Tan pronto defiende con aplomo un look colorido y lleno de estampados “imposibles” que se enfunda en un estilismo minimalista de lo más elegante y sofisticado. “Mi estado de ánimo es el que 100 % inspira y decide lo que voy a llevar ese día”, ha confesado la modelo. Conocedora de las nuevas tendencias como nadie -lleva dos décadas dedicándose a la moda-, Elsa Hosk tiene un don innato a la hora de imprimir su sello personal en las propuestas de la pasarela, una destreza que se remonta a su infancia y adolescencia.
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Un día, a los 12 años, llegó a sus manos una revista de moda. Hojeando sus páginas, se sintió cautivada por aquellas imágenes llenas de tendencia y looks a la última. Fue amor a primera vista. Tal fue el flechazo, que Hosk pidió a su madre que le comprara una máquina de coser y que le enseñara a usarla para poder recrear aquellos looks que veía en las revistas. Compraba telas y prendas vintage que, más tarde, ella misma rehacía, dándoles su toque personal.
“Mi estado de ánimo es el que 100 % inspira y decide lo que voy a llevar ese día”
Dos años más tarde de sus “pinitos” como diseñadora, comenzó a trabajar como modelo. Estaba aún en el instituto y lo compaginaba con sus estudios y su otra gran pasión, el baloncesto. Campañas, shootings, estudios, entrenamientos, partidos... Disciplinada y trabajadora tenaz, siempre ha dado el 100 % de sí misma en cada proyecto en el que se embarca. “Siempre he tenido claro que si hago algo, lo voy a dar todo. Quiero asegurarme de que soy la mejor en ello”, ha confesado en varias ocasiones. Por eso, cuando se dio cuenta de que alguna de sus pasiones podía resentirse, decidió establecer prioridades y jugárselo todo a una carta. ¿La elegida? Ser modelo. Y no pudo estar más acertada.
Elsa Hosk dejó su Estocolmo natal para poner rumbo a la Gran Manzana, donde comenzó a trabajar como modelo a tiempo completo. Fue el pistoletazo de salida de su imparable carrera. En 2010, protagonizó la campaña de inspiración 60’s de la firma Guess, capturada por la prestigiosa fotógrafa Ellen von Unwerth. En la temporada primavera-verano 2012, hizo su debut sobre la pasarela de la mano de grandes casas de lujo, como Giambattista Valli, Carolina Herrera y Oscar de la Renta. Y siguió cosechando éxitos... hasta que llegó uno de los momentos más esperados de su carrera: en 2015 firmaba como ángel de la firma de lencería Victoria’s Secret y despegó, con sus icónicas alas, a lo más alto de la moda.
A los 12 años le pidió a su madre que le comprara una máquina de coser para recrear los looks que veía en las revistas de moda
A la par que triunfaba en su carrera de modelo, su estilo también evolucionaba, aunque siempre fiel a sus orígenes. La creatividad y no tener miedo a lo que los demás piensen de su estilo son sus mejores bazas a la hora de crear looks de alto impacto. ¿Su inspiración? Personajes reales y de ficción: la princesa Diana, Carrie Bradshaw, Annie Hall, Jane Birkin o Brigitte Bardot son algunos de sus iconos preferidos.
Apasionada de los diseños vintage, que adquiere en tiendas de segunda mano -como hacía cuando era una adolescente-, reconoce disfrutar creando sus propios looks: “Creo el 99 % de mis estilismos de diario, pero, a veces, cuando se trata de eventos de alfombra roja, trabajo con estilistas como Elizabeth Sulcer, que me ayudan a dar vida a mi visión”.
“Creo el 99 % de mis looks de diario, pero para eventos de alfombra roja, a veces, trabajo con estilistas que me ayudan a dar vida a mi visión”
Le apasiona jugar en un mismo look con combinaciones imposibles, estampados llamativos y colores vibrantes, pero en los últimos años ha gravitado hacia un estilo mucho más sosegado. El eclecticismo da paso a un armario que reinterpreta los códigos del estilo escandinavo, en un guiño a sus orígenes. Tops básicos, mucho denim, líneas minimalistas y colores neutros son la base sobre la que construye sus looks. El punto moderno y cool corre a cargo de los accesorios y los pequeños detalles: unas gafas retro por aquí, un cinturón cowboy por allá... Y como broche de oro, su look beauty. Su larga melena rubia ha dado paso a un corte bob juvenil y muy a la última, que está arrasando entre las chicas de moda. Le gusta llevarlo suelto, de forma natural, sobre todo cuando quiere dar un toque girly y romántico a sus looks, o bien recogido en un moño bajo para eventos. El maquillaje, nunca recargado, está pensado para realzar de forma natural las perfectas facciones de su rostro. ¿El resultado? Un estilo que respira tendencia, pero que también destila un inconfundible sello personal que ha catapultado a Elsa Hosk al Olimpo de las modelos mejor vestidas. Palabra de top.
La creatividad, los diseños vintage mezclados con las últimas tendencias y no tener miedo a lo que los demás piensen son las claves de su inspirador estilo
Un estilo ‘modelo’
Accesorios ‘top’...
Un buen complemento tiene el poder de transformar un look por completo, y es una inversión que nos acompañará toda la vida. Fiel a esta idea, la supermodelo Elsa Hosk apuesta en sus estilismos por bolsos de grandes diseñadores, cinturones que rebosan personalidad y una colección de zapatos que fascinarían a la mismísima Carrie Bradshaw. ¿Otro de sus complementos estrella? Unas buenas gafas de sol, con las que les gusta arriesgar, y añadir la nota ecléctica a sus looks.
... Y diseños ‘vintage’
Para crear el outfit perfecto no hace falta gastarse una fortuna. Esta es la filosofía de nuestra protagonista desde que era una adolescente, cuando creaba desde cero -o daba una segunda vida- a sus propias prendas. Hoy en día, continúa combinando diseños vintage que adquiere en tiendas de segunda mano y le gusta invertir en buenos accesorios de firmas de lujo y mezclarlos en un mismo estilismo con marcas más asequibles. ¿El resultado? Un armario que respira tendencia, pero con un sello único.