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La diseñadora cántabra podría decir que trabaja en su casa o que vive en su atelier. En un mismo lugar ha sabido aunar su vida personal y su carrera profesional. Lleva más de diez años en el mundo de la moda, haciéndonos soñar con sus diseños repletos de fantasía folk. Odette Álvarez, alma y corazón de Teté by Odette, nos recibe en su casa de Santander, un espacio repleto de paz y serenidad donde la creadora encuentra la inspiración todos los días.
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“Mi casa no tiene nada que ver con lo que proyecto en mis diseños porque, cuando estoy en ella, necesito esta serenidad y paz que me aporta su estilo sobrio y minimalista”
-Nos recibes en tu casa atelier de Santander. ¿Cómo es vivir en el mismo sitio en el que trabajas?
-Es maravilloso. Mis amigas se preguntan cómo soy capaz de desconectar, pero yo lo consigo todos los días. Me resulta muy cómodo bajar al atelier, trabajar rodeada de tejidos, patrones, de mi equipo y, después, tener la posibilidad de cerrar la puerta y subir a mi casa para disfrutar con mi marido de lo cotidiano.
-¿Cómo era cuando la compraste?
-La casa data de 1885. Cuando la adquirimos, llevaba cerrada diez años y gracias al arquitecto, nuestro gran amigo Armando Gutiérrez Mendoza, pudimos hacer este sueño realidad. Él se encargó de remozarla y crear nuevos techos y espacios diáfanos, a medida de lo que yo necesitaba. Ahora, ya no me imagino viviendo en otro lugar. De hecho, mi nuevo atelier de Madrid tiene la misma esencia, pues también ha sido realizado por este arquitecto.
-Llama la atención que su decoración, sencilla y con un punto minimalista, es totalmente opuesta a la ropa que tú diseñas…
-¡Sí, es paradójico! Mi casa no tiene nada que ver con lo que proyecto en mis diseños pero, cuando estoy en ella, necesito esta serenidad y paz que me aporta su estilo sobrio y minimalista.
“Mis diseños tienen identidad propia cada temporada. sin dejar de lado la tendencia, reflejan un espíritu boho chic, folk y artesanal”
-¿Qué es lo que más te gusta de esta casa?
-Está hecha totalmente a nuestro gusto, por lo que es difícil pensar en un espacio favorito. Cada rincón es importante. El atelier me encanta porque en él se respira el estilo que imprimo a mis colecciones; el salón es mi lugar perfecto para desconectar, ver películas, cenar a la luz de las velas… La cocina me gusta porque, cuando recibo a amigos, es el lugar en el que, mientras preparo la cena, puedo disfrutar con ellos, y mi vestidor es uno de mis lugares más especiales porque soy muy perfeccionista y me gusta tener todo superordenado.
-Ha pasado bastante tiempo desde que lanzaste tu marca. ¿Cómo y cuándo decidiste que te querías dedicar al mundo de la moda?
-Comencé hace doce años. Al principio solo era un hobby, fruto de la curiosidad que siempre me había producido ver a mi madre y a mi abuela coser para las mujeres de la familia. Primero empecé haciendo vestidos para mí, con tejidos especiales que encontraba en mis viajes y que enseguida gustaron a mis amigas, pues ellas se convirtieron en mis primeras clientas. Después, varias tiendas de moda se interesaron por lo que hacía y fue entonces cuando decidí dedicarme al diseño de manera profesional.
-¿En qué te inspiras a la hora de diseñar?
-Me gusta mucho inspirarme en los tejidos, en las ciudades que visito y, por supuesto, en mis clientas. De hecho, muchas de mis colecciones llevan el nombre de una mujer importante en mi vida, como Odegna, que es el nombre de mi madre, o Ángela, la última colección que he presentado, inspirada en Ángela Rozas, la creadora de contenidos Madame de Rosa.
-¿Cómo definirías el estilo de tus diseños?
-Tienen una identidad propia cada temporada y, sin dejar de lado las tendencias, siempre pretendo reflejar el espíritu boho chic, folk y artesanal que caracterizan a mis dos marcas: Teté by Odette, la línea comercial, y Odette Álvarez, la primera línea que presento en pasarela desde hace tres temporadas.
“Es muy cómodo bajar al atelier, trabajar rodeada de tejidos, patrones, de mi equipo y, después, tener la posibilidad de cerrar la puerta y subir a mi casa para disfrutar con mi marido de lo cotidiano”
-El año pasado desfilaste por primera vez en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, dentro del calendario de los diseñadores consagrados. ¿Qué ha supuesto esto en tu carrera?
-Ha sido un paso muy importante y decisivo. Gracias a ello he dado a conocer más la marca y siento que se me valora de otra forma en el panorama de la moda nacional.