Forma parte de su leyenda. Sí, leyenda. Porque Lucía López , una de las tops españolas más internacionales, que ha desfilado para todos los grandes, tanto en Nueva York como en Milán o París, pertenece a ese selecto club de supermodelos descubiertos por azar por un cazatalentos que vio en ella —entre estanterías, luz de fluorescentes y gente anodina— algo único, especial, fuera de común. Como ese filón de oro que brilla en la oscuridad de una mina agreste y polvorienta. Así, al igual que Kate Moss (cuando esperaba en una cola de embarque en el JFK), o como Claudia Schiffer (de vacaciones en las playas de Mallorca), Gisele Bündchen (comiéndose una hamburguesa en un Burger King de su Horizontina natal) o casi casi igual que Carmen Kass (en un supermercado de Milán), Lucía recibió también “esa” tarjeta con “ese” teléfono en un lugar insospechado que, después, le cambiaría su vida radicalmente. Lo suyo fue en un centro comercial de Madrid y, con catorce años, pasó del batido y el domingo de “sube y baja” de la escalera mecánica al huracán de viajes, castings y pasarelas de haute couture y prêt-à-porter alrededor del mundo... Hoy, de manera fortuita, nos la encontramos en otro momento diametralmente opuesto, pero en el que también vuelve a fraguar su futuro. Porque, pese a que con modelos maduras como Maggie Smith o Charlotte Rampling parezca que el “edadismo” ha muerto, ella estudió Periodismo. “Por si aca”. Espléndida con la colección Holiday de Marciano by Guess, le preguntamos si ahora estaría dispuesta a enfrentarse a una corresponsalía de guerra y... evidentemente, no. La moda —y sus batallas—, que no son pocas ni derraman menos tinta, están bajo su punto de mira. Y su disparo, por su amplia experiencia, se presume más certero, aunque todo esté cambiando casi sin que nos demos cuenta... Ella afrontará el reto. Armas no le faltan. Pero de eso va esta entrevista: del cambio de paradigma.
—Aquello, tu descubrimiento, fue un golpe del destino, pero ¿y después? ¿Ser modelo era algo que entraba en tu radar?
—Nunca fue algo que me hubiera planteado de manera profesional. Es verdad que, durante esos años previos a comenzar mi carrera, me habían sugerido que probara suerte... Y que siempre había sido un mundo que me llamaba mucho la atención... Pero jamás puse los medios para que la oportunidad llegara.
—Desde la ventana privilegiada de las revistas, parece que las modelos tenéis una vida supercosmopolita, supercool, supersofisticada…¿Pero cuál es el lado oscuro de la luna? Cuéntanos lo bueno y lo malo de ser una top.
—Es un mundo que se caracteriza por su yin y yang ¡Pura dualidad! Las modelos tenemos la suerte de poder vivir experiencias que jamás hubiéramos imaginado: conocer gente maravillosa, talentos puros, gente admirable, viajar a lugares inesperados e increíbles, vivir en ciudades que te comen de lo pequeña que te sientes... Pero “no es oro todo lo que reluce” y, a veces, convivir con otras personas a las que no conoces no es fácil; debes aprender a sobrellevar la soledad a una edad temprana, horas de espera en aeropuertos... Es imposible vivir en un mundo donde todo sea perfecto...
—¿Es fácil tener una vida familiar o amorosa siendo modelo? ¿Implica poner más de tu parte?
—Por mi experiencia personal, es perfectamente compatible el amor con la vida de modelo. Claro está que la distancia puede dificultar muchas situaciones... Pero, con buena comunicación y respeto, no hay nada que pueda con una relación de amor sana y pura.
—Las modelos estáis siempre bajo el objetivo y el juicio de todos: castings, diseñadores, redes… ¿Cómo mantiene una la seguridad en sí misma?
—Es complicado mantenerse con la cabeza alta cuando, por mucho esfuerzo o dedicación, nada depende al 100 % de ti misma, sino que está en las manos de segundas o terceras personas. Si es este el oficio al que te quieres dedicar, trabajar en la autoestima es algo que no puedes dejar atrás. Y tienes que ser muy consciente de que la forma de verte ante el espejo es la que realmente tiene importancia.
“Si es este el oficio al que te quieres dedicar, trabajar en la autoestima es algo que no puedes dejar atrás. Y tienes que ser muy consciente de que la forma de verte ante el espejo es la que realmente tiene importancia”
—¿Cómo ha afectado a tu salud mental? ¿Qué es eso que te ha mantenido entera?
—Al haber empezado con catorce añitos en este mundo, no puedo negar que, en ciertas ocasiones, ha afectado a mi salud mental y a la forma de lidiar con estas situaciones... Pero soy muy afortunada de rodearme de una familia y amigos insuperables que siempre me han ayudado y me han apoyado para salir adelante.
—La carrera de modelo es efímera. ¿Pensaste en el “y ¿después qué?” y de ahí que estudiaras Periodismo? ¿Te ves de corresponsal de guerra?
—A día de hoy, es la peor pregunta que se me puede hacer, porque no puedo estar más perdida respecto a mi futuro (risas). Lo único que tengo claro es que haga lo que haga, me gustaría que estuviera vinculado a la moda. También porque, después de tanto tiempo y trabajo, he adquirido experiencia en el sector y podría ayudarme a abrir puertas.
“Por mi experiencia personal, es perfectamente compatible el amor con la vida de modelo. Con buena comunicación y respeto, no hay nada que pueda con una relación sana y pura”
—Maggie Smith, la actriz octogenaria, es modelo ahora, de repente. ¿La edad ya no importa en la moda o es un espejismo?
—Hace ya años que la moda ha tomado un rumbo completamente diferente. La belleza no está estipulada como pensábamos antes. No eres modelo por medir 1,90 o tener facciones bálticas, sino que depende de la manera en que sepas mostrarle al mundo tus mejores cualidades. Independientemente de tu edad, color, altura o peso. Todos los seres humanos tenemos nuestra propia esencia.
—Por ser guapa, ¿te has visto forzada a demostrar que eres capaz de otras muchas más cosas?
—La gente tiende a prejuzgar por el físico, cuando una “cara bonita” no determina ni tu coeficiente intelectual ni tu valía. Sin embargo, desgraciadamente, a veces, he tenido que lidiar con ciertos comentarios “poco adecuados” que me han obligado a “sacar las garras” y demostrar que hay cosas que no se pueden pasar por alto.
“La belleza no está estipulada como pensábamos antes. No eres modelo por medir 1,90 o tener facciones bálticas, sino que depende de la manera en que sepas mostrarle al mundo tus mejores cualidades”
—Buscando “info” sobre ti, hemos encontrado varias noticias, de hace unos años, en las que te perfilabas como ángel de Victoria’s Secret. Sin embargo, tal y como decíamos, hasta lo que parecía el summum en el mundo de la moda, ha sufrido una crisis de imagen. Ahora, el desfile vuelve, pero siendo “otra cosa”. Tú, como modelo y como periodista, ¿cómo valoras estos cambios?
—La evolución es el avance y se estaba pidiendo a gritos un cambio radical en el sector para mostrar la realidad de cada cuerpo. Al fin y al cabo, no deja de ser una firma mundialmente conocida y destinada a todos los públicos, por lo que siempre será imprescindible adaptarse a la demanda, que siempre es variada.
“Saber mostrar tu personalidad ante la cámara es el factor fundamental y determinante para demostrar tu valía. Para mí, mostrarme lo más natural posible ha sido la clave para llegar a conseguir mis metas”
—La moda es un mundo muy complicado. ¿Cómo se logra sobrevivir en él?
—No hay ningún oficio donde todo sea brillante y fácil de llevar. Es verdad que la moda puede ser más complicada que otros sectores pero, realmente, con muuucha paciencia y confianza en uno mismo es fácil de llevar.
—Dicen que una cosa es llegar, pero que lo difícil es mantenerse y que para ello tienes que ofrecer algo más o distinto. ¿Tú qué crees que es lo que te diferencia? ¿Qué es lo que hace enloquecer a la cámara contigo?
—Aunque suene un tanto irreal, debido a que es un mundo donde prima la imagen, el hecho de saber mostrar tu personalidad ante la cámara es el factor fundamental y determinante para demostrar tu valía. Para mí, mostrarte lo más natural posible ha sido siempre la clave para llegar a conseguir mis metas.
—¿Esa sería la receta de tu éxito?
—Constancia y paciencia son dos palabras que nunca deben faltar a la hora de hablar del mundo de la moda.
—¿Soñaste con tu vida tal y cómo es o... te ha sorprendido?
—No sé si la vida que estoy experimentando es literalmente la que hubiera soñado con diez años, pero lo que sí sé es que, cada sorpresa que me he llevado y cada momento que he vivido, me ha servido para darme cuenta de que soy muy afortunada. No cambiaría ni un 1 % de las experiencias que he tenido.