Hace casi 20 años, Zina Charkoplia puso rumbo a Barcelona desde su Grecia natal para estudiar un máster, pero se enamoró por completo de la Ciudad Condal y ya no hubo vuelta atrás. En nuestro país, su pasión por la moda y el estilismo la llevaron a crear un blog, un proyecto que “me lo tomaba como un hobbie, que combinaba con mi trabajo. Nunca pensé que acabaría viviendo de ello”, pero la cantidad de propuestas y proyectos que le llegaban llevaron a Zina a dar el salto y dedicarse a las redes sociales a tiempo completo. Campañas de moda, reportajes y una legión de seguidores demuestran que no se equivocó. No te pierdas la historia de esta pionera del mundo influencer .
-Para quien te conozca ahora a través de estas páginas, descúbreles quién es Zina Charkoplia
-Te cuento: Zina es una mujer griega, amante de su familia y su trabajo. Llegó a España hace casi 20 años para estudiar un máster en Marketing y su amor por la moda y todo cuanto refleja una estética, tan elegante como equilibrada, la acompañó desde el primer momento. Actualmente reside en Barcelona, es madre de Noah, de seis años, y está felizmente casada.En el 2010, inicia una nueva trayectoria, combinando su trabajo en Inditex con un blog de tendencias llamado Zinafashionvibe y, años más tarde, este blog evolucionó en las redes sociales de tal manera, que posiciona su perfil como uno de los más admirados en la actualidad.
-¿Cómo ha evolucionado el mundo influencer desde que comenzaste?
-Ha cambiado muchísimo. Al principio éramos muy pocas y ahora la competencia es impresionante. En resumen, podríamos decir que antes nadie valoraba a las influencers y ahora es una profesión establecida y muy segmentada.
-¿Qué te preocupa de esta industria en constante cambio?
-Los cambios no me preocupan, todo lo contrario, para mí es un reto. Lo que más me preocupa es la aparición de gente, en redes sociales, que devalúa nuestro trabajo por la baja calidad de los mismos, haciendo que el sector pierda valor.
-¿Qué te llevó a quedarte en la Ciudad Condal?
-Vine a Barcelona a estudiar y me enamoré de la ciudad y de España en general, por su diversidad de paisajes, gastronomía, historia y arquitectura. Ya llevo viviendo aquí 18 años. Barcelona, en especial, una ciudad abierta al mar, me recuerda mucho a mi país. España para mí es mi segunda patria. De hecho, me siento muy española.
-¿Qué es lo que más echas de menos de tu país?
-Mi familia, mis amigos, nuestras islas maravillosas con sus aguas turquesas y... una buena ración de queso feta.
-¿Cómo definirías tu estilo?
-Es bastante sobrio, sencillo, pero últimamente estoy introduciendo piezas un poco más extravagantes y utilizo más color que antes, especialmente en verano.
-Detrás de las cámaras hay muchas horas y esfuerzo que los seguidores y lectores no ven. ¿Cómo son los entre-sijos de tu trabajo?
-La gente desconoce el trabajo de las influencers. Detrás de una imagen, hay una labor constante en la creación de contenido, dirección artística, estilismo, estudio de tendencias, viajes, búsqueda de localizaciones, fotografía y edición, sin la cual sería muy difícil trabajar con las grandes marcas de moda. Otra parte importante de mi trabajo es la estrategia y el posicionamiento en el sector del lujo, y las relaciones públicas.
-Posas con la colección de otoño-invierno de Louis Vuitton. ¿Qué destacarías de ella?
-Esta colección, diseñada por Nicolas Ghesquière y su equipo internacional, es maravillosa y es un honor para mí poder llevarla en este reportaje. Es una versión moderna del estilo parisino, con siluetas dinámicas y formas estructuradas. Destacaría las calidades de los tejidos, como la lana, la seda y el algodón. El director creativo ha introducido una sastrería totalmente renovada, con diferentes volúmenes que repre-sentan a una mujer actual. Es una colección con la que me identifico y que utilizaría tanto durante el día, como en un after work.
-Mantienes una estrecha relación con la maison francesa desde hace años. ¿Qué te transmite la firma?
-Admiro la marca desde siempre. De hecho, me acuerdo perfectamente del primer bolso de lujo que tuve, cuando cumplí 18 años, fue un modelo de Louis Vuitton que aún conservo. La maison me transmite lujo, calidad, diseño y considero que es una marca con una tendencia muy rompedora.