A estas alturas, no resulta extraño que las mujeres de la realeza compren sus prendas favoritas en tiendas españolas de alcance mundial, pensamos en Zara o Mango, pero nos encanta conocer nuevas marcas más pequeñas gracias a los looks de las aristócratas mejor vestidas, tesoros que quizá se nos hubiesen escapado de no ser por el buen ojo de royals tan elegantes como la reina Mary de Dinamarca. Ella fue quien nos descubrió esta semana a una empresa sostenible y con sede en Barcelona que fabrica desde las montañas del Himalaya prendas muy bonitas con cashmere natural de la más alta calidad.
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El rey Federico X y la reina Mary de Dinamarca se detuvieron a saludar a los fotógrafos este pasado viernes 12 de julio antes de supervisar el cambio de guardia en el patio de su residencia de verano, el castillo de Grasten, solo unos minutos que si bien dejaron apenas unas pocas instantáneas, fueron suficientes para que pudiéramos identificar que la monarca llevaba un cárdigan largo de punto con sello español. Encima de su vestido blanco de algodón, añadió un fino abrigo abierto de cuello chal con dobladillos acanalados que pertenece al catálogo de la firma barcelonesa Mirror in the Sky.
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Un cárdigan de cashmere con sello español
La prenda, según explican en su web, está confeccionada en Nepal con cashmere por artesanos que, además, la tiñen por inmersión utilizando tintes responsables con el medio ambiente, de ahí que se venda por 645 euros. Para acercar al cliente a las filosofías budistas de los artesanos nepalíes, cada pieza viene con un amuleto de Kalachakra hecho a mano. Basado en el concepto de la rueda del tiempo, es un mandala que simboliza pureza, sabiduría y felicidad, y todos están bendecidos personalmente por un Lama.
La empresa familiar de Barcelona que ha conquistado a Mary de Dinamarca
Fundada en 2014 por Rosaura y Pere, madre (diseñadora) e hijo (comercial), Mirror in the Sky es el resultado de un viaje que comenzó en 2014 por el Alto Himalaya, donde se produce el hilo más fino de cashmere natural con técnicas milenarias de alta calidad y particular énfasis en la sostenibilidad. De hecho, hasta el packaging en el que vienen las prendas es 100% ecológico y es realizado por una cooperativa ética de mujeres de Katmandú, Get Paper Industry (GPI), comprometida con el desarrollo social en la zona.
En asociación con General Welfare Prathisthan, GPI lleva a cabo programas para la educación de las niñas, la concienciación sobre el SIDA y la lucha contra la trata infantil, de modo que estamos hablando de moda que, además de ser concebida para durar muchos años, tiene un propósito superior.
Más allá de haber fichado una prenda ultraversátil que puede ponerse con vestidos o conjuntos de básicos de top y vaqueros en los días más fresquitos del verano, la reina de los daneses encontró un comodín de estilo duradero y responsable con el planeta. El estampado tie-dye en tonos de azul, beige y amarillo ocre da ese golpe justo de color a cualquier estilismo sin sobrecargarlo, ideal para las mujeres que no estamos acostumbradas a los motivos y colores más vibrantes. Su elección de calzado siguió la misma pauta: son unas palas de croché con piel de concha, de Arteana, hechas a mano con tiras en tonos de dorado y blanco crudo por artesanos italianos.
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En cuanto a los complementos, se decantó por piezas sutiles que apenas resaltasen, aunque no por ello deberíamos pensar que son poco especiales. La joya de la corona, nunca mejor dicho, es el collar de oro de 18 quilates, de Halberstadt, que lleva un colgante con la inicial de su marido, Federico X, y se complementa con el collar de Dulong que tiene Mary con su propia inicial. El toque final del look, discreto pero más llamativo que el resto de complementos, es su pulsera tipo tenis de la misma firma, adornada con diamantes.