La cámara le fascina desde niña y se mueve con una soltura innata frente al objetivo. Esa naturalidad, su espíritu trabajador y su valentía para afrontar cada reto son parte de la clave del éxito de esta joven actriz. Cada proyecto en el que se embarca se lo prepara a conciencia. No importa si se trata de un papel para una comedia o un drama, si rueda en España o si tiene que aprender un idioma nuevo... Como en su último trabajo, con el que nos lleva hasta Francia. Allí conocemos de cerca a nuestra polifacética protagonista, que nos cuenta cómo afronta este gran reto, el fenómeno Élite y cómo disfruta de este momento profesional pleno.
-Nos encontramos contigo en Montpellier porque estás trabajando en Francia. ¿Qué nos puedes contar de este nuevo proyecto?
-No os puedo contar mucho, porque es un proyecto que aún no se ha anunciado, pero os puedo adelantar que estoy rodando en francés y que es un trabajo muy especial. No se parece absolutamente en nada a lo que he hecho antes y está siendo un proceso creativo superenriquecedor, no solo por el equipo, al que admiro muchísimo, sino también porque he tenido que aprender a hacer muchas cosas nuevas que no sabía hacer. Está siendo increíble.
“Estoy rodando en Francia un proyecto muy especial. No se parece en nada a lo que he hecho antes y está siendo un proceso superenriquecedor”
-¿Cómo ha sido rodar en un idioma que no es el tuyo?
-Ha sido un reto, la verdad. Hablaba francés, pero lo tenía un poco oxidado y me tuve que ‘poner las pilas’. Además, rodar en otro idioma me ha llevado a explorar otras facetas como actriz y a descubrir que interpretar no es solo una cuestión del texto, de aquello que se dice, sino que también hay mucho que hacer a nivel corporal y expresivo.
“Rodar en otro idioma me ha llevado a explorar otras facetas como actriz y a descubrir que interpretar no es solo una cuestión del texto, sino algo también a nivel corporal y expresivo”
-Empezaste muy joven en el mundo de la interpretación. ¿Cómo recuerdas tus inicios?
-Empecé con cinco años haciendo anuncios y publicidad y lo hacía como un juego. No era consciente de que era un trabajo. Fue mi abuelo quien me inculcó ese amor por la cámara: de pequeña me grababa y me hacía fotos, y a mí me encantaba. Creo que, en gran parte, el amor que le tengo a esta profesión me viene de esos momentos en los que mi abuelo me miraba a través de una cámara. Y, poco a poco, empecé a trabajar. Recuerdo que, cuando era niña, mis padres me tenían que ‘arrancar’ del set porque yo me quería quedar más horas y no podía. Disfrutaba mucho. También recuerdo estar rodeada de gente superinteresante, muy cariñosa, que me cuidaban mucho y me transmitieron ese amor por el teatro y por esta profesión.
-El papel de Cayetana en Élite te dio el salto a la fama. ¿Cómo vives el éxito?
-Me siento una persona muy parecida a la que he sido toda la vida. Una de las mejores cosas que me ha dado Élite ha sido la posición privilegiada en la que estoy como actriz, que me tengan más en cuenta, que la gente me conozca más, que me puedan llegar más proyectos... Aunque, al mismo tiempo, me sigo formando, algo que, además, disfruto mucho. Y, para mantenerme con los pies en la tierra, siempre tengo a mi lado a mi familia y estoy bien rodeada de la gente que quiero.
-Has interpretado a personajes muy diferentes. ¿Hay algún registro en el que te sientas más cómoda?
-Aquel en el que se mezcle un poco de todo: una pizca de drama, pero también de comedia, porque creo que, al final, es lo que hay en la vida. Es cierto que hay ‘algo’ en la comedia que, cuando está bien escrita, es una maravilla rodarla porque se respira un ambiente vibrante en el set, en el que el equipo -que es tu primer público- también vibra y ríe contigo, y ese es uno de los momentos más mágicos que he vivido en esta profesión.
“Una de las mejores cosas que me ha dado élite es mi posición privilegiada como actriz, que me tengan más en cuenta y que la gente me conozca más”
-Además de la interpretación, ¿qué otras cosas te apasionan?
-Muchas. El arte en general. Mi madre pinta y estudió Bellas Artes, al igual que mi abuelo, y aunque no es precisamente algo en lo que yo destaco, me encanta la pintura y lo hago desde un lugar diferente del que probablemente realizo otras cosas, como interpretar. El hecho de que sé que no soy brillante dibujando me ha permitido relacionarme con la pintura y con el arte desde un perspectiva distinta que me permite jugar, probar y mezclar colores. Intento plasmar sensaciones y explorar. También me gusta mucho bailar -he hecho ballet clásico toda mi vida-, la música, el yoga y ahora estoy empezando a meditar. Intento encontrar nuevas actividades que me hagan conocerme mejor y experimentar con cosas nuevas. Me gustan mucho los retos.
“Mi abuelo me inculcó el amor por la cámara: de pequeña me grababa y me hacía fotos, y a mí me encantaba”
-Hablemos de moda. ¿Te gusta seguir las tendencias?
-Lo que más me gusta es crear mis propias tendencias. Con los años, he ido aprendiendo y entendiendo cuál es mi estilo y, aunque todavía estoy en proceso de búsqueda, me gusta encontrar en mi armario piezas que tienen un significado especial para mí y que he ido guardando a lo largo de los años. Aspiro a tener un armario que me apasione, en el que todos los diseños que haya sean mis favoritos, y no tener la necesidad de tener cosas nuevas cada temporada y, así, ser un poco más sostenible con el medioambiente.
-En estas líneas, posas con la colección Fall 2023, de Dior, que está inspirada en la India. ¿Qué es lo que más te gusta de ella?
-Lo que más me ha gustado son, por un lado, los colores vivos y sus delicadas y suaves telas, como el conjunto amarillo que llevo en una de las fotos, y que me parece precioso. Y, por otro, las superposiciones de capas -algo que también me gusta mucho hacer en mi día a día-, como en el look fucsia con jersey con el que poso en otro momento del reportaje.
“Empecé con cinco años haciendo anuncios ylo hacía como un juego. no era consciente de que era un trabajo”