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Descubrimos a Melín Martínez de Irujo, el rostro más desconocido de la familia

Es hija de Rocío de la Fuente Ibáñez y Jaime Martínez de Irujo, primo del duque de Alba y sobrino de los marqueses de Tamarit, y nieta de Blanca Figueroa y Borbón

31 de octubre de 2023 - 8:00 CET31 oct 2023 - 8:00 CET

Si la llamáramos por la calle “¡Carmen!”, probablemente ni se giraría. Porque ese es su nombre “oficial”, el que figura en su DNI, pero nadie la llama así. Para todos es Melín. Y aunque hoy la conocemos, se aprecia a primera vista la elegancia y belleza heredada de las mujeres de su familia. Melín, de 22 años, es la mayor de los tres hijos de Rocío de la Fuente Ibáñez y Jaime Martínez de Irujo Figueroa, cuya boda, en junio del 2000, ocupó las crónicas de la época.

Y si escalamos por su árbol genealógico, llegaríamos, al menos, hasta Carlos IV. Desciende, pues, de una de las familias más aristocráticas de nuestro país. Es bisnieta de los condes de Romanones y de los duques de Sotomayor; nieta de Jaime Martínez de Irujo Artacoz, tío del actual duque de Alba, y de Blanca Figueroa y Borbón, hermana de la marquesa viuda de Tamarit, que es, por lo tanto, tía de Blanca y María Suelves…

Moda Carmen Martínez de Irujo HOLA 4135 — “De niña siempre fui muy inquieta y soñadora. ¡No he cambiado mucho desde entonces!”, asegura Melín, en la imagen, con vestido de Pedro del Hierro.

Pero, mucho más allá de sus apellidos, es una mujer independiente y emprendedora —rasgos que también lleva en sus genes— que ya está dando pasos firmes en el mundo laboral tras estudiar Publicidad, Relaciones Públicas y Organización de Eventos. “Después de cuatro enriquecedores años, puedo decir que me he graduado en una carrera que me apasiona… He vivido momentos inolvidables y es una etapa que recordaré siempre con mucho cariño. Además, he tenido el honor de ser delegada de mi clase y acabar la carrera dando el discurso de graduación”.

—Tras haberte graduado este año, ¿hacia dónde encaminas tus pasos profesionales?

—Actualmente, estoy trabajando en una agencia de publicidad como ejecutivo de cuentas y la verdad es que estoy encantada. El sector de la comunicación me resulta muy interesante, sobre todo, porque no tengo dos días iguales… y es donde estoy encaminando mi carrera profesional. Considero que hay que seguir formándose y aprendiendo toda la vida. Estoy planteándome hacer un máster en Marketing Digital.

—¿Te gustaría montar tu propia empresa algún día?

—Me encantaría tener la oportunidad de montar mi propia empresa en unos años y es algo que tengo en mente. Aunque, por el momento, estoy centrada en crecer y aprender de los profesionales del sector trabajando mano a mano con ellos.

“Mi abuela Blanca, a la que todos los nietos llamamos cariñosamente ‘Gugu’, es una figura importantísima en la familia y siempre la he tenido de referencia”

—¿Qué has heredado de tu padre y qué de tu madre?

—De mi padre he heredado su pasión por el campo, la contemplación de la naturaleza, la forma de ver la vida y que existen principios inquebrantables. De mi madre, su sentido del gusto, su loca pasión por la moda y su tranquilidad y equilibrio.

Inseparables

—Eres la mayor de tres hermanos.

—Sí, me sigue mi hermana Blanca, que tiene 20 años, y el pequeño es Jaime, de 18. Mis hermanos y yo somos inseparables y la verdad es que tenemos la suerte de llevarnos todos fenomenal y estar muy unidos.

—Tu padre es primo del duque de Alba, ¿qué relación tienes con esta parte de tu familia?

—Como en todas las familias, veo más a unos que a otros, pero la relación con todos los que he tratado ha sido fantástica, llegando en algunos casos a ser de muchísima cercanía y amistad.

“Como en todas las familias, según van creciendo y saliendo nuevas generaciones, las relaciones son más o menos cercanas dependiendo de las circunstancias y caprichos de la vida. ¡Pero nos llevamos todos muy bien!”

—¿Qué has aprendido de tu abuela Blanca Figueroa y Borbón y qué admiras más de ella?

—Mi abuela Blanca, a la que todos los nietos llamamos cariñosamente “Gugu”, es una figura importantísima en la familia y siempre la he tenido de referencia. Una de las cosas que admiro de ella es su sencillez, buen gusto, elegancia y sentido de la estética. Representa lo mejor de un pasado cercano y, sin embargo, en muchas cosas, vive, piensa y actúa con una increíble modernidad. ¡Me supera! Tenemos una relación buenísima y nos entendemos muy bien, nos encanta pasar tiempo juntas y hablar de nuestras cosas durante horas…

—Es hermana de Victoria Eugenia, marquesa viuda de Tamarit, y por lo tanto tía de Blanca y María Suelves… ¿Os soléis reunir la gran familia que sois?

—Nos llevamos todos muy bien y, como en todas las familias, según van creciendo y saliendo nuevas generaciones, las relaciones son más o menos cercanas dependiendo de las circunstancias y caprichos de la vida. Con unos más y con otros menos, ¡pero con todos muy bien!

“Aun siendo muy joven, lo tenía clarísimo y, sin lugar a duda, había encontrado a la persona con la que quería pasar mi vida y formar una familia”, nos dice Melín, que se casó en septiembre

—Si ascendemos por el árbol genealógico de tu familia nos podemos remontar, al menos, hasta Carlos IV. ¿Cómo vives ese legado y qué te han enseñado?

—Me han enseñado a tener el máximo respeto por todo el mundo, por muy diferente que piense de mí. Me han enseñado a escuchar y a ponerme en el papel del que me habla. Me han inculcado que los valores que acepte como pilares de mi vida, los que sean, los lleve con orgullo y los tenga presentes para toda la vida. Lógicamente, y como todo el mundo, estoy orgullosa de todos mis antepasados.

—¿A quién de tu familia encuentras más fascinante?

—Encuentro absolutamente fascinantes a mis dos abuelas; tanto mi abuela Blanca como mi abuela Anuca se pueden considerar mujeres avanzadas a su tiempo. Han sido un ejemplo para mí y me han enseñado la importancia de ser una mujer trabajadora e independiente.

“Los apellidos son únicamente una carta de presentación. Lo importante es lo que viene luego. Por eso, es la persona la que tiene que hacerse valer por sí misma”

—Antes nos decías que te gusta la moda por tu madre.

—La moda es una de mis mayores aficiones, me divierte mucho. He crecido bajo la figura de mi madre, que se ha dedicado a este mundo desde que tengo uso de razón y me lo ha inculcado desde pequeña. Y mi modelo a seguir en este aspecto es ella: tiene un estilo único y un buen gusto innato. Además, tengo la suerte de compartir todo con ella.

—Háblanos de ti, de tus gustos, tus aficiones…

—Me gustaría que se me viese como una persona joven, alegre, con ganas de vivir, de aprender y crecer. Con ilusión por hacer las cosas bien e intentando alcanzar las diferentes metas que vaya fijándome a lo largo de la vida por el buen camino y sin hacer daño a los demás. Uno de mis grandes hobbies es la cocina. Me encanta cocinar, probar nuevas recetas y descubrir nuevos platos. ¡Me relaja mucho y es muy agradecido! Tengo pasión por el arte, la moda, viajar y conocer otras culturas y me encanta poder compartirlas con mis amigas y con mi hermana.

—Te casaste hace apenas dos meses, en septiembre, ¿cómo recuerdas ese día?

—Sí, la boda fue en Madrid. Ha sido el día más bonito de mi vida, lo vivimos con mucha ilusión y fuimos todos realmente felices.

—A pesar de ser tan joven, lo tenías claro.

—Es de las decisiones más importantes que puedes tomar en tu vida. En mi caso, aun siendo muy joven, lo tenía clarísimo y, sin lugar a duda, había encontrado a la persona con la que quería pasar mi vida y formar una familia. Todos mis amigos y familiares me apoyaron desde el primer momento y ahora me encuentro felizmente casada con el hombre que de verdad quiero.

“La moda es una de mis mayores aficiones. Mi madre se ha dedicado a este mundo desde que tengo uso de razón y me lo ha inculcado”

—¿Cómo os conocisteis?

—En la fiesta de un amigo en común, hace tres años, y desde ese momento empezamos a salir. Pronto supimos que esto terminaba en boda. Lo teníamos clarísimo y, de hecho, lo íbamos dejando caer, incluso en casa de nuestros padres… Luego, de repente y casi sin darnos cuenta, nos metimos en el 2 de septiembre, el día de nuestra boda.

—¿Alguna vez te han pesado tus apellidos?

—Los apellidos son únicamente una carta de presentación. Lo importante es lo que viene luego… Por eso, es la persona la que tiene que hacerse valer por sí misma.