En el que es su primer viaje de Estado como reyes, solo 48 horas van a pasar Federico y Mary de Dinamarca en tierras suecas, donde llegaban esta mañana a bordo del Dannebrog, la embarcación de su casa real danesa, pero lo cierto es que van a aprovecharlas al máximo. Tras el recibimiento oficial por parte de la Familia Real sueca esta mañana, donde Mary estaba fabulosa con un original tocado azul y joyas de hace un siglo, y otras actividades, ha tenido lugar uno de los eventos más esperados de la agenda de estos dos días: la cena de gala ofrecida por los Reyes de Suecia en honor a los visitantes en el Palacio Real. Un evento de etiqueta en el que tanto las anfitrionas como la invitada de honor han acertado con sus estilismos marcados por las tiaras y los vestidos largos.
El conjunto con transparencias y bordados de Mary de Dinamarca
La reina danesa ha cautivado esta noche con su look de gala, y no únicamente por la impresionante tiara y las joyas a juego, también por el conjunto, tan innovador como sofisticado. Como suele ser habitual en ella, se ha decantado por trasladar las tendencias a un diseño formal .Así, ha escogido un cuerpo con transparencias, escote asimétrico y bordados de pedrería de color burdeos (muy acertado para acompañar las piedras preciosas de sus joyas) junto a una falda satinada dorada con fajín y cola.
Ha completado el vestido, que le favorecía mucho al ceñirse a la cintura y dejar parte de los hombros y los brazos a la vista, con un clucth del mismo color burdeos que la pedrería que decoraba el cuerpo.
Su tiara más especial y vinculada a Suecia
En una noche tan importante, Mary ha querido lucir una de las piezas más simbólicas de su Joyero Real: la diadema de rubíes, con collar a juego, que la reina Ingrid (madre de Margarita II y tía de Carlos Gustavo de Suecia) legó a su nieto Federico, para que este, entonces un príncipe heredero que todavía estaba soltero, pudiera cedérsela a su mujer algún día.
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La impresionante tiara cuenta con motivos florales y románticos y está decorada con brillantes y zafiros, las mismas piedras presentes en los pendientes florales y el collar que completan el set.
Tan impresionante como su look y sus joyas ha sido lo guapa que estaba gracias a un semirecogido coronado por la mencionada tiara con dos mechones que enmarcaban su rostro, y un maquillaje muy natural en el que destacan la piel luminosa, la mirada sutilmente ahumada y los labios en rosa pálido. Como colofón, la orden de los Serafines que ha recibido esta misma mañana.
Un vestido verde esmeralda para la Reina sueca
La reina Silvia de Suecia, por su parte, ha escogido otro tipo de tejido que siempre está presente en los vestidos de gala: el encaje. Ha llevado un diseño con cuerpo en este acabado y falda lisa de matices tornasolados en color verde esmeralda, una elección perfecta para acompañar las impresionantes joyas de zafiros que daban luz a su rostro: pendientes, collar, broche y una fantástica corona.
El vestido de la reina de Suecia, como el de Mary de Dinamarca, contaba con un original cuello: estilo barco, en este caso. Desde que Meghan Markle se casara con un vestido de esta característica, ha ido ganando presencia en eventos de etiqueta.
El 'vestido Hollywood' de Victoria de Suecia
La princesa heredera, que llegaba a la recepción de la mano de su marido, el príncipe Daniel, ha sido la más arriesgada de la velada, si bien su elección ha sido un acierto total. Un elegantísimo vestido con escote Bardot asimétrico sin mangas y cuajado de paillettes blancos han convertido a Victoria de Suecia en la más sofisticada de esta cita.
Victoria ha acompañado este diseño digno de una alfombra roja con una tiara de formas clásicas, pendientes y otras joyas de brillantes (anillos y pulseras) sencillas, y un clutch plateado, así como varias condecoraciones. También hemos podido apreciar su manicura en nude muy claro, tal y como marca el dress code tradicional entre la realeza.
Sobriedad y discreción, la apuesta de Sofía
El más clásico, podemos afirmar, ha sido el vestido de la esposa de Carlos Felipe de Suecia, duque de Värmland y segundo de los hijos de los Reyes de Suecia. Como Victoria, ha escogido un tono claro dejando la paleta oscura para las reinas, aunque ha optado por un diseño más cerrado -con cuello alto y manga tres cuartos- y regio en cuanto al tejido, liso y con bastante cuerpo. Solo rompían la sobriedad varias flores en 3D que decoraban el cuello, la cintura y los puños.
Ha completado el diseño de mangas abullonadas y toques historicistas con una tiara, sus condecoraciones y un clutch de lentejuelas. El único aspecto en el que podría considerarse que ha roto el protocolo más tradicional es que, en vez de recoger su larga melena, ha lucido el pelo suelto.