Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida disfrutan de su luna de miel en Maldivas y Bután desde hace días, pero su enlace sigue dando mucho de sí. Ha sido la gran boda del año, por el impresionante desfile de invitados —Reyes, príncipes, nobles, empresarios y políticos—, por el atractivo mediático de los contrayentes —el alcalde de Madrid y el primero que se casaba durante el ejercicio de su cargo y la nieta de una princesa de sangre azul— y por la cita histórica. También ha sido la primera boda de la primavera, y además, de mañana, una cita que convirtió la calle Serrano, donde se encuentra la iglesia de Los Jesuítas, en toda una pasarela de estilo, con vestidos, conjuntos, tocados, sombreros y accesorios que las asistentes lucieron con más o menos acierto.
Sofía Palazuelo
La duquesa de Huéscar, en su línea, se convirtió en una de las más elegantes. La elección de su vestido de Devota & Lomba, de color verde esmeralda, sin mangas —en la mano llevaba un chal o chaqueta que seguramente llevaría en el interior de la iglesia—, con cuello a la caja y largo midi, fue todo un acierto. Optó por no llevar tocado —un accesorio permitido en las bodas de mañana— y completar su estilismo con un sencillo choker de tejido dorado, a juego con sus sandalias de tiras y tacón medio y el clutch de estampado geométrico.
Carla Pereyra
La modelo y empresaria argentina estaba realmente espectacular con uno de los diseños de la colección de Roberto Diz para IQ Collection —la firma de Inés Domecq—. Se trata de un diseño midi con body integrado y cintura ajustada en pico, falda con volumen y detalle de botonadura en el hombro, de color azul marino, que la mujer de Diego Simeone se puede permitir por su esbelta figura. Lo combinó con un tocado de Mimoki (una diadema con velo en tono azulón), sandalias de tacón alto doradas y clutch de estampado pitón.
Victoria de Marichalar
La hija de la Infanta Elena —a la que vemos en la imagen también con su hijo Felipe y su sobrino Juan Urdangarín— optó por uno de los infalibles para invitadas jóvenes: vestido de estampado geométrico, de largo midi, con manga larga y escote a la espalda de Himba, la firma de sus amigos María García de Jaime y Tomás Páramo. Victoria, al igual que su madre y su tía, la infanta Cristina, llevó la cabeza descubierta, pero recogió su larga melena en una coleta pulida. Los complementos fueron todo un acierto: pendientes de cuentas maxi largos, sandalias de plataforma —más adecuadas para su edad— de color burdeos y clutch a juego.
Victoria López-Quesada
La hija mayor de Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada, en la imagen con su prometido, Enrique Moreno de la Cova Ybarra, tuvo un gran protagonismo en la boda de su prima, puesto que fue la que llevó la cola del vestido de la novia cuando entró en la iglesia. Su elección, un vestido-mantón asimétrico de Rocío Peralta, tocado con velo de color lila y sandalias a juego, fue ideal, sobre todo para un momento de tanto protagonismo. Muy acertado también su peinado, un semirecogido de lado, porque el protocolo dicta que el tocado no se debe de llevar con la melena suelta.
Almudena del Moral
La mujer de Javier Medem, propietario de la finca ‘La Nava del Barranco’, no era una de las invitadas más mediáticas, pero sí una de las más estilosas, por su elección de los colores y los complementos, a juego con la blusa de seda verde botella y falda lencera, de vuelo y con estampado de rosas. Muy adecuada también su forma de llevar el tocado, un plato mediano de crepe verde, con flor central y plumas, de Mimoki.
Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias
La , en la imagen con su hijo Juan Urquijo, también destacó por su elegancia con un vestido y torera a juego en rosa capote, un color ideal para un enlace de primavera y de plena tendencia. El largo de la falda, muy adecuado, al igual que sus zapatos de “tacón sensato” en gris a juego con el clutch. Y el tocado, un miniplato de sinamay morado con hojas y plumas, le sentaba de maravilla.
Xandra Falcó
A una boda no se debe ir de blanco, pero la elección de la marquesa de Mirabel, con vestido de seda cerrado en el cuello por una laza, manga larga y falda midi, fue adecuada por su estampado vegetal en negro. Lo combinó con un favorecedor sombrero de rafia de Nana Golmar y clutch del mismo color, y sandalias doradas.
Teresa de la Cierva
Teresa de la Cierva (en la imagen con su hija Inés y su futura nuera, Beatriz Moreno) siempre apuesta por estilismos alegres y coloridos, y en esta ocasión cumplió su máxima y fue una de las invitadas más estilosas. Su vestido camisero de Carolina Herrera, con falda plisada y estampado paysley en verde brillante, quedaba perfecto con su tocado de Mimoki del mismo color. Al ser un turbante de rafia con modelado de crin, le sentaba muy bien con la melena suelta y ondulada.
Una invitada con mucho estilo
Desconocemos la identidad de esta asistente a la boda, pero nos ha llamado la atención por su acierto a la hora de combinar un traje de chaqueta y pantalón brocado con un sombrero fedora de ala ancha morado. Para un outfit de corte masculino, mucho mejor un sombrero que un tocado.
Marta Embid
Marta es la novia de Mirko Sajonia Coburgo Gotha, el hijo mayor de Kubrat de Bulgaria y Carla Royo-Villanova. La anestesióloga —Mirko también es médico—, también merece un hueco en la galería de las más acertadas por la elección de su vestido rojo de escote asimétrico, cortado en la cintura y de falda lápiz midi. Con un sencillo choker dorado y peinada con un recogido juvenil, es un claro ejemplo de que menos es más.
Carla Royo-Villanova
La princesa de de Panagyurishte llevaba un espectacular mantón de manila, un accesorio que siempre es perfecto para una boda, con algunas flores en rojo, a juego con su vestido Josep Font vintage, quizá demasiado largo para una ceremonia de mañana.
Blanca Osorio Suelves
La hija de Blanca Suelves y el duque de Alburquerque aparece a la izquierda de la imagen tras otra de las invitadas, pero podemos ver que llevaba un espectacular vestido de seda turquesa con estampado floral en blanco, de escote y falda asimétricos. Optó por llevar su larga melena suelta y sin sombrero, unos pendientes largos y minimalistas y sandalias de plataforma de color nude. Un outfit totalmente adecuado para una joven de 27 años.
Con pieles y a lo loco
Hubo varias invitadas que optaron por completar su estilismo con una estola o cuello de piel. No sólo se trataba de una boda de primavera, sino que el sábado 6 de abril las temperaturas en Madrid eran casi veraniegas, por lo que el uso de este complemento nos parece totalmente inadecuado.