Para la empresaria de moda Rocío Osorno , Sevilla es su vida. “Es el lugar en el que he nacido, he crecido y me he criado”, explica a ¡HOLA!, a sus 36 años, antes de hablarnos de lo que supone haber regresado a su ciudad tras una temporada en Madrid. “Los sevillanos sentimos mucho arraigo por nuestra tierra, no sé si por su ambiente, su gente, por el tiempo o las tradiciones. Siempre la echo de menos cuando no estoy aquí, lo noto en mi estado anímico”, añade. Ahora, en su querida Sevilla, Rocío posa espectacular con las nuevas tendencias para esta primavera.
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Al tiempo, nos habla de la estabilidad emocional que ha recuperado al volver a su hogar, que disfruta ahora con sus dos hijos, y de los giros que han marcado su trayectoria: realizó un grado de Patronaje Industrial y Moda para luego convertirse en diseñadora y, sin proponérselo, en una influencer de éxito, con 1,6 millones de seguidores. “A día de hoy, puedo decir que la moda es mi vida, es una realidad. Todo gira alrededor de ella, aunque en mi día a día soy bastante práctica”, confiesa.
“La gente suele pensar que primero fui influencer y, luego, creé la marca. Pero fue al revés. Todo lo que hacía lo subía a Facebook, Instagram… Poco a poco, empezaron a seguirme”
—¿Cómo fueron tus comienzos en las redes sociales?
—La gente suele pensar que primero fui influencer y luego creé la marca —que lleva su propio nombre—. Pero fue al revés. Primero empecé con mi marca, y fue hace diez años. Desde el principio, todo lo que hacía lo subía a Facebook, Instagram… Incluso tenía un blog. Para mí, era una plataforma donde la gente veía lo que hacía. Poco a poco, empezaron a seguirme y un buen día me contactó la primera marca. Así empecé.
—Ahora tienes más de un millón y medio de seguidores. ¿No da un poco de vértigo?
—Por un lado, me hace mucha ilusión que tanta gente me siga y que continúe confiando en mí, consumiendo mi contenido e interactuando conmigo, después de tanto tiempo. No es solo tener seguidores, sino mantenerlos. Por otro lado, es cierto que muchas veces me siento presionada, porque hay mucha gente detrás y tengo que medir muy bien todo lo que digo y hago. Soy comedida en mis declaraciones y creo que, por eso, sigo estando ahí. Enseño cosas de mi vida, de cómo hago las cosas, pero siempre con educación y respeto, que creo que es la clave de todo en la vida.
“No es solo tener seguidores, sino mantenerlos. Muchas veces me siento presionada porque hay mucha gente detrás y tengo que medir muy bien lo que hago”
—¿Y la clave de tu éxito?
—Mi persona en sí, lo que soy y lo que transmito a la gente. También la constancia y el esfuerzo que hago día tras día. Mantener una comunidad que siga atraída por lo que estás ofreciendo no es tan fácil. La constancia, el saber trabajar, saber hacer y llevar las cosas, renovarse… Soy supertrabajadora en ese aspecto. No me conformo con cualquier cosa, me voy adaptando para conseguir que la gente siga atenta y hacer que mi comunidad crezca.
Mamá emprendedora
—Pero, como decías antes, fuiste diseñadora antes que influencer.
—Me encanta diseñar, crear. El momento de tener una tela, unas fornituras… Plantarme delante del maniquí y poner esto aquí y allá… La creatividad me parece lo más: hacer las pruebas, ver cómo va quedando y el momento en el que está la pieza terminada me hace muchísima ilusión. Cuando tengo un evento importante, me encanta hacerme mis propios vestidos, trajes de fiesta... Lo que más me gusta es ese formato, diseños voluminosos, con pedrería, capas…
“He pasado por un momento muy duro. Cuando me mudé a Madrid, extrañaba a mi familia y mi vida en Sevilla. A mi vuelta, también me sentía descolocada”
—¿Ha sido difícil mantener tu firma de moda todo este tiempo?
—Estos últimos años, entre la COVID y los embarazos de mis dos niños, se puede decir que he tenido un cierto ‘parón’ en la marca. Ahora, que todo está más estabilizado y el mercado se ha vuelto a reactivar, estoy volviendo a impulsarla. Al final, es algo muy mío, muy familiar. Me gustaría que siguiera así, pero, a la vez, haciendo cosas que gusten y que se adapten a las diferentes temporadas.
“Ahora me encuentro muy bien y tranquila. He retomado mis rutinas: hacer fotos por la mañana, con los niños en casa y en el parque por las tardes, comer bien… Tengo paz interior y lo noto”
—¿En qué momento te encuentras ahora mismo, tanto en lo personal como en lo profesional?
—He pasado por un momento muy duro y complicado. Cuando me mudé a Madrid, extrañaba a mi familia y todo lo que conllevaba mi vida en Sevilla. A mi vuelta —a su ciudad natal—, he pasado por otro momento complicado, ya que me sentía descolocada en mi casa y tenía que ubicarme de nuevo. Por mi trabajo, tengo muchas cosas y necesito tenerlas localizadas, por lo que el caos no me favorece. Alteraba un poco mi energía el haberme ido y vuelto en apenas nueve meses. Ahora, he retomado mis rutinas de salir a hacer fotos por la mañana, con los niños en casa y en el parque por las tardes, comer bien, salir a correr… Me encuentro muy bien y estoy tranquila. Tengo paz interior y lo noto.
—¿Cómo te ves en el futuro?
—Me gustaría verme un poco más tranquila, aunque en el fondo me gusta verme todo el rato haciendo cosas. Siempre que estoy tranquila, pienso demasiado. Intentaré ir reduciendo un poco el trabajo y delegar un poco más, y seguir creciendo profesionalmente y personalmente, todo va a la par.
—¿Cómo definirías tu estilo?
—Tengo un estilo bastante definido. Me gusta saber de tendencias, pero no soy ni muy clásica ni muy moderna. Siempre lo llevo todo a mi forma de vestir y la gente se da cuenta de eso. No porque algo esté de moda lo voy a llevar si a mí no me gusta. Soy muy fiel, me gusta lo que a mí me funciona. Tengo un estilo andaluz, sevillano, pero mezclado con un toque de cuero, negros… Muy personal, siempre siguiendo mi línea y mi esencia.