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Giorgio Armani© Getty Images

Giorgio Armani, el revolucionario diseñador que vistió a sus musas de traje, cumple 90 años

El italiano sigue cosechando grandes éxitos y es uno de los grandes referentes en el mundo de la moda


11 de julio de 2024 - 12:47 CEST

El polifacético Giorgio Armani, una de las grandes figuras de la moda a nivel mundial, está de enhorabuena, pues, hoy 11 de julio de 2024, cumple 90 años. Un aniversario que llega en un momento inigualable; de hecho, se espera con expectación su desfile de Primavera/Verano 2025 el próximo mes de octubre, pues tendrá lugar en Nueva York, en lugar de en Milán. Aquí, y con motivo de su aniversario, queremos darte a conocer la historia y éxitos de este artista multidisciplinar que ha ido siempre un paso más allá y que ha construido uno de los imperios más consolidados de la industria.

Giorgio Armani© Getty Images

Los inicios de Giorgio Armani

Armani nació en Piacenza (Italia) el 11 de julio de 1934. Apasionado de la anatomía, su entusiasmo le llevó a estudiar medicina en la Universidad de Milán. Sin embargo, pronto su estudio del cuerpo humano derivó hacia una vertiente mucho más artística, la moda. Tras cumplir el servicio militar y trabajar como escaparatista en los grandes almacenes La Rinascente, empezó a desarrollar su faceta como diseñador que, durante sus primeros años (de 1961 a 1970), se centra en la moda masculina, primero para la firma Nino Cerruti y, posteriormente, por cuenta propia. En 1974, llega su primera colección, que mostraría al público en una cafetería milanesa, y un año después comienza con la aventura de realizar creaciones femeninas.

Armani© Getty Images

El boom de los 80

Poco más de seis años después de debutar con sus primeras propuestas propias, Giorgio Armani consigue establecerse como uno de los creadores más famosos del mundo, en gran parte debito al auge del mundo de los negocios, que hacía que se necesitaran más trajes de chaqueta, una de sus especialidades. Su sello de identidad fue, desde entonces, la elegancia atemporal y la adaptación de líneas de corte masculino al vestidor femenino

La búsqueda de la sencillez y la simplificación de toda ornamentación innecesaria, aunadas a su preferencia por las formas geométricas y la uniformidad, sentaron las bases para la revolución que supuso la llegada de Armani: una respuesta racional a las necesidades prácticas de la mujer a la vez que esta se insertaba en el mercado laboral y una vida más dinámica fuera del hogar.

Armani© Getty Images

Este acercamiento a la sobriedad de la sastrería, no obstante, jamás hizo del minimalismo su filosofía. Los estampados, las siluetas arquitectónicas con volúmenes que realzan las bellezas del cuerpo femenino, así como ciertas influencias tanto del cine clásico y la fotografía como de sus viajes por el mundo (desde Japón hasta Medio Oriente), completan un imaginario que no reduce a la mujer sino que, más bien, la potencia sin necesidad de artilugios estrafalarios.

 Giorgio Armani© GTRES

En sus colecciones más recientes, el italiano ha cogido inspiración de los espectáculos circenses, el fondo del mar o los paraísos tropicales, decantándose por el negro como paleta cromática base en contraste con preciosas tonalidades de rosas, morados, azules o verdes sobre resplandecientes tejidos de organza o seda.

Giorgio Armani© Getty Images

Un imperio más allá de la moda

Trajes, complementos, perfumes, cosméticos, gafas o relojes llevan el sello de Armani a través de sus distintas líneas, pues parte de su crecimiento se debe a que ha sabido diversificar su negocio. Vistió, por ejemplo, a los equipos de fútbol de Italia e Inglaterra y al personal de las líneas aéreas de Alitalia. En enero de 2005, amplió considerablemente su creatividad con su primera colección de Alta Costura, bajo el sello de Giorgio Armani Privé, que sigue existiendo dos décadas más tarde.

Desde 2017, además de con su colección de Alta Costura, la compañía italiana decidió concentrar su oferta en solo tres de sus marcas: Giorgio Armani, Emporio Armani y Armani Exchange. Este cambio supuso el cierre de otras dos etiquetas del grupo, Armani Collezioni y Armani Jeans, las cuales acabaron fusionándose con esas tres principales.

Giorgio Armani© Getty Images

Con los años, su imperio ha conquistado otros ámbitos como la hostelería, la restauración, la decoración y el deporte. Las ambiciones del modisto no conocen límites y, en lugar de permanecer en el estudio de diseño haciendo lo que mejor sabe, hasta se ha atrevido con éxito a abrir una cadena de hoteles en 2010, comenzando por una construcción del más alto lujo en Dubái. Por otro lado, uno de sus últimos grandes hitos personales fue en noviembre de 2021 cuando se le otorgó el reconocimiento como Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana, con lo que se homenajeaba su carrera en todos estos sectores.

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Su idilio con la realeza

El italiano ha sido considerado desde su salto a la fama como uno de los grandes diseñadores de las estrellas, ya que muchas de ellas le consideran como su modisto de cabecera. No solo actrices, modelos y cantantes de todo el mundo se rinden ante él, sino que también miembros de las familias reales europeas lo han hecho. Icónico es ya el sofisticado traje blanco de dos piezas con el que, el 6 de noviembre de 2003, doña Letizia posaba en su pedida de mano con el por aquel entonces príncipe Felipe, que, además, adelantaba el famoso cuello chimenea con el que finalmente pasó por el altar. Un conjunto que recuperaría 15 años después en Marruecos.

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Otra de sus creaciones más fabulosas e inolvidables que elaboró para la realeza fue el vestido nupcial que llevaría la princesa Charlene para dar el 'sí, quiero' a Alberto de Mónaco. En este 2 de julio de 2011, Giorgo Armani confeccionó un diseño en blanco roto de líneas rectas, escote barco y falda con gran cola. Se realizó en seda duquesa y con adornos de flores de piedras bordadas a mano, cristales de Swarovski y madreperlas en forma de lágrimas en tonos blancos y dorados. Horas después, la novia cambiaría su look por otro que también firmaba el italiano: un diseño con cuello a la caja, detalles de transparencias y falda de volantes en capas con detalles de pedrería bordados.

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Vestidos de Oscar

"El cine de Milán era un refugio, un palacio de los sueños, y las estrellas de las películas eran tan glamurosas. Me enamoré de la belleza idealizada de las estrellas de Hollywood", recordaba el modisto en una entrevista publicada en 2009. Quién le hubiera dicho a Giorgio en sus comienzos que vestiría a las más hermosas y talentosas intérpretes de nuestro tiempo unas décadas más tarde. De hecho, los Oscar se han convertido en el escenario donde su moda siempre brilla de forma considerable ganándose el aplauso del público. Es más, ostenta el título de ser uno de los que más nominadas ha vestido, así como ganadoras. Por ejemplo, Diane Keaton llevó un traje de chaqueta y falda para recoger su premio como mejor actriz en 1978, Jodie Foster lo hizo en 1992 con un conjunto de blazer y pantalón de lentejuelas y Cate Blanchett en 2014 con un fascinante vestido con bordados florales en relieve.

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