojo y un peinado sumamente juvenil y estiloso: un semirrecogido con dos coletas y la raya en medio.
Siguiendo con el programa oficial de la familia real, esta tarde se ha celebrado el tradicional desfile militar en la Place des Palais. Entonces, la princesa Elisabeth ha deleitado con un cambio de vestuario: se ha dejado ver en la grada de honor con el uniforme militar, a juego con sus compañeros de la Real Academia Militar de Bruselas.