Posee una belleza que trasciende el exterior, y un halo de misterio y autoconfianza que atrapa a primera vista. Y es que, a pesar de su juventud, Tessa Sakhi ha vivido mucho, de forma intensa y consciente. Y todo ese bagaje hace de ella una de las artistas más brillantes del momento. Desde su amada Venecia, nos descubre su mundo, y nos envuelve en su exotismo.
“Mi relación con Venecia comenzó hace siete años, cuando visité la ciudad, por primera vez, para crear un proyecto con sopladores de vidrio locales de Murano, y me enamoré”
-Tessa, posas en Venecia, donde vives la mayor parte del año. ¿Qué te enamoró de esta ciudad?
-Mi relación con Venecia comenzó hace siete años, cuando visité la ciudad, por primera vez, para crear un proyecto con sopladores de vidrio locales de Murano, y me enamoré. Mis raíces orientales me atrajeron por las influencias bizantinas y otomanas que comparten Venecia y mi ciudad natal, Beirut, que inspiran e influyen en mi trabajo de arquitectura, arte y diseño.
-Si pudieras elegir una sola cosa, ¿qué exportarías de Venecia al resto del mundo?
-La arquitectura unida al urbanismo. Hay algo muy orgánico en su concepción laberíntica.
“Estudiar arquitectura me ayudó a construir y dar forma a mi manera de pensar, proyectando mi trabajo a un abanico más amplio de disciplinas creativas”
-Eres arquitecta, pero tu trabajo abarca también el diseño de interiores, de objetos, proyectos de urbanismo, de arte y cine, ¿qué faceta te define más?
-Todas me definen. Estudiar Arquitectura me ayudó a construir y dar forma a mi manera de pensar, proyectando mi trabajo a un abanico más amplio, a través de todas estas disciplinas artísticas y proyectos creativos. Creo que no tiene tanto que ver con la disciplina en sí, sino más bien con una “forma de pensar”.
-Tu madre es polaca de ascendencia siria y tu padre libanés. ¿Cómo ha sido crecer con esta poderosa mezcla?
-Ha influido enormemente en la naturaleza híbrida de mi vida y mi obra.
“Mi madre es polaca de origen sirio, y mi padre, libanés, y, obviamente, esta mezcla Ha influido enormemente en la naturaleza híbrida de mi vida y mi obra”
-Dices que la arquitectura y el diseño son formas de expresión. ¿Cómo crees que pueden cambiar el mundo y las relaciones entre las personas?
-La arquitectura y el diseño son una gran parte de nuestra arqueología humana. Me parece importante crear diseños que estimulen la curiosidad y la interacción entre las personas y su entorno. Nuestro trabajo consiste en situar la interacción humana en el centro.
“Mis padres organizaban grandes eventos benéficos de moda, en Líbano, en los noventa, y Traían a grandes diseñadores y a ‘supertops’ como Naomi Campbell o Eva Herzigova, y recuerdo que desfilaba con ellas durante los ensayos, y me maquillaban”
-La moda también es una poderosa forma de expresión. ¿Te gusta, forma parte de tu vida cotidiana?
-Mucho. También crecí en un ambiente de moda, ya que mis padres también solían organizar grandes eventos benéficos de moda y joyería en el Líbano, en los años noventa. Traían a grandes diseñadores de moda internacional y a las supermodelos de la época, como Naomi Campbell, Karen Mulder, Eva Herzigova o Nadja Auermann. Recuerdo que desfilaba con ellas durante los ensayos y me maquillaban para divertirme.
-Algunos de los mejores diseñadores de alta costura tienen nombres libaneses: Elie Saab, Zuhair Murad, Georges Hobeika... ¿Por qué crees que triunfan en las pasarelas?
-Los libaneses tenemos fama de ser muy creativos y hábiles, tanto en moda como en diseño. Creo que los países en guerra e inestabilidad forman grandes artistas.
-¿Alguna vez has sentido la tentación de intentar diseñar ropa y accesorios?
-Me encanta ir a ver a mis amigos diseñadores de moda y disfrutar confeccionando ropa y accesorios con ellos... Quizás algún día me atreva de lleno a diseñar mis propias piezas.
-Hablas con pasión de naturaleza, raíces, artesanía y emociones. ¿Hacia dónde nos conducen estas palabras en el futuro?
-Hacia una relación más sana y feliz con nosotros, con los demás y con nuestro entorno. A volver a lo básico, a la naturaleza.
“Los libaneses tenemos fama de ser creativos y hábiles. Creo que los países en guerra e inestabilidad forman grandes artistas”
-Has lanzado una colección de perfumes, ¿qué te llevó a adentrarte en el mundo de la belleza?
-Los perfumes son las alas de nuestra alma, son una expresión para definirnos más allá de nuestro físico. Mi pasión por las fragancias comenzó a una edad temprana, así que lo natural era crear mi propia colección de perfumes. Mis fragancias están elaboradas a mano, con extractos de aceites naturales y sostenibles, la colección se inspira en los bosques libaneses.
-Tienes una imagen muy poderosa, con una belleza muy étnica. ¿Puedes compartir algunos de tus consejos de belleza y estilo?
-Al crecer en un país donde la cirugía plástica comienza a los quince años, mi único consejo de belleza es: belleza natural. Trabájala desde tu interior y se reflejará automática y directamente en tu exterior.
“Los perfumes son las alas de nuestra alma, son una expresión para definirnos más allá del físico. Mi pasión por las fragancias comenzó muy pronto, así que crear mi propia colección ha sido algo natural”
Sueños en góndola
Hace siete años, Tessa Sakhi se enamoró de la ciudad de los canales, de la vida en ella y su estilo excéntrico. Su magia y teatralidad inspiran gran parte de su actual obra creativa.
Su lugar favorito en Venecia para comprar moda vintage de lujo es L’Armadio di Coco. Si busca ropa y accesorios tejidos a mano, siempre va a “una tienda en la calle Lunga San Barnaba número 2748”. Y para comprar las tradicionales venecianas, no lo duda: “Vibi Venezia”. Le encantan los sombreros, que suele adquirir en Giuliana Longo.
Es feliz encontrando telas antiguas y únicas. Sus favoritas las encuentra en: Bevilacqua y Chiarastella Catana. Le encanta la gastronomía, y para “disfrutar de una buena comida, voy a Da Arturo, cocina veneciana reinterpretada”. Y cuando le apetece un sitio más alejado, y tranquilo, Tessa suele ir a la Trattoria Anzelo Raffaele, “un delicioso restaurante en Campo Sant’Anzelo Raffaele, muy agradable para sentarse al aire libre”.
La artista de origen libanés no es de las que se pierde el postre, y cuando le preguntamos por su favorito, lo tiene claro: “El tiramisú”.
Tampoco dice no a una buena tarde de música; suele escucharla en La Punta della dogana, “un lugar con impresionantes vistas sobre el Gran Canal”.