hola4122 ngela y blanca vanderwilde© Chesco López

Las diseñadoras, que ya han vestido a la Reina Letizia y a Isabel Preysler, miran ahora a Hollywood

Ángela y Blanca Vanderwilde: de Sevilla al vestidor de la reina

‘Entendemos la moda como una herramienta para ensalzar a la mujer, para embellecerla, nunca martirizarla’


4 de septiembre de 2023 - 13:55 CEST

Han vestido a reinas de la elegancia. Porque lo suyo es la quintaesencia de ese concepto inexplicable. Tan abstracto como misterioso. Algo que se tiene o no se tiene pero que, cuando salta a la vista, es indiscutible, como si los astros se hubieran alineado de improviso, por unas fuerzas perfectas y desconocidas.  Ángela y Blanca Andrada Vanderwilde  son capaces de conseguirlo: unen planetas y trazan esa línea que obra la magia en sus patrones. Son hermanas y de Sevilla. Y de sus raíces, tanto de las familiares como esas que les conectan con su tierra, nace la inspiración de sus creaciones. O quizás el duende. O mejor dicho, el arte. Porque, aunque sus caminos recorrieron, primero y en el caso de Blanca, los ángulos y rectas a escuadra y cartabón de la arquitectura, y los giros, ecarts y piruetas de la danza, en el de Ángela, la moda era su destino final. Porque ya estaba en sus comienzos. Cuando eran pequeñas y rebuscaban en los altillos de los armarios para dar con ese tesoro, gracias al cual, delante de los espejos, se convertían en las estrellas de cine que veían en las películas del Hollywood dorado. O en su abuela Blanca, a la que recuerdan acicalarse con una magnificencia exquisita, pero sin artificios. Hoy también juegan con ‘trapos’ entusiasmadas como niñas. Y sueñan. Y no con imposibles, sino con retos: hacer de ‘Vanderwilde’ una marca internacional que lleven Cate Blanchet, Natalie Portman o Carlota Casiraghi. Por lo pronto, ya han tenido ‘perchas’ excepcionales: la Reina Letizia o Isabel Preysler. Que ¿de dónde surge ese nombre? De su madre. Y no podía ser mejor.

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© Chesco López

—Relatadme, ¿hasta qué punto son importantes las raíces en vuestra inspiración?

—Ángela: Las raíces están ahí. Digamos que es donde empieza nuestra identidad. En el sur.

—Blanca: Toda nuestra cultura, el colorido y las tradiciones andaluzas las tenemos muy presentes. Son nuestra base.

“Estoy al tanto de las tendencias, pero yo trabajo siempre buscando la armonía. No quiero sacrificarla para vender o expresar un concepto que no es el mío”, nos cuenta Ángela

—¿Qué lugar ocupa Sevilla en vuestra forma de entender la moda?

—A: Sevilla es una ciudad de muchos rituales, que implican una determinada forma de vestir. La propia cultura popular lleva implícita unos cánones que, desde pequeñas, hemos vivido y, en mi familia, siempre se han respetado. La tradición está tan arraigada, que no solo se refleja en la ropa de las personas, sino en todo lo que decora las calles, los escaparates, los balcones… Una muestra clara es la Semana Santa, el Corpus y la Feria. Eso, indudablemente, te marca.

—B: Nuestra ciudad y sus costumbres nos imprimen un carácter que se manifiesta, claramente, en la forma de interpretar la moda. La mujer, en Andalucía, siempre le ha dado mucha importancia a arreglarse y eso es algo con lo que nos sentimos identificadas.

© Chesco López

Son diseñadoras, pero también referentes de estilo. ¿Qué podríamos encontrar en sus armarios? “Muchos básicos. Camisas blancas, ‘blazers’, unos buenos pantalones negros…2, nos confiesa Ángela, a quien vemos con sendos vestidos de Giambatistta Valli y anillo de Roberto Coin. En el caso de Blanca, con un mono de Vanderwilde y anillo de Roberto Coin, se decantaría por “tonos neutros y vestido y pantalón negro”

—He leído que primáis austeridad a espectacularidad. Eso, ¿cómo casa con el espíritu desbordante y barroco de Sevilla?

—A: No es exactamente así. Me encanta la espectacularidad, me divierte y me inspira. De hecho, me considero barroca. Soy sevillana, no podría ser ‘minimal’. En esta ciudad se respira todo lo contrario. Otra cosa es si hablamos de elegancia en el más puro sentido de la palabra. Dentro de ese concepto, tiene que haber un punto de austeridad. No solo exterior, sino interior. Las personas más elegantes tienen ese rasgo.

—B: En nuestras colecciones, solemos incluir detalles ornamentales propios de la estética de nuestra tierra, pero siempre teniendo en cuenta no caer en el exceso. Para nosotras la elegancia se basa en el equilibrio.

© Chesco López

Blanca con vestido de su propia firma y pulseras de Hermès

—La moda se caracteriza por ser algo volátil. Sin embargo, la elegancia es algo que perdura. ¿Cómo se concilian ambas cosas?

—A: En eso es determinante el interior de la persona y lo que desprende. Las proporciones físicas te dan distinción, como también la forma de moverte, de hablar, incluso de reír, pero nunca habrá elegancia si los sentimientos y los pensamientos no están cultivados.

—B: La elegancia puede ser también algo innato. Es un aura, una manera de ser y de sentir.

Tendencias vs. elegancia

—La modernidad en moda, ¿hasta qué punto hace de la ropa algo imponible? ¿A veces no pensáis que, viendo la calle, con tanto chándal, calcetín tenis, zuecos de enfermera… el Apocalipsis está cerca?

—A: ¡Probablemente! (risas). Estoy al tanto de las tendencias, pero trabajo buscando siempre la armonía en lo que hago. No quiero sacrificarla para vender o expresar un concepto que no es el mío. Desde hace mucho, la belleza ya es solo una opción, no una obligación, pero en mi caso disfruto en la búsqueda de “lo bonito”.

—B: Hay tendencias que, por muy de moda que estén, jamás me pondría. Cuando diseño, no me guío por ellas, sino por mi instinto.

“Es un homenaje a nuestra madre, que firmaba sus cuadros con esta misma palabra: “Vanderwilde”. Fue ella quien nos introdujo desde pequeñas en las artes”, señala Blanca
© Chesco López

El arte, la literatura, la danza, la arquitectura... Sus referencias son ingentes. Desde ‘El abuso de la belleza’, de Arthur Canto a los estampados de Pucci de los ‘70. De las ‘femme fatale’ del cine negro a los motivos flamencos como lunares y flecos. Sobre estas líneas, Ángela, vestida por Duyos.

—¿Por qué elegisteis vuestro apellido para la Firma?

—B: Es un homenaje a nuestra madre, que firmaba sus cuadros con esta misma palabra: ‘Vanderwilde’. Fue ella quien nos introdujo desde pequeñas en el mundo de las artes. No podíamos tener mejor opción ya que, además, suena internacional.

“La moda influye en nuestro estado de ánimo. Verte bien, cuidada y con un buen look ayuda, te da confianza y eso se transmite”, nos dice Blanca

—Vestirse es algo más que ponerse ropa encima, ¿no?

—A: Es la manera en la que empiezas el día, en la que te muestras al mundo. ¿No es eso importante?

—B: Tu imagen es tu carta de presentación y solo hay una oportunidad para una primera impresión.

© Chesco López

¿A qué mujer se dirigen? “A cualquiera que se sienta identificada con nuestro estilo”, nos cuenta Ángela, a quien vemos sentada de Teresa Helbig y pulseras de Roberto Coin. “A mujeres que amen la moda”, puntualiza Blanca, aquí de Duyos y Vanderwilde

—Ahora que se habla tanto de salud mental, la moda tiene un valor terapéutico, ¿verdad? ¿Ese es un aspecto que tenéis a la hora de diseñar?

—A: Está demostrado que verte bien mejora tu bienestar y, por tanto, es positivo para la salud mental.

—B: La moda influye totalmente en el estado de ánimo. Verte bien, cuidada y con un buen look ayuda, te da confianza y eso lo transmites.

“Nuestros diseños van dirigidos a todas las mujeres. Hoy las mujeres somos independientes y capaces y eso nos hace libres para decidir”, nos explica Ángela

—¿Qué es la elegancia?

—A: Es un equilibrio entre lo corporal y lo espiritual. Es decir proporciones, movimientos y sonidos en balanza con los pensamientos y sentimientos de una persona.

—B: Es armonía, distinción, delicadeza y discreción.

© Chesco López

De Teresa Helbig, brazalete de Hermès. Y echan una mirada a las grandes estrellas de la pantalla como Diane Kruger o Natalie Portman, como perfectas embajadoras de su marca

—En esa dualidad entre feminidad vs. feminismo y entendiendo la moda como algo que nos puede hacer sentir más libres, ¿a qué tipo de mujer os dirigís y cómo entendéis esos conceptos llevados a la moda?

—A: La relación de la mujer con la moda ha cambiado tanto, como su papel en la sociedad. Ahora la mujer se viste para gustarse a sí misma y, queriéndolo o sin querer, sus estilismos afianzan su personalidad. Nuestra moda va dirigida a todas las mujeres, somos independientes y capaces y eso nos da la libertad para decidir.

—¿Próximos proyectos?

—B: Seguir abriendo nuevos puntos de venta en España y hacer una buena estrategia para lanzarnos al mercado internacional. Pero el más importante es disfrutar del presente, mirando con ilusión al futuro.

TextoLUIS NEMOLATO
ProducciónINÉS DOMECQ
FotógrafoCHESCO LÓPEZ
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍAMANUEL CECILIO PORTILO (NARS)
AYUDANTES DE PRODUCCIÓNCLAUDIA PINTADO Y FÁTIMA BECA
AYUDANTE DE FOTOGRAFÍAROCÍO RUDILLA
Joyas de Aristocrazy / Sandalias Martinelli