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El 2024 está siendo un año curioso en cuanto a tendencias de moda se refiere. En un contexto en el que lascorrientes de estilo coquette apuestan por el romanticismo y la ropa que lucíamos cuando éramos pequeñas, aparecen, en contraste, otras direcciones estilísticas que apuestan por vestir de manera contraria: con prendas de carácter masculino, otras que llevaban nuestros abuelos… y muchas punk. Este movimiento cultural de los años 70 acaba de hacer su entrada triunfal en las marcas de lujo para traernos de vuelta aquellas piezas que arrasaban entre los más rebeldes, los amantes de Sex Pistols, y, digámoslo, todos lo que después en los años 2000 nos declaramos fanáticos de Avril Lavigne o las t.A.T.u. Sin embargo, este 2024 vuelve en su versión más refinada, es decir, en pequeños guiños sutiles que nos recuerdan el legado de este movimiento antaño, pero en conjuntos menos transgresores y más sofisticados. A continuación, las pruebas.
Introducir las tachuelas en un look puede ser una tarea complicada si lo que se busca es vestir sin llamar demasiado la atención, ni caer en excesos. Pero hay trucos a seguir, como el de escoger complementos que las incorporen. Ya sea en un bolso, un cinturón, o en alguna solapa de una camisa o chaqueta.
De moteras o con cordones. Planas o con plataformas exageradas a lo chunky. No hay duda en confirmar que las botas son el calzado predilecto de los looks punks. Eso sí, la opción más acertada siempre pasa por llevar aquellas que tengan varias tiras, hebillas, o, por qué no, incluso también tachuelas.
Hay una norma a seguir cuando se trata de unirse a la tendencia punk y queremos lucir algún vestido o falda: debemos escoger aquellas que tengan volantes, pero no uno, ni dos, sino muchos. Y si hay encaje y se combinan con las botas del anterior apartado mejor.
Busca en el fondo de tu armario, coge esos pantalones negros que de tantos lavados ya parecen grises, o los que se rompieron en la zona del muslo. Si no, también puedes llevar los que están rotos (a propósito, o no) en la rodilla. Cualquier pantalón que parezca rasgado o desgastado es ideal para recrear esta estética. Puedes contrastar su estética con una blusa bonita, o, si quieres una alternativa más auténtica, con una camiseta de alguna banda de música.
Metallica, The Clash o Los Ramones son los grupos musicales que más triunfan entre los que son fieles a esta tendencia, sin embargo, basta con escoger camisetas grises o negras que tengan los nombres de sus grupos preferidos estampados en colores que contrasten, como el violeta. Tanto con shorts rasgados, como con faldas metidas por dentro o, incluso si quieres, mallas de ciclista, pueden ser una opción ganadora.
Si has escogido llevar una camiseta de tu banda de música preferida, o una sencilla pero quieres equilibrar la balanza, debes saber que las faldas con estampado tartán son las más acertadas. Sean largas, midi o cortas. Esta sí que es una tendencia punk absoluta.
Ya sea en un cuello, en una blusa muy femenina, o en el bajo de una falda. El encaje, a la par que sensual, denota esta subcultura tanto como el tartán. Por eso, a veces con escoger alguna prenda que lo contenga (o una que esté completamente confeccionada en encaje) resulta suficiente. Es una manera fácil de seguir la tendencia, pero también de combinarla con o tras más girly.
Los collares son uno de los elementos más significativos de esta estética. Aunque antaño se llevaban superpuestos, unos encima de otros, ahora la norma consiste en lucir alguno que sea suficientemente llamativo sobre el escote. Puede ser uno plateado, alguno de perlas largo llevado dado la vuelta, o, incluso, un choker.
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