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Las quinielas estaban reñidas en muchas candidaturas, pero en la categoría de mejor actriz protagonista, el Oscar parece tener un nombre grabado mucho antes de la gala: el de Emma Stone. La actriz estadounidense, que ya tenía en su haber una estatuilla dorada por su papel en La La Land, estaba nominada por su último trabajo, Pobres criaturas. Y teniendo muy presente que esta noche podría recoger el galardón -así ha sido-, ha escogido un look muy especial: un vestido verde menta confeccionado para ella por Louis Vuitton con el que no solo se ha convertido en una de las más elegantes de la alfombra roja desplegada en el teatro Dolby, sino que ha recuperado una tendencia, el péplum, muy vinculado a la historia del cine.
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- El despliegue de moda en los Oscar: los mejores looks de la alfombra roja
Ni negro o rojo, ni lentejuelas, ni transparencias o aberturas atrevidas: Emma Stone ha querido desmarcarse de todas las tendencias típicas de la alfombra roja optando por un vestido minimalista, clásico y sobrio. Y no ha podido acertar más. Su look, diseñado para la ocasión por Louis Vuitton -firma de la que es embajadora-, está confeccionado en un jacquard de un verde menta tan suave que casi parece blanco, un color nada habitual en eventos de noche.
El vestido tiene escote palabra de honor, falda con cola y un corsé en forma de tulipán que despliega un favorecedor péplum sobre la cadera. Un detalle, este último, que está muy vinculado al Séptimo Arte.
Aunque se popularizara en la década de los 50 del pasado siglo y, desde entonces, haya vuelto a la moda una y otra vez, lo cierto es que el péplum, ese volante que algunos tops o vestidos incorporan alrededor de la cintura, tiene su origen cientos de años antes: en la Antigua Grecia. En esa época, se utilizaba una túnica con vuelo en la cintura llamada peplos, término del que proviene péplum y que designa tanto a ese corte como -y aquí el guiño de Emma a su disciplina artística- al genéro cinematográfico de las películas históricas de aventuras.
Emma ha combinado el especial vestido con zapatos a juego y joyas de la misma firma francesa. Su melena perfectamente peinada hacia atrás concede protagonismo al collar de oro blanco, zafiros y diamantes de la colección de Alta Joyería de Louis Vuitton, línea a la que pertenecen también los anillos de oro y diamantes que completaban este espectacular look de alfombra roja.