La Reina Letizia es en la actualidad quien centra la atención por su estilo. Cada uno de sus looks —para compromisos de agenda, durante sus vacaciones o en las grandes ocasiones— es analizado con lupa por expertos y profanos, ávidos de saber qué es nuevo en su armario, quiénes son sus diseñadores favoritos, qué prendas recicla, cómo les da una segunda vida con nuevos complementos... Pero hace años, era la Reina Sofía la que ocupaba titulares y comentarios por su manera de vestir.
Es coqueta y le gusta ir guapa. En eso no ha cambiado ni a sus 85 años —los cumplió el pasado 2 de noviembre—. En su juventud, era algo más atrevida en cuanto al uso del color y de escotes tipo halter; asimismo adoptó en alguna ocasión una de las tendencias de los años sesenta, como la minifalda... Pero con el paso del tiempo, fue labrando un estilo más sobrio e impecable, que la convirtió en todo un referente de elegancia. De hecho, no es de extrañar que doña Letizia haya ‘asaltado’ en más de una ocasión el vestidor de doña Sofía, para darle una nueva oportunidad a prendas que son auténticas joyas.
En su armario, la madre de Felipe VI atesora una impresionante colección de alta costura, una de las mejores del mundo, etiquetada con su historia, que cuida y mima en palacio. Hay mucho diseño español de Margarita Nuez, Pertegaz, las hermanas Molinero, Elio Berhanyer, Tony Benítez, Alejandro de Miguel, Loewe… Pero la gran desconocida es la colección que incluye firmas como Oscar de la Renta, Chanel y especialmente Valentino.
El creador italiano llegó a la vida de doña Sofía en los años 70, casi al tiempo que se convirtió en Reina de España. Fue una conexión más allá de la moda. Valentino empezó como modisto junto a Jean Dessès, el diseñador que hizo el traje de novia de doña Sofía, y acabó siendo uno de sus modistos de referencia durante años. Eran otros tiempos y tenía muchos compromisos de Estado.
Atendiendo a la historia, a esos momentos de representación en los que estrenó estos diseños fascinantes, doña Sofía considera que su armario es de Estado, por lo que las piezas que no pasen a ser propiedad de la Reina Letizia, que hasta ahora solo ha llevado cinco vestidos suyos, o de sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, será legada a un museo. Para los últimos actos importantes, doña Sofía, que casi no estrena prendas, ha recuperado algunas de esas joyas de colección.
La Reina Sofía nunca hizo grandes concesiones a las modas pasajeras y tiene mucho de todo. Como dice a su círculo, más que de sobra para seguir atendiendo la agenda. Una prueba, el abrigo que llevó a los últimos Premios Princesa de Asturias, que tiene 20 años. Mira el dinero, pero también es consecuente con su compromiso con un mundo más sostenible . Además, siempre ha reconocido en algún momento que “me aburre probarme la ropa, pero lo hago porque sé que es importante ir arreglada…”, y no solo eso, también estar en una buena forma física. Doña Sofía disfruta mucho de la comida —aunque nunca le gustó cocinar—, pero se cuida y cuando sube de peso, especialmente tras las vacaciones de verano, empieza dieta. Y no se la salta hasta que se quita los kilos extra.